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El proceso prospectivo, un aporte teórico para la práctica de la prospectiva

 

 

Indice

1. Introducción

2. El estado de la prospectiva

3. Concepto de futuro

4. El problema de la prospectiva como disciplina.

5. El objetivo – la base teórica de un método.

6. El Problema

7. El Objeto

8. El Objetivo

9. El marco contextual

10. El marco teórico

11. Análisis histórico y determinación de las tendencias

12. Modelamiento en la fase fenomenológica.

13. Hipótesis

14. Determinación de las características teóricas de los objetos.

15. Determinación de las contradicciones en el plano abstracto

16. Determinación de las estrategias y las acciones estratégicas.

17. Concreción del modelo teórico a través de indicadores.

18. La comprobación empírica del modelo teórico

19. Determinación de las responsabilidades.

20. Verificación.  evaluación de resultados

21. Los requisitos del sistema de calidad

22. La documentación en el proceso

23. Conclusión

24. Bibliografía

 

1. Introducción

Este libro fue realizado especialmente para personas que sientan alguna motivación por la prospectiva y deseen encontrar una nueva forma de realizar su práctica, bien sea reafirmando sus anteriores creencias o acompañando las que tienen, con otra visión como la aquí presentada.

 

Existiendo muchas oportunidades para instruir en varios de los temas tratados en este trabajo, he preferido presentar la idea lo mas amplia posible.  Lo extenso del tema, resta la oportunidad para ahondar algunos de los asuntos.  El esfuerzo o el interés para enseñar y para profundizar no es un bien agotable y existirán otras personas o habrán para el autor, otras oportunidades para complementar las ideas que aquí se plantean.

2. El estado de la prospectiva

Se considera que actualmente la prospectiva tiene mucho futuro, pero no ha sido así durante largo tiempo, por cuanto ella como disciplina no ha estado desde siempre.  Lo que ha subsistido, ha sido el interés por el futuro.  La prospectiva como ciencia o disciplina tiene como objeto, en mi concepto, organizar los actos interés o de preocupación por el futuro.

 

Esta ciencia, disciplina o para algunos simplemente un método* es muy joven y ha pretendido sistematizar los actos de preocupación por el futuro, los cuales están presentes de alguna forma en todos los individuos y en mayor o menor grado en las comunidades y organizaciones.  La sistematización que se ha efectuado, ha estado marcada por algunos autores de renombre por un énfasis hacia técnicas y herramientas.

 

Los aportes teóricos y prácticos que ha realizado hasta ahora la Escuela Francesa – la mas relevante a nivel mundial -, se han enfocado hacia la anticipación y si bien es cierto que algunas organizaciones y/o individuos han estado en capacidad de anticipar los cambios, han sido también muchos los fracasos en ese campo.  Estos fracasos no se divulgan de la misma forma que los éxitos, con lo que se contribuye por una parte a dar una falsa imagen de la práctica y por otra, se generan desencantos en aquellos que no tienen la dicha de lograr prever los cambios.

 

Ocurre además, que las herramientas y técnicas que se emplean hoy, son superficiales, desconociendo que si se persiste en anticiparse a los cambios en un mundo cada día mas globalizado y cambiante, estas tienen que ir evolucionando para dar respuesta a las condiciones difíciles del medio.

 

Es importante resaltar que en este libro se hace una marcada distinción entre lo que hoy se conoce como la práctica prospectiva y que en el marco del trabajo denominamos como guía y por otra parte, lo que es la idea central de este documento que se llama el proceso prospectivo.  Aquí, cuando en alguna parte  se refiera a guía, se deberá entender la forma como se practica actualmente la prospectiva – con el enfoque de la Escuela Francesa - y cuando se mencione proceso, se refiere a la idea del trabajo o una nueva forma “en teoría” para realizarla.

 

Una recomendación importante para los lectores, antes de proceder a la lectura de este escrito, es la de leer el pequeño texto sobre el método de investigación científica el cual se encuentra en anexo A.  Esto es necesario para entender la estructura del aporte.

 

La prospectiva* ha estado marcada por la influencia de la Escuela Francesa y si en algo se caracteriza, es por su aspecto anticipatorio del tratamiento de los temas del futuro.  Este es un problema para la clase de tiempos que vivimos hoy con los efectos de la globalización y la tecnología.  Es por eso que se propone investigar sobre otros métodos para realizar la práctica.  Una de las fundamentaciones para la idea que mas adelante se extenderá, parte de las nociones de Acuña y Konow (1990, 6).  Estos autores han establecido una formulación para el futuro, en términos de tres factores:  (1) tendencia o inercia histórica, (2) evento o acontecimiento inesperado y (3) propósitos u objetivos individuales y/o colectivos.

 

La expresión de dicha fórmula sobre el futuro (F) es la siguiente:

 

F= aT + bE + cP

donde:

 

T = Tendencia o Inercia histórica

E = Evento o acontecimiento inesperado

P = Propósitos u objetivos individuales y/o colectivos.

 

 a, b, c:  parámetros o coeficientes positivos, donde    a+b+c  = 1

 

La fórmula la describen de la siguiente manera:

 

·         Una parte del futuro viene determinada por lo que históricamente se había estado dando y esta es la parte predecible con diferentes grados de probabilidad, de acuerdo al desarrollo que se puede prever de las condiciones imperantes en el presente.  Mientras más importante sea, mayor será el valor del parámetro a.

 

·         Una parte del futuro simplemente no es predecible sino que es sorpresiva, por lo cual no es posible anticiparse a ella ya que no la esperamos realmente o porque, siendo posible anticiparse, no se conoce su probabilidad y el cuando ocurrirá.  Mientras mayor sea su peso, mayor será el valor del parámetro b.

 

·         El deseo que algo ocurra, influye a que eso sea así y las imágenes o deseos de la gente influyen en el futuro.  Esa parte es elegible, ya que depende de la voluntad de las personas y además es diseñable.  De ese modo estamos creando un futuro gracias a nuestra imaginación.  Mientras mayor sea su importancia, mayor será el valor del coeficiente c.

 

Agregan los autores mencionados, que para cada situación, comunidad, institución o persona, esos componentes tienen diferente influencia o importancia relativa.  Normalmente solo es relevante la parte dominante.  Sin embargo, el futuro es siempre el resultado de todos estos factores.  Esto implica diferentes relaciones y aproximaciones al futuro.  Por ello, para el abordaje del futuro no basta una sola técnica, sino que se tienen que utilizar distintos instrumentos para poder capturar la información relacionada con los tres componentes mencionados.

 

Este libro está enfocado al tratamiento de la parte elegible o propositiva del futuro, sin descuidar el análisis del pasado o de la realidad que vivimos.  Aquí los sueños se profundizan y se elaboran de tal forma, que puedan hacer parte del presente. Esta es una forma de ver el presente, ese tiempo infinitesimal que todo lo gobierna.

 

Otra forma de ver el presente es en cuanto a la importancia que se le de al pasado y al futuro. En general pudiera decirse que un individuo o una organización vive en función del pasado y/o en función de futuro o en actitud desatendida de ambos.   Aquellos que viven en función del pasado pudiera ser discriminado en el pasado propio o en el pasado de otros.  Aquellos que viven en función del futuro, pudiera ser el futuro propio, el futuro colectivo o el futuro de otros.  Aquellos que tienen una actitud desatendida en el presente es porque en general esperan que otros decidan por ellos y viven el día a día.

 

Aun es preferible una actitud de vivenciar el presente en términos del pasado a una actitud desatendida.  Ya que quienes viven en función de un pasado están añorándolo para el futuro.  Vivir en función del pasado es en cierta forma vivir en función del futuro.  Un futuro revivido.

 

Cuando se vive en función del pasado o del futuro de otros o bajo un punto de vista individual y no colectivo y participativo, se está desaprovechando el aspecto propositivo que se quiere hacer relevante en este trabajo.

 

También el futuro pudiera expresarse, en primera instancia, en términos de previsiones o anticipaciones, donde las probabilidades de ocurrencia pueden determinarse con un cierto margen de error, en términos de sucesos inesperados de la naturaleza, con probabilidades pequeñas o altas pero con incertidumbre sobre la fecha en que ocurrirán y en segunda instancia, en términos de deseos.  Con este enfoque, esta exposición apunta a la última de las opciones:  los deseos. 

Entre lo que puede pasar y lo que se quiere que pase, se ha preferido lo segundo, entre otras cosas, porque a cada momento que transcurre, se hace más difícil la anticipación o la previsión. 

 

Nada mas actual y necesario de abordar que el tema de la prospectiva proposicional colectiva, considerando la destrucción del tejido social que tienen muchos pueblos.  Si colectivamente se propusiera construir un futuro mejor que éste al que estamos siendo sometidos por la apatía de nuestras posiciones, no se dudaría que seriamos un ejemplo para muchas naciones.

 

El objeto de esta investigación se refiere a la práctica, pero abordada desde el punto de vista conceptual o teórico.  Mal se pudiera pretender abarcar tanto lo teórico como la aplicación de los conceptos, en especial porque se considera que la práctica es un asunto permanente que difícilmente se puede llevar a un texto.  Esto viene después.

 

El objetivo de la investigación será el de identificar unos pasos lógicos y pertinentes que permitan el aproximarse adecuadamente a las pretensiones de una organización o comunidad para construir un futuro.  Quedará a su decisión amable lector el comprobar el cumplimiento del objetivo establecido.

 

La hipótesis de trabajo o idea básica a defender, parte de la siguiente consideración: “Si el futuro no está determinado, entonces su construcción o determinación no necesariamente se da acorde con nuestra capacidad de anticiparlo, sino con nuestra determinación para hacerlo realidad”.

 

Los métodos utilizados en esta investigación han sido métodos teóricos, que parten de la creatividad y de la innovación.  Y también métodos sistémico estructurales.  Poco o nada se ha empleado de los métodos empíricos por la misma característica conceptual de este trabajo.

 

A continuación se analiza el problema de hoy en la prospectiva, el objeto de este libro y el objetivo que se pretende lograr en el ámbito teórico.

3. Concepto de futuro

No puede faltar una mención al tema de futuro en este libro porque la prospectiva está imbuida en el concepto del tiempo y en especial en el del futuro.

 

EL futuro no existe, así como tampoco existe EL pasado.   No existe UN futuro, no existe UN pasado.

 

Existen interpretaciones colectivas o individuales del pasado, no siempre concordantes y permanentes en el tiempo.  En la medida en que las organizaciones, comunidades o individuos evolucionan de alguna forma, en esa misma medida sus interpretaciones sobre el pasado también evolucionan.

 

Existen ideas anticipatorias y/o propositivas de los futuros colectivos y aun de los individuales, pero al igual que ocurre con los pasados dichas ideas evolucionan con el tiempo.

 

Tanto los pasados como los futuros están constituidos de situaciones cambiantes a cada presente y los efectos de esas situaciones es lo que nos interesa.  En especial los efectos de las situaciones de los futuros.

 

Aunque la prospectiva esta imbuida de los futuros no puede confundirse una cosa con la otra.  Mal pudiera decirse que la prospectiva es la ciencia de los futuros.  Muchas de las personas que la abordan desde este ángulo fácilmente llegan a contradicciones en sus teorías y es por ello que el marco teórico de la prospectiva es tan estrecho.  No tanto porque no tenga pertinencia o importancia, sino en parte por la dificultad que ha existido en su abordaje desde el concepto de futuros.

 

El tratamiento del futuro parece ser un tema evitado por varios autores y muchos de los que lo tratan, lo abordan desde lo mítico, desde el oráculo, desde la previsión, la predicción o desde la anticipación.

 

Para muchas personas el tratar los futuros o hablar de los futuros se limita al campo individual y por ello generalmente el tema recae en manos de adivinos.  Pero se olvida que los futuros, mas que un asunto individual, es un asunto colectivo en el cual se dan las bases para hacer realidad los futuros individuales.  Es mayor la influencia del futuro colectivo en el futuro individual, que la influencia de miles de futuros individuales en el futuro colectivo.  Es mas fácil incidir en un futuro individual a través de un futuro colectivo, que lo contrario.

 

Los futuros individuales se crean a partir de los futuros colectivos.  Algunos creen que los futuros individuales están predeterminados y que por lo tanto los futuros colectivos también lo están.  Si los futuros individuales estuviesen determinados, no lo están los futuros colectivos, porque el todo no es la suma de las partes, el todo es mas que la suma de las partes.  Mal pudiera pensarse que un conjunto de futuros individuales y disimiles pudiera configurar un conjunto unívoco de futuro colectivo que el que vive una comunidad u organización.

 

Tratar sobre los futuros, puede ser entonces un tema alejado de adivinos en la medida en que estos sean los colectivos.  Tratar sobre los futuros puede ser un tema cercano a los profetas en la medida en que estos traten lo colectivo y anticipador.  Tratar sobre los futuros puede ser un tema cercano a los ciudadanos comprometidos y a los lideres en tanto estos traten lo colectivo y propositivo.

 

Por otra parte, científicamente ha existido un temor a referirse al tema, porque se dice que los futuros no existen todavía.  Pero también se olvida que mas que referirse a los futuros en si, los científicos pudieran referirse, en vez de eso, a los actos de preocupación por lo que está por llegar.

 

Pasa igual con toda ciencia de las llamadas sociales.  Si el Pedagogo al hablar de pedagogía se refiriera al educando ya formado - cosa que no ha sucedido -, estaría tratando un tema de futuro, un futuro no hecho realidad.  Lo que se da generalmente, es que el científico en su ciencia respectiva, trata el proceso mas que el resultado.  Cuando ese proceso ha sido debidamente estudiado y analizado hasta descubrir las leyes y relaciones y cuando se realiza el procedimiento con todo el rigor de la ciencia respectiva, entonces puede asegurarse el resultado, con lo que indudablemente lo anticipa, pero no por la predicción, sino por el esfuerzo de transformación.

 

De la anterior analogía se desprende el marco teórico de este libro.  Existe una determinación especial sobre los actos de preocupación por los futuros, así sea en la mente, así sea seminal, que cuando logre el nivel adecuado de motivación colectiva, logrará la materialización de los futuros verdaderamente soñados por las comunidades o las organizaciones. 

 

Si el futuro no está determinado, entonces su construcción o determinación no necesariamente se da acorde con nuestra capacidad de anticiparlo, sino con nuestra fijación para hacerlo realidad.  No es entonces la determinación para anticiparlo lo que cuenta, sino la determinación para construirlo.  No es entonces la calidad anticipatoria del investigador lo que cuenta, sino el compromiso de todas y cada una de las personas que participan en el logro de los futuros.

 

Si el futuro no existe es el tiempo de empezar a construirlo.  Si en verdad existe, ¿quién lo diseñó?

La Base Teórica

En este capítulo se analiza el problema, el objeto y el objetivo relacionados con la investigación.  Pudiera de alguna forma generarse una confusión en el lector porque otros epígrafes se refieren a los mismos temas dentro de la propuesta, pero allá mas adelante, ellos se encauzan al problema, objeto y objetivo de la práctica prospectiva, mientras que aquí se refieren a la problemática planteada al investigador, al sujeto que participa en la práctica de la prospectiva, al objeto de la investigación y al objetivo que se pretende lograr con este aporte.

4. El problema de la prospectiva como disciplina.

Según algunos autores[*], el término Prospectiva o Prospicere (Mirar a lo lejos, Mirar desde lejos) fue rescatado del latín por el Francés Gaston Berger en el año 1957, para des-caracterizar los estudios sobre el futuro que en su momento se hacían y que estaban cargados de previsión y por ende de predicción.  El término prospectiva, en opinión de Hugues de Jouvenel y Pierre Masse, citados por Godet (1995, 1), “nació de una rebelión del espíritu contra el yugo del determinismo y el juego del azar”

 

Pero dicha des-caracterización produjo su efecto, porque si los estudios sobre el futuro estuvieron, en opinión de esos autores, cargados anteriormente de previsión, ahora en su teoría, estarían cargados de anticipación.  Y la anticipación es una derivación de la predicción.

 

La prospectiva tiene un soporte filosófico defendido por la Escuela Francesa – cuyos mayores exponentes son Bernard y Hugues de Jouvenel y Michel Godet -  y es un triángulo griego, sin mas referencias,  que se compone de tres momentos, denominados por ellos:  anticipación, apropiación y acción.  Si regresamos a los orígenes del triángulo encontramos un desconcierto:  el término Epithumia se tradujo para la Escuela Francesa como anticipación y logos como apropiación.

 

Cuadro 1.  El fundamento filosófico de la Prospectiva Francesa

 

Término original

Traducción

Traducción para la Escuela Francesa

"Logos":

Razón

Apropiación

"Epithumia":

Deseo

Anticipación

"Erga":

Acción

Acción

 

 

No deja de extrañar la forma en la que se realizó la traducción de los términos Epithumia, y logos como anticipación y apropiación respectivamente.

 

 

Dicha escuela reformó los términos griegos hasta manejar los conceptos de anticipación, apropiación y acción sobre los cuales desarrolló una teoría para la sustentación posterior del método y las técnicas representativas de ella.

 

Donde cada uno de los términos tiene la siguiente connotación:

 

Anticipación:     Pensamiento prospectivo.

Apropiación:      Movilización colectiva.

Acción:                        Deseo estratégico.

 

El pensamiento prospectivo actual está muy recargado en la Escuela Francesa por el componente anticipatorio y hoy, de pronto mas que antes, por la rapidez de los cambios en nuestra sociedad y por los efectos grandes y a veces desconocidos de la globalización, se hace difícil anticipar el rumbo de las fuerzas que mueven la sociedad.  Esta debe ser una de las razones por las cuales un nuevo concepto de prospectiva debe hacer mas énfasis en la construcción del futuro que en la anticipación de los cambios.  Y espero que en el futuro aparezcan muchos otros aportes y métodos.

 

El problema de hoy en la prospectiva, es su carácter anticipatorio que no responde a la situación que vive la humanidad.  Se hace necesario des-caracterizarla del componente anticipatorio, en pos de un componente elegible o propositivo como se mencionó anteriormente, sin pretender con ello que la prospectiva pierda su capacidad de tratar de anticipar el futuro, sino dando una oportunidad adicional a la práctica bajo un enfoque de elección.

 

Si este es el problema -uno de tantos que pudiera tener-, se verá enseguida en que parte de la realidad – objetiva o subjetiva - se manifiesta.  Esto es lo que se denomina como el objeto en este libro.

El Objeto Del Aporte – La Práctica

 

La práctica y la teoría prospectiva de la guía consideran los siguientes pasos:  Delimitación del problema, identificación de tendencias, de rupturas y de variables estratégicas o variables claves, evaluación del poder de los actores, construcción de escenarios y determinación de objetivos, estrategias, acciones y finalmente, funciones de vigía y control.  Este es el primero de los tres enfoques de la práctica que tiene la prospectiva actualmente.

 

Hoy se reconocen dentro de la guía  - explicada con mayor detalle en el anexo B -  algunos pasos que no deben faltar y más que estar esos pasos organizados en forma lógica, lo que se presenta mayoritariamente es el empleo de algunas técnicas alrededor de las cuales gira el trabajo, desde la delimitación del problema hasta la parte del control de las acciones y estrategias del plan. 

 

Con frecuencia, es mayor la importancia dada al empleo masivo de técnicas como el Abaco de Regnier, el método Delphi, el Análisis Estructural, la Matriz de Impacto Cruzado, los Escenarios, el Árbol de Pertinencia y el Grupo Vigía – grupo conformado al final de la guía y bajo cuya responsabilidad queda el control de los resultados -, que el énfasis que se hace para asegurar la pertinencia de las actividades con los actores, el análisis de lo encontrado o lo deseado y la consecución en el logro de los objetivos.  Hoy la prospectiva se reconoce mayoritariamente por el empleo de todas o algunas de esas técnicas y en palabras de algunos importantes autores como Godet (1995, 45), la prospectiva se denomina “método de escenarios”.  Este es hoy el segundo enfoque de la práctica de la prospectiva.

 

Un tercer enfoque por el que se reconoce actualmente su práctica, además de los dos anteriormente mencionados, es el tratamiento que se les da a algunos de los sujetos que participan y se refiere concretamente al facilitador, a los actores, al Grupo Vigía y a los expertos.  Estos cuatro personajes o grupos de personas son solamente unos de los pocos que deberían participar en el proceso.  Hace falta redescubrir los papeles de analistas, asesores, patrocinadores, ampliar el cúmulo de actores o individuos a ser transformados y que también participan dentro del plan de trabajo.  Pero hay otro problema mayor y es el papel que realiza hoy en día el que es llamado facilitador.  Al facilitador se le exige el papel de anticipador.  Comúnmente se observa una intromisión por parte del facilitador en la determinación de variables, tendencias y estrategias y lo que produce con su actitud y comportamiento es la lejanía de la pertinencia de las personas que tienen la tarea bajo su responsabilidad, como son los actores.  Esta distorsión es por demás hoy reclamada por los últimos citados, en el sentido de que esperan del facilitador un papel de líder y conductor de su desarrollo y no solamente el conocimiento profundo de sus etapas de la guía y el amplio conocimiento sobre métodos y técnicas para adelantar el mismo.  Esto se debe al carácter tan marcado hacia la anticipación que tiene hoy la guía prospectiva.

 

Cualquiera de los tres enfoques de la práctica – énfasis en los pasos, en las técnicas y por último en algunos personajes representativos - es limitado, por cuanto la atención se debe centrar en la identificación del problema, en la identificación del objeto y en el cumplimiento de los objetivos que se establezcan en el proceso y a partir de allí, encontrar las etapas adicionales que van a ser necesarias, los métodos y técnicas apropiadas y los papeles que deben ser relevantes en los sujetos que participan o deben participar en el mismo para conseguir los objetivos de modificación de esta realidad.

 

Se requiere entonces llevar a sus justas dimensiones las tres características que identifican la guía, para re-construir la práctica prospectiva.  ¿Cómo se haría? Es algo que se indicará mas adelante.

 

Para argumentar un poco mas alrededor del punto de vista de los tres enfoques, se sugiere pensar en la forma en que se desarrolla en algunas ocasiones el trabajo prospectivo.  Se origina a partir de un problema, planteado por comunidades u organizaciones, se contrata un facilitador al que se le paga por horas de trabajo, este asume su papel por encima del encargo y se convierte en fuente de datos, de información y soluciones para resolver el problema, en síntesis, en un anticipador de futuros.  Por otra parte, las soluciones se concentran en el cambio del aprovechamiento de los recursos, con poco énfasis al cambio de las personas y se habilita un grupo de control o de orientación llamado el Grupo Vigía.  El facilitador termina al poco tiempo su contrato o su labor, quedando la organización o la comunidad o en último término el Grupo citado, con el encargo de lograr la metamorfosis de la organización social o empresarial, sin que en muchas de las oportunidades, se logre el cometido de anticipación o mucho menos el de transformación y en consecuencia, se desprestigia la práctica de la prospectiva.

 

El procedimiento de práctica prospectiva debe poder remover la caracterización que actualmente y restituirle su status a la disciplina, haciendo la claridad de que más que pretender resolver por parte de los investigadores los problemas que son objeto de la prospectiva, lo que se debe resolver es el ¿Por qué?, ¿El qué? y el ¿Para qué? asociados con los sujetos de la investigación en el campo de acción. 

 

Cuando se logre aceptar que el proceso prospectivo se debe abstraer del empleo de técnicas comúnmente usadas - por la Escuela Francesa - y que la prospectiva no se caracteriza por el tratamiento que se le da a todos o algunos de los pasos y mucho menos que el facilitador es el individuo clave en la práctica, se podrá apropiar mas fácilmente el verdadero sentido prospectivo que es el de la transformación de individuos, de organizaciones y en el cambio en el aprovechamiento de recursos para construir un futuro deseado.  Granados (2000) dice que si la práctica de la prospectiva sigue anclada a técnicas y herramientas, cuando estas pasen de moda, lo hará con ellas la prospectiva.

 

La guía se dirige mas hacia los recursos, a la materialización de las acciones que mejoran la eficiencia de procedimientos relacionados mayoritariamente con las ciencias naturales.  Esto hay que complementarlo y fortalecerlo con esfuerzos hacia los aspectos más sutiles y complicados como la variación de los individuos.  Esa transformación no solo cubre el mundo exterior, sino también el interior de las personas y también las percepciones y deseos desde una óptica individual hasta una social u organizacional.  Muchos inconvenientes y contradicciones se encuentran en ese camino de cambio desde las ópticas personales hacia otras de interés en una organización empresarial/social y parte de la tarea será entonces encontrar soluciones a las dualidades y contradicciones identificadas.

 

Diversas técnicas se emplean para lograr ese cometido y para resolver las dualidades y contradicciones y antes de adentrar en este campo, se pudiera realizar una taxonomía de una práctica teórica bajo el amparo del método de investigación científico, para poder desligar las actividades que hoy se efectúan con gran énfasis en los pasos de la guía y sobre las técnicas que van apareciendo ya como de “propiedad” de la misma.  Mas adelante se expone la teoría sobre la cual se basa este trabajo para la modificación de la guía a un proceso prospectivo.

 

Planteados los problemas de la disciplina y el objeto del trabajo como la práctica, se verá enseguida como pretender resolver los problemas y transformar el objeto así sea en el ámbito teórico.  Esto es lo que se llama el objetivo de este aporte.

5. El objetivo – la base teórica de un método. 

El titulo de est libro hace alusión al proceso prospectivo, proceso en cuanto es una secuencia de estados que se alternan entre el análisis de la realidad, la abstracción de un futuro deseado y la construcción del mismo. 

 

En un procedimiento de investigación científico en la cultura occidental, son tres los momentos que se repiten incesantemente.  En un primer momento se observa, se mide, se ven los hechos, se toman datos.  En esta etapa se está en la frontera del conocimiento pseudocientífico o sea la etapa perceptiva del proceso.  Se parte de la contemplación viva de las situaciones, de los individuos, de los recursos y de las organizaciones sociales o sea de una parte de la realidad.  Dicha contemplación se extiende hacia atrás en el tiempo y no solamente se analiza el momento presente.  Es el tiempo de la observación.

 

En el segundo momento interviene la conciencia.  Se trata de entender, de comprender, de explicar y de interpretar en el plano abstracto o de la mente lo que se desea.  Es una fase interior, es una actividad individual pero también compartida en grupo.  Es el tiempo de los métodos teóricos, es el momento de la abstracción.  En esta fase también se crea o cambia la percepción de y sobre las personas y las cosas de la creación.  Es el instante de la construcción de los sueños y las utopías.  Es el tiempo de las hipótesis.

 

En el tercer momento, en general el más enfatizado, se va a comprobar si lo entendido, abstraído, construido a nivel mental y comprendido en el segundo momento, es aplicable en la realidad.  Es el momento de la transformación.  Generalmente esta fase – en lo que respecta al proceso prospectivo- se vive en sociedad, aunque implica también en la mayoría de las veces, una actividad de transformación individual y también por ende de lo creado.  Es el tiempo de los experimentos.

 

Mas claro podría ser, si se explora la cultura oriental en los milenios transcurridos -mucho mas lejanos que los de la cultura occidental -. Ella no ha construido su conocimiento a manera occidental.  Y por ende las ciencias entre ambas culturas no tienen los mismos significados.  En la cultura oriental priman los mismos momentos, pero en un orden y prioridades diferentes.

 

La metamorfosis se realiza en el individuo, a nivel de la conciencia, reconociendo mas importancia a una nueva percepción de la realidad, que en el cambio de la realidad misma.  Cada nueva situación crea en los individuos una oportunidad para la transformación interior que se consigue a través de la meditación y de un trabajo interior consigo mismo. 

 

Otro aspecto para resaltar en el modelo de construcción del conocimiento occidental, es el de la alternancia entre los estados contemplativo, abstracto y experimental, los cuales no se suceden en forma lineal, sino que tienen presencia en todo momento. 

 

La secuencialidad es una consecuencia de las limitaciones como constructores del conocimiento.  El conocimiento, no se construye íntegramente.  La verdad no se desvela, simplemente se retiran paulatinamente las brumas a partes del desconocimiento.

 

En el trabajo que atañe con el manejo científico del proceso prospectivo, los métodos teóricos o de la conciencia como:  el hipotético-deductivo, el de modelación, el genético y el dialéctico, conducen a descubrir y revelar la esencia del objeto y sus relaciones que son accesibles a la conciencia y por ende están asociados con la mente.  Por otra parte, los métodos empíricos, los cuales corresponden a aquellos asociados con la realidad o la creación, pretenden estudiar las características fundamentales y las relaciones esenciales del objeto que son accesibles a la percepción sensorial.  De todas formas, la clasificación que se realiza en términos de realidad y conciencia, genera una deformación  necesaria en la etapa de la interpretación del mundo, porque Realidad y Conciencia forman un continuo por la dificultad de abstraer la conciencia de la realidad.

 

En el campo de acción, ninguno de los métodos descritos se emplea en forma “pura” como se describen en la tabla del anexo C.  Ellos aparecen inmersos en una actividad que parte del análisis de la realidad, sigue a un proceso de contemplación de la misma por la mente y termina el ciclo con la comprobación de la aplicabilidad en la realidad.

 

Retomando a la teoría antes expuesta, en el proceso - de investigación científico - prospectivo se reconocen cuatro fases generales, tres de las cuales siguen la corriente para un plan de trabajo de investigación en general, tal como lo manifiestan Sierra y Alvarez (1996, 25):

 

Fase 1:        Investigación a un nivel fenomenológico.

Fase 2:        Construcción del modelo y despliegue de la teoría en el campo abstracto.

Fase 3:        Comprobación empírica del modelo teórico, predicción de nuevos datos con ayuda de la teoría elaborada y transformación del objeto.

Fase 4:        Conformidad del proceso sobre normas de calidad.  - aporte personal al método -.

 

El énfasis realizado al dividir el plan de trabajo en cuatro fases es circunstancial y se presenta solo con el ánimo de facilitar el análisis, porque la transformación - la penúltima - o la etapa de la construcción, está presente desde los mismos instantes de inicio de la actividad.  No existe en la realidad en el proceso prospectivo un momento - de varios meses -, para la investigación a un nivel fenomenológico, dado que desde la primera fase se da inicio a la transformación de todos aquellos que participan en el mismo y entre ellos se incluye a los actores, a los patrocinadores, a los facilitadores, a los analistas, a los expertos y a cada una de las personas que integran la comunidad desde y para la cual se da la investigación.  Esta aclaración es necesario realizarla porque una vez se haya realizado la taxonomía del plan de trabajo será necesario integrar las partes para entender la importancia del papel de todas y cada una de las personas que intervienen en él.  La estructura general de la idea expuesta, se basa en cuatro fases como se indica en la siguiente figura:

Si unas frases simples pudieran caracterizar las cuatro fases, podrían ser las siguientes:

Cuadro 2.  Equivalencia de las fases

Fase

Una definición simple

Fenomenológica

“Lo que es”

Construcción del modelo

“Lo que debería de ser”

Comprobación del modelo

“Lo que tiene que ser”

Conformidad del proceso

“Cómo debería ser ”

 

Se aclara que tal como se realiza hoy la guía, dentro de su estructura tiene una lógica en la secuencia, pero ella no es suficiente para los propósitos de estructurar el proceso a la manera de una investigación científica.  Un lector adentrado en el tema verá que algunas de las etapas tienen correspondencia con los pasos empleados por la Escuela Francesa.

 

Se preguntará amable lector el porque de la linealidad de las fases. ¿por qué es necesario realizar en primer lugar la fase fenomenológica antes de la de abstracción? Pudiera ser al contrario, o sea realizar la fase de abstracción en primer lugar y luego la de observación. Pero aun cuando es posible, seria difícil evitar los juicios sobre la observación realizada y dejaría de llamarse fase fenomenológica.

 

En conclusión, se propondrá el método de la investigación científica para realizar una nueva práctica.  Pero no se empleará un método sencillo como el que es enseñado a los estudiantes de secundaria, - observación, hipótesis y experimento, sino uno mas elaborado y completo que el indicado en el anexo A.  Este es el objetivo de esta investigación

La Fase Fenomenológica

 

En la primera fase se profundiza el problema y se analiza la realidad.  El resultado final es un conocimiento profundo de lo que es el problema, de la situación actual. Un conocimiento que esta alejado de juicios de valor sobre la situación del pasado y del presente.

 

La primera fase de investigación, que abarca la contemplación de la realidad - lo que es -, es llamada la investigación en el nivel fenomenológico y aparecen identificadas por Sierra y Alvarez (1996, 25) siete etapas, a saber: 

Etapa 1:                       El problema

Etapa 2:                       El objeto

Etapa 3:                       El objetivo

Etapa 4:                       El marco contextual

Etapa 5:                       El marco teórico

Etapa 6:                       El diagnóstico del objeto de la investigación

Etapa 7:                       El análisis histórico y determinación de las tendencias. 

En esta investigación se introduce una etapa adicional*, la octava, denominada:

Etapa 8:                       El modelamiento en la fase fenomenológica.

 

Esta última etapa tiene como finalidad, el obtener un conocimiento profundo de la realidad que vivimos, del presente y del pasado y consolida los resultados de las etapas anteriores.

6. El Problema

Siendo la Prospectiva el arte, disciplina o ciencia que sistematiza los actos de preocupación sobre el futuro, salta a la vista que una de las primeras sistematizaciones que debe realizar es la de elegir los problemas específicos dentro de los muchos que tienen las organizaciones o las comunidades.  Mas dicha actividad pudiera ir mas allá hasta el diseño del problema o sea el diseño de una necesidad no sentida aun en la realidad que viven.

 

Lo que en el fondo se hará será establecer las condiciones y los limites del problema que se quiere abordar para tratar se solucionarlo con los métodos prospectivos.

 

El análisis de la etapa del problema tiene una asociación muy directa con las etapas de objeto y objetivo en la misma investigación.  Será imposible abstraer el tratamiento del problema sin mencionar aún tangencialmente el objeto y el objetivo.  Para el propósito de clasificación se abordará esta etapa en primer lugar haciendo la claridad que en verdad lo que se hace es un ciclo, en donde determinando el problema, se clarifica el objeto y los objetivos y teniendo estos datos claros, se re-encuentra en forma mas obvia el problema.

 

Esta primera etapa del proceso, la determinación del problema de la investigación surge de los inconvenientes, retos u oportunidades que encuentra una organización - empresarial o social - en su diario quehacer.  El problema da respuesta al ¿Por qué? y en términos de la prospectiva aplicada a una empresa o sociedad, parte de una necesidad que tienen en último término los individuos – sujetos - a partir de una situación propia de un objeto derivada de las condiciones - buenas o malas - del mercado, de la tecnología, de los recursos, de los mismos individuos, de la competencia, de los valores que se han formado en la sociedad y/o de otros factores.

 

Implícita se encuentra la necesidad adicional de realizar una modificación, bien para aprovechar la oportunidad y/o solucionar el inconveniente.  De otra forma esta idea no pasaría de ser una idealización más, para engrosar los estudios y los anaqueles.

 

Tal como lo definen Sierra y Alvarez (1996, 4), “el problema - el por qué - de la investigación, es la situación propia de un objeto, que provoca una necesidad en un sujeto, el cual desarrollará una actividad para transformar la situación mencionada.”

 

La identificación del problema en una investigación prospectiva es una tarea relativamente fácil comparada con el resto de las mismas en donde no intervienen métodos complicados y se realiza a través de las observaciones, encuestas y entrevistas.  El problema debe haber evidenciado durante un tiempo una serie de necesidades en la organización o en la comunidad o se pueden estar previendo problemas.  Una herramienta muy utilizada en prospectiva es el Ábaco de Regnier*. 

 

Para aquellos investigadores que caminan en la corriente interpretativista, esta etapa es más participativa que en aquellos que tienen un enfoque más positivista.

 

Una vez planteado el problema, las soluciones al mismo deben poder encontrarse en un tiempo determinado.  Ese tiempo será mayor en la medida en que él tenga que ver o influya en las estructuras sociales de la comunidad, sus valores y su aparato productivo y esto es lo que ocurre generalmente en las problemáticas tratadas por la prospectiva.  Desde el mismo planteamiento del problema se puede entrever la duración del proceso prospectivo porque tanto organizaciones, empresas, individuos, cambiarán en la medida de las aspiraciones de los sujetos dentro de la investigación científica.  Es común observar que la guía tiene un período de estructuración y acompañamiento del facilitador del orden de 12 a 18 meses como lo manifiesta Godet (1995, 36), período después del cual, la guía queda en manos del Grupo Vigía.  No puede hablarse con facilidad de una culminación, dado que la actividad se termina cuando se logra la transformación deseada y no cuando el facilitador ayuda a determinar las estrategias y acciones a desarrollar.  Es posible que lo que termine sea la etapa de asesoría de un facilitador en particular, pero no culmina el esfuerzo y otras personas - o el mismo individuo -, deberán asumir ese papel de facilitadores.

 

En la determinación del problema aparecen claramente determinadas las parejas de problemas/soluciones “utópicas”, que no son mas que situaciones que por su alto contenido de transformación se sitúan muy lejos en el tiempo.  Pero esto no desvirtúa la actividad como tal, sino que hace un llamado a las personas que participan en él, para que desde su inicio sean conscientes de la tarea a la que se enfrentan y no exijan a quienes participan en la dirección, la materialización de los cambios que por su propia naturaleza se dan en el muy largo plazo y con la participación de todos.

 

Este tipo de reflexiones desde la etapa mas temprana del proceso prospectivo, reafirma que las fases de la investigación no pueden realizarse en una forma lineal sino que forman un continuo.  Desde el inicio de la fase fenomenológica, se entra superficialmente al plano de la abstracción para imaginar lo que debería ser el modelo de individuo y de organización y se trata de avizorar la comprobación de la transformación requerida para llegar a ese modelo.

 

Es común encontrar, por una mala determinación del problema, que el quehacer prospectivo termine en un estudio de casos o experiencias de otras comunidades u organizaciones o peor aún, los practicantes de prospectiva se convierten en consultores “sentimentales”.

 

También es frecuente que la determinación del problema tenga una visión muy cerrada o focalizada y se olvida que la solución a éste, depende de la solución de otros problemas que en un principio no se tuvieron en cuenta en la investigación.  Es lo que se conoce como la cadena causa-efecto.  No se debe confundir un efecto con una causa.

 

Es importante no focalizar demasiado el problema, como por ejemplo, darle solución a un asunto netamente económico en una empresa o comunidad, olvidando que en el fondo las dificultades son mas que problemas económicos.

 

En conclusión, en la determinación del problema en prospectiva deben tenerse claros los retos, los inconvenientes y las oportunidades a las que está sometida la comunidad/organización.  La identificación del problema debe realizarse en forma participativa y reconocida por quienes son los individuos representativos de la comunidad u organización y debe quedar claro que el problema no se delimita a sus justas dimensiones hasta tanto no quede definido el concepto de objeto y objetivo.

7. El Objeto

La segunda etapa del proceso es la determinación del objeto de la investigación y corresponde a “El qué” entendido como una abstracción de la realidad que impone las normas para materializar la oportunidad o suprimir el inconveniente focalizado en la determinación del problema.  Nuevamente vemos aquí la relación casi directa entre problema y objeto como se manifestó anteriormente.

 

El objeto dentro de la investigación puede llegar a ser definido en forma extremadamente amplia como les ocurre a las personas con un pensamiento eminentemente interpretativo - muy difícil de existir -.  En este caso, “El qué” corresponde a toda la creación por cuanto cualquiera que sea la definición del problema no existirá para esa persona abstracciones de la realidad que no correspondan a la realidad mas amplia.  Para alguien con un pensamiento positivista, la determinación del problema pudiera tener un gran enfoque, es decir, muy centrado en alguna parte de la realidad.  Pero para nosotros, que tenemos una mezcla de pensamiento positivista-interpretativista, “El qué” en el modelo prospectivo será aquella parte de la realidad - objetiva-sujetiva - que se quiere transformar y que pudiera ser planteada, al menos, en términos de transformación de individuos en general - en especial los llamados actores en prospectiva -, valores, organizaciones, procedimientos importantes y aprovechamiento de recursos para solucionar lo que se definió como problema.

 

Es esta la única vez que en este documento se especifica alguna de las etapas al nivel de detalle que se acaba de observar y esto se ha hecho con la finalidad de llamar la atención al lector para que en la práctica no falte ninguno de los objetos mencionados.

 

Sierra y Alvarez (1996, 5), definen el objeto de la investigación como “aquella parte de la realidad objetiva sobre la cual actúa el sujeto - el investigador -, tanto desde el punto de vista práctico como teórico, con vista a la solución del problema planteado.”  Pero también es relevante el cambio que a lo largo del procedimiento se realiza en el investigador por la intervención de muchas ciencias de corte social.

 

Por ello no es ajena la definición que se ha dado del objeto y que pudiera ser resumido en términos de personas, cosas y valores y sobre las que se actúa para resolver el problema, logrando su solución y la transformación del objeto.

 

Implícita está la afinidad representativa del objeto con el problema, por cuanto cualquier individuo, cosa o valor pudiera decirse que tiene relación, pero, ¿Cuáles de esas relaciones son representativas? Esta es la pregunta que se deberá hacer para tratar de delimitar el objeto de la investigación.

 

En prospectiva muchas afinidades se pueden suponer desde el momento de inicio, pero el tratamiento adecuado de la labor debe conllevar a identificar aquellas relaciones que son realmente importantes para darle solución al problema y que en el transcurso del mismo dan lugar a replanteamientos.

 

Otro aspecto importante en la definición del objeto, es el que se deriva de la necesidad de establecer definiciones y/o glosarios de los términos y acepciones usadas para iniciar una nivelación semántica entre todos los participantes y para establecer con claridad los atributos de cada una de las partes que componen la abstracción de la realidad como objeto.

 

Respecto a aquella parte del objeto que se refiere a los individuos de la comunidad o la organización, es importante considerarlos mas allá de su dimensión bio-psico-social, es decir, con un criterio amplio que facilite la transformación de cada uno de esos tres aspectos involucrados en los hombres y de su papel ante la creación.

 

Algunas prácticas, pueden derivar en darle prioridad a algún tipo de personas dentro de la comunidad u organización, como también a plantear solo algunos de los muchos valores que deben estar presentes en ellos.  De la misma manera, algunas organizaciones, procedimientos y recursos pueden configurar el objeto en prospectiva.  Esto se determinará de acuerdo con la voluntad argumentada y asesorada de las personas que participan en esta segunda etapa de la investigación, que por lo general podrían ser los patrocinadores, los facilitadores y algunos de los actores mas importantes dentro de la comunidad u organización empresarial.

 

Una vez determinado el objeto se debe revisar la definición encontrada del problema de la investigación para darle consistencia a las dos etapas cumplidas hasta ahora dentro del proceso.

 

En conclusión, la determinación del objeto en la investigación debe enmarcarse en identificar aquellos conjuntos de individuos, cosas, procedimientos, valores y recursos pertinentes y afines con el problema que ocupa y haciéndolo en una forma consistente en su conjunto con la determinación del mismo y con lo que se espera, la determinación del objetivo.  Cuándo se identifique el problema, se debe estar en capacidad de responder a la pregunta ¿En quien se manifiesta el problema? La respuesta es el objeto.

 

Cuando se identifique el problema y el objeto se debe estar en capacidad de responder a la pregunta ¿ que debe hacerse para superar el problema que tiene el objeto? La respuesta es el objetivo.

8. El Objetivo

La tercera etapa del proceso es la determinación de los objetivos de la investigación y que corresponde al “Para qué”.  En términos de Sierra y Alvarez (1996, 5), “el objetivo es la aspiración, el propósito, el para qué se desarrolla la investigación, que presupone el objeto transformado y la situación propia del problema superado.”  Nuevamente se observa la congruencia entre las tres primeras etapas de una investigación:  problema, objeto y objetivo.

 

La reconstrucción del objeto, mencionada dentro del objetivo y las mismas cualidades del primero que van mas allá de la transformación de recursos físicos, impone al cometido una connotación de largo plazo, por no decir permanente. 

 

Si lo que se pretende es la transformación del objeto – definido anteriormente en términos generales como individuos, organizaciones, aprovechamiento de recursos, procedimientos, valores -, mal pudiera decirse que un proceso prospectivo tiene duración acotada o que sus resultados se ven exclusivamente en el corto plazo.  Es por ello que el objetivo tiene que plantearse en el largo plazo en especial porque la naturaleza del objeto no permite una variación como la que se realiza sobre los recursos físicos. 

 

No sobra decir que la actividad prospectiva va obteniendo resultados desde las primeras etapas con resultados parciales.

 

Se puede ahora, realizar un contraste con los procesos de planeación estratégica.  En ellos es común encontrar demasiado énfasis en la transformación de recursos físicos, procedimientos y sub-organizaciones, por lo que sus resultados pueden verse en poco tiempo - unos cuantos meses o años -.  En la labor prospectiva, cuando el objeto y el objetivo están muy focalizados, también es posible plantear y lograr las transformaciones en corto tiempo, pero advirtiendo de antemano que todo aquello que trate sobre transformación de individuos en cuanto a valores y aún percepciones, es por su misma naturaleza demorado por la resistencia al cambio de los mismos y por llevar implícita una labor educativa, formativa, que pudiera tomar en tiempo, el equivalente a varias generaciones.

 

Según Sierra y Alvarez (1996, 5), algunas cualidades del objetivo son:

 

1.       El objetivo es orientador, ya que es el punto de referencia a partir del cual se desarrolla la investigación a cuyo logro, se dirigen todos los esfuerzos de las personas que participan en la faena.  Es entonces orientador para ellos.

 

2.       En la formulación del objetivo deben quedar expresados de forma sintética y generalizadora, las propiedades y cualidades de los objetos de la investigación que deben ser ponderados en la solución del problema planteado.

 

 

3.       Se expresa en tono afirmativo.  El objetivo es el resultado que se prevé en la solución del problema.  Presupone los objetos ya transformados.

 

 

4.       Se declara en forma clara y precisa donde no quede lugar a dudas, el resultado al cual se quiere arribar como conclusión de la investigación y tan prolifero como sea necesario.

 

 

5.       El objetivo debe quedar limitado a los recursos humanos y materiales con los que se cuenta para realizar la investigación o con los que podría contar en el futuro.  Muchas de las acciones se pueden lograr con enfoque en las inversiones tanto de dinero como de esfuerzos.

 

 

6.       Debe ser evaluable, ya que la evaluación de toda investigación tiene que estar encaminada a la solución del problema formulado a resolver y por lo tanto debe ser mensurable ese resultado.  Esta evaluación debe estar en capacidad de hacerla cada una de las personas que participan en el quehacer.

 

 

La cualidad de “limitado” en el objetivo debe entenderse con reserva, porque gran parte del trabajo realizado en prospectiva se realiza sobre capitales no escasos, es decir, al trabajar con individuos, con personas, organizaciones, sobre valores, educación, motivaciones, intereses, códigos de comportamiento y aún mercados, estos no están limitados tal como ocurre con los atributos con que cuentan los recursos físicos como dinero, materias primas, alimentos, etc.  Aún cuando los medios pudieran ser escasos, cuando los que trabajan con el ánimo de lograr el objetivo, aportan cada uno desde sus posibilidades, los resultados pueden llegar a ser sorprendentes.

 

Hay cuatro condiciones que deben cumplir los objetivos:  la especificidad, la territorialidad, la multidimensionalidad y la temporalidad.  Se analizará cada uno de ellos:

 

La especificidad.  El plantear objetivos específicos para el objetivo general de lograr la transformación de individuos, valores, organizaciones, procedimientos y aprovechamiento de recursos es verdaderamente importante porque a través de ellos se comprobará la eficacia de todo el cometido prospectivo y se darán pautas para la selección de aquellas técnicas apropiadas para lograr el propósito.

 

La territorialidad es otro de los conceptos implícitos dentro de la determinación de los objetivos.  Así como en una organización empresarial se determina que la conversión de individuos, cosas y valores se logra dentro de la misma, en una comunidad debe establecerse el ámbito, el cual por lo general, se circunscribe dentro de los linderos geográficos de la misma.  No quiere decir esto que individuos, procedimientos, etc. De otros sitios no tendrán que ser transformados, sino que se focalizará la investigación científica en aquellos que habitan o frecuentan el sitio donde se realiza.

 

La multidimensionalidad es un concepto importante dentro del tratamiento de los objetivos por cuanto en esta propuesta metodológica se defiende la sistematicidad.  Cuando me refiero a multidimensiones hago mención explícita de los conceptos económicos, políticos, sociales, culturales, educativos, ambientales, tecnológicos, empresariales, intelectuales, éticos, religiosos, ecológicos, etc.  Los objetivos deben ser construidos teniendo en cuenta todos y cada uno de estas dimensiones.  Gráficamente puede expresarse de la siguiente forma:

 

Se debe evitar en la construcción de los objetivos el considerar solo un subconjunto de los objetos y de las dimensiones.  Es frecuente en mi experiencia con procesos de planeación estratégica que aquella parte de la realidad preferida por los directivos empresariales sean las estructuras y los procesos organizacionales que contribuyen de manera decidida en la dimensión económica.

 

La temporalidad es el último de los conceptos que se exponen en esta parte de la investigación y desde estas primeras etapas las personas que participan en la actividad deben empezar a fraguar el período durante el cual, en forma intuitiva o instintiva, se logrará la transformación de los objetos.  No debe temerse a esta aseveración.  Muchas veces durante las etapas que se avecindan en la actividad, se profundizará el tema de los objetivos.  Y si en este momento la temporalidad es intuitiva, no ocurrirá así al finalizar la segunda de las fases.

 

Se puede plantear una nueva formulación sobre la construcción del futuro.  El tiempo que tarda la construcción del futuro es directamente proporcional a los cambios planteados frente a la situación actual e indirectamente proporcional a la magnitud del esfuerzo colectivo.

 

 

Tiempo de construcción del futuro

 

 

Magnitud del cambio propuesto

_»

A

___________________________________

 

 

Magnitud del esfuerzo colectivo

 

A= coeficiente o parte de la formulación que incluye otros factores.

 

Si la magnitud del cambio propuesto es muy elevada y al tiempo es muy baja la del esfuerzo colectivo, el tiempo de construcción del futuro es muy elevado.  De aquí surgen en parte las UTOPÍAS.

 

Las tres etapas analizadas hasta ahora:  la determinación del problema, objeto y objetivo en una investigación prospectiva caracterizan a la misma, en una forma mas importante, que la que producen las herramientas y métodos utilizados en el desarrollo del trabajo y aún siendo conocedores de la importancia de estas etapas, actualmente no se les presta la atención apropiada y mucho menos se comparten las determinaciones con quienes serán los actores en el proceso.  Es frecuente que en estas etapas participen hoy, casi con exclusividad y en forma equivocada, quienes son los facilitadores y aquellas personas que aparecen como patrocinadores.

 

En conclusión:  se deben considerar los objetivos en su dimensión temporal y espacial, plantear los objetivos específicos para cada uno de los objetos de la investigación y replantear la definición antes encontrada del problema y del objeto para que la tripleta de problema-objeto-objetivo, tenga consistencia.

9. El marco contextual

La cuarta etapa es la determinación del marco contextual en que se va a desarrollar el proceso prospectivo.  En esta se destacan la orientación en la formación de los sujetos de la investigación  - actores, facilitadores, analistas y expertos entre otros -, en sus creencias, en su participación, en sus habilidades de trabajo en equipo, en sus códigos morales y en sus percepciones de lo que significa vivir en comunidad - bien en el campo empresarial como en el social -, como también los valores que se les atribuyen a los comportamientos y a sus intereses personales enfrentados a los de la organización.

 

Estos factores determinan la orientación en los procedimientos detallados en la investigación prospectiva y el empleo de métodos, técnicas y herramientas.  En contraposición a muchas prácticas frecuentemente usadas en los planes de administración estratégica, se hace relevante adoptar un comportamiento participativo en oposición a un pensamiento individualista por la misma naturaleza del objeto y de los objetivos de la investigación. 

 

Mucho se ha filtrado de la orientación filosófica de la Escuela Francesa, en la que la libertad y la voluntad de los actores - los que tienen el poder -, eran la base para lograr la transformación del objeto, pero ni aún en el campo empresarial están dadas las condiciones para que dicha modificación se de sobre los principios de libertad, poder y voluntad comúnmente mencionados en la literatura de prospectiva.

 

Ya algo se ha mencionado sobre comportamientos que pueden mejorar el desempeño en la práctica de todas las personas que participan en ella.  A continuación se detallan algunos comportamientos favorables y desfavorables para la misma basadas en ideas expresadas por Notario (1999).

 

La práctica debe tener mucho de actitudes que favorezcan el “descubrimiento” para comprender e interpretar la realidad, enfatizar los significados de las personas, hay que darle valor a las percepciones, intenciones, acciones y a los significados subjetivos.  Resulta menester establecer y aceptar la dependencia entre investigador - todos los que participan en el cometido - y objeto, considerar que el investigador esta implicado, aceptar la interrelación entre cosas y personas.  Buscar tener un pensamiento múltiple, holístico y divergente.  Hacer énfasis en el tratamiento cualitativo, intuitivo-inductivo de la información y de los datos, apoyarse en entrevistas para conseguir la información, realizar observaciones participantes de los asuntos tratados en cada etapa, dar un tratamiento cualitativo a los datos que se recojan en la investigación además de aquellos que por necesidad tienen que ser cuantitativos, realizar la retroalimentación mutua entre los encuentros realizados y hacer uso de explicaciones ideográficas – descriptivas - de los asuntos encontrados. 

 

Al mismo tiempo, la práctica debe tener un manejo “adecuado” – en el sentido de controlado -  del empirismo, de la comprobación de hipótesis.  Debe mediar tacto en el explicar, predecir, controlar fenómenos, verificar teorías y formular leyes.  Los investigadores no deben realizar las tareas con independencia.  Hay que manejar una neutralidad por parte del investigador, en especial por aquellos que son los facilitadores.  No se debe pecar por objetivo, estático, fragmentable o convergente.  Se deben relevar los experimentos a sus justas dimensiones.  No sobrepasarse en los métodos hipotético-deductivos.  No ser recalcitrante en la precisión, en el control y en las pruebas estadísticas para el análisis de los datos.  No dar mucho predominio a lo teórico y no olvidar que las personas que trabajan en la faena tienen valores y que el método de por si no garantiza la objetividad, dado que no es lo único que cuenta.  Otra cosa que no se debe olvidar es que las condiciones sociales, económicas, educativas, culturales y políticas están influyendo y seguirán influyendo en el objeto de la investigación.

 

Es importante resaltar que el marco contextual de la guía esta infundido fuertemente por el marco contextual del facilitador quien impone en la guía los métodos, técnicas y herramientas que son compatibles con su escuela de vida y que la mayoría de las veces termina siendo el de una escuela positivista*.  En el plan de trabajo prospectivo, el facilitador o grupo de facilitadores deberá caracterizar los grupos de personas con los que trabaja y de acuerdo con esa caracterización deberá seleccionar aquellos métodos, técnicas y herramientas compatibles con la orientación en la formación de ese grupo de personas y no con el suyo propio, manteniendo en todo momento una actitud de respeto y neutralidad frente al grupo.

 

Según Sierra y Alvarez (1996, 6), dentro del marco contextual, también se define la justificación y la actualidad de la investigación y se contribuye a precisar los recursos financieros, humanos y materiales con los que cuenta la organización o la comunidad para realizar la investigación, los que delimitan su alcance o sea su viabilidad.

 

La determinación de los objetivos específicos de la anterior etapa, permitirá a quienes participan en la investigación realizar la precisión de los recursos y al tiempo se logrará una reevaluación de los análisis temporales implícitos en la etapa del objetivo de la investigación, porque podrá confrontar el tiempo en el cual se logrará la transformación con los recursos que parecen estar disponibles para lograr la misma.  La justificación y la actualidad se darán en la medida en que el problema se encuentre explícito. 

 

Existe entonces una retroalimentación entre el marco contextual con el problema y el objetivo.

 

El marco contextual es determinado por las condiciones especiales de los investigadores y también por la influencia del medio sobre la investigación.  El medio está caracterizado por las influencias económicas, políticas, sociales, culturales, educativas y ambientales entre otras.  Pudiera pensarse que la investigación debería ser inmune a dichas influencias, pero no es así.  Esto parecería ser consecuente si el campo de aplicación fuese la química o la física, pero en el campo que atañe, difícilmente esto se logrará.

 

Notario (1999) manifiesta que lo que sucede en un lugar, no necesariamente se replica en otro, entre otras cosas porque los marcos contextuales son diferentes.  De aquí la importancia de tener claros para la transformación, los factores de influencias económicas, políticas, sociales, culturales, educativas, ambientales, tecnológicas, empresariales, intelectuales, éticas, religiosas, ecológicas, etc.

 

En conclusión:  los investigadores deben tener la habilidad para ayudar a caracterizar el medio y los grupos de personas y establecer el enfoque de formación que tienen ellos en su conjunto para seleccionar los métodos, técnicas y herramientas apropiadas.  Deben también en esta etapa facilitar la realización de la justificación, la actualidad y la precisión de los recursos disponibles para lograr el cambio.  Esa selección de métodos, técnicas y herramientas apropiadas, permite desligar la práctica de aquellas que por años la han caracterizado y las releva a sus justas dimensiones.  Con esto se logra en parte uno de los objetivos específicos:  obtener la independencia del proceso frente a los métodos y técnicas hoy por hoy utilizados*.  Podrá decirse por ejemplo, con toda tranquilidad, que el Análisis Estructural no tiene porqué ser una técnica imprescindible en la labor prospectiva, tal como ocurre hoy con la guía.

10. El marco teórico

La quinta etapa es la determinación del Marco teórico.  En ella, los investigadores deben estudiar todo lo que se haya previamente elaborado con respecto al objeto de la investigación que en este caso es múltiple; y precisa posteriormente, en qué grado, con la información existente, se puede satisfacer el problema desde las etapas previas o si por el contrario, se justifica continuar la investigación.  Difícilmente aquí la solución está tan a la vista, a no ser que se hayan determinado unos objetivos muy específicos o por otra parte que el objeto u objetos estén muy focalizados y que todo apunta que el campo de las ciencias sea el de las naturales.

 

Sierra y Alvarez (1996, 10) afirman que para resolver el problema de la investigación resulta menester caracterizar el objeto en el que se manifiesta el problema, es decir modelarlo.  Para lograr ello, el investigador estudia todo lo que se haya elaborado anteriormente al respecto y establece su marco teórico. 

 

Difícilmente podría asegurarse que como resultado de la revisión de la literatura disponible sobre otros casos prospectivos, se encuentren teorías científicas o generalizaciones empíricas que hayan sido demostradas y que sean al mismo tiempo aplicables en su totalidad al caso en estudio y que correspondan en el marco contextual. 

 

La elaboración del marco teórico no es tan sólo reunir información, sino que ella se debe relacionar, integrar y sistematizar - u organizar -, contribuyendo en alguna medida a la conformación de un nuevo modelo tanto de los individuos en los aspectos bio-psico-social como de todo aquello que caracteriza los otros objetos de la investigación como son los valores, los procedimientos y el aprovechamiento de recursos.  Se requiere de la capacidad de síntesis y enfoque del investigador.

 

Expresan Sierra y Alvarez (1996, 7), que “un error común en el investigador principiante, es que confunde el marco contextual y el marco teórico.”  El primero se refiere a las características del medio, de aquello que precisa todo lo que rodea al objeto de investigación o a su campo de acción.  El marco teórico es lo existente sobre el objeto o campo.

 

Podemos agregar que el marco teórico constituye el conjunto de conocimientos teóricos y empíricos existentes sobre los individuos, cosas, procedimientos, hechos y fenómenos que dan origen al problema planteado.  Pero no se debe confundir esta etapa con otra que está por verse y se refiere a la construcción del modelo que se realiza en la conciencia de los investigadores o sea en un plano abstracto y que por ende también es teórico.

 

En esta etapa se recoge y aporta toda la información relevante sobre los objetos de la investigación.  Es necesario identificar los conceptos, relaciones y leyes asociados con los objetos y debe realizarse una búsqueda tanto en el plano local, como en el nacional y en el global, como se indica a continuación:

Cuadro 3.  La amplitud del marco teórico

Marco teórico

En lo local

En lo nacional

En lo global

Al nivel de individuos

 

 

No deben faltar

 

 

No deben faltar

 

 

No deben faltar

Al nivel de organiza-ciones

Al nivel de los valores

En el ámbito de los procedimientos

Al nivel de los recursos

 

No basta solo con un enfoque local, nacional o global.  Deben investigarse los marcos teóricos en todos los ámbitos territoriales.  Investigar lo exógeno y lo endógeno.  Solo de esa forma se podrá determinar posteriormente lo que diferencia o asemeja los objetos a aquellos en otros planos.  Lo global es fundamental porque solo a partir de comparaciones a ese nivel se podrá dar viabilidad a los individuos, organizaciones y procedimientos en el futuro.  De otra forma se configurarán islas virtuales con lo que las diferencias se vuelven insostenibles y la inestabilidad de la misma puede generar una autodestrucción.

 

Es conveniente el poder expresar el marco teórico en términos de la historia de los objetos de la investigación, lo que fueron y lo que son hasta el presente. 

 

La relación de esta etapa con las anteriores es mas clara en lo que respecta al objeto de la investigación como se indica en la siguiente figura:

 

Es necesario realizar en esta etapa el inventario y la historia de medios y recursos con que ha contado la comunidad o la administración para su diario quehacer.  Es común que en el ámbito empresarial se tenga como fuente de recursos el presupuesto o los ingresos que por diversas formas ingresan a la empresa y el potencial humano de las personas que la integran o de quienes sean contratados –y pagados- para la gestión de la empresa, pero a nivel comunitario ocurren muchas diferencias.  En primer lugar, las personas que interesan y que van a llevar bajo su responsabilidad las acciones de transformación, no son siempre remuneradas y si lo son, no lo van a ser por quienes llevan el patrocinio del proceso prospectivo y en segundo lugar, no siempre se tiene un presupuesto o fuente de ingresos monetarios para facilitar las acciones estratégicas con las cuales se hará efectiva la transformación, a no ser que se cuente con los ingresos corrientes de la misma comunidad, en cuyo caso, el obtener un patrocinio de las autoridades municipales o de otra índole similar, será fundamental.

 

En conclusión:  se debe en esta etapa recopilar toda la información pertinente y que se relacione con cada uno de los objetos de la investigación y que lleve directa o indirectamente a la solución del problema, sin olvidar el enfoque en lo local, lo nacional y lo global, lo exógeno y lo endógeno, lo pasado y lo presente.  Será necesario realizar un inventario histórico de medios y recursos y derivar de todas estas tareas las caracterizaciones observadas en los objetos, por cuanto servirán de base para posteriores etapas de la investigación.

Diagnóstico de los objetos de la investigación

La sexta etapa se refiere al diagnóstico de los objetos de la investigación y según Sierra y Alvarez (1996, 7), ella “se realiza con el fin de determinar aquellas características esenciales internas y externas de los objetos investigados y que se manifiestan en el problema.”  También se determinan las cualidades de dichas caracterizaciones. Con este fin se emplean los métodos de investigación documental y empíricos, con lo que se precisan en una primera aproximación, las características que poseen los objetos y que deberán ser modificadas muy posiblemente en la fase de comprobación del modelo, las cuales tienen por ahora un carácter facto-perceptibles.

 

Toda la información aportada en el marco contextual y recogida en el marco teórico, cumple un papel auxiliar que le da cierto contorno a la investigación y posibilita, en una segunda aproximación precisar el problema, el objetivo y ahora el campo de acción.  Además se concreta la actualidad de la búsqueda.

 

En el campo prospectivo, siendo el objeto de la investigación los individuos en general, los valores, las organizaciones, los procedimientos y el aprovechamiento de recursos, se debe en primer lugar, establecer cuales son aquellas características esenciales externas e internas que los determinan.  Se impone así una tarea de modelamiento pues como se sabe, siendo infinitas sus características, la investigación se debe centrar en aquellas que por su carácter de esencial se resaltan y las hacen inconfundibles en un análisis mas amplio.  Es común encontrar esta falencia en los estudios prospectivos que se realizan hoy en día, por cuanto esta caracterización pareciera ser que saliera de formatos predeterminados por los facilitadores en la guía.

 

El diagnóstico permitirá abordar con detalle la identificación de las características esenciales de los objetos y preparará para la siguiente etapa de determinación de las tendencias y para realizar la última de las etapas de esta fase:  la modelación derivada de la contemplación de los objetos.

 

En conclusión:  en esta etapa se identifican las características esenciales de los objetos que bien pudieran ser establecidas en términos de variables internas y externas y se establece su diagnóstico a la luz de comparaciones en el plano local, nacional y global, endógeno y exógeno.  Será necesario cualificar cada una de esas variables para fortalecer las etapas posteriores como se verá mas adelante.

11. Análisis histórico y determinación de las tendencias

La séptima etapa se denomina como Análisis histórico y determinación de las tendencias.  En esta etapa es frecuente el uso de métodos histórico-comparativos con los que se selecciona un aspecto, componente, indicador del objeto estudiado, variable o característica exógena o endógena y se determina su comportamiento en una serie cronológica, donde mediante comparaciones se establecen sus tendencias.

 

La tendencia según Sierra y Alvarez (1996, 8), “es el comportamiento de los fenómenos o procesos que se manifiesta a través de determinadas variables externas y/o internas importantes de un objeto en una cierta dirección en el tiempo, sobre la base de regularidades de dicho objeto”, pero que no se llegan a establecer, pues en ese caso se estaría haciendo alusión a leyes.  Esto conlleva a que las tendencias se queden en un plano descriptivo, pero que son muy útiles en las etapas iniciales de la investigación.

 

Hablar de tendencias, es hoy sinónimo de hablar de futuro.  En este trabajo hablar de tendencias es referirse al pasado.  Es mirar a través del tiempo el comportamiento de una variable.  No es adivinar como se comportará la variable en el futuro, dado que esto implicaría anticipar.

 

En los estudios prospectivos se deben determinar las tendencias en el manejo de recursos, en las organizaciones, en la sociedad, en los valores y en los individuos conformando un análisis amplio y no circunscrito a aquellas tendencias en el plano local, sino también el plano global:

 

Cuadro 4.  La amplitud de las tendencias

Tendencias 

En lo local

En lo nacional

En lo global

Al nivel de individuos

 

 

No deben faltar

 

 

 

 

No deben faltar

 

 

No deben faltar

 

 

En el ámbito de organi-zaciones

Al nivel de los valores

En el ámbito de los procedimientos

Al nivel de los recursos

 

En esta tarea se determinan algunas otras variables o indicadores externos y/o internos, los que a su vez son propios del aspecto o componente que se investiga y que pueden ofrecer luz en la caracterización de la tendencia.

 

Estos análisis posibilitan establecer o identificar momentos picos, rupturas, fluctuaciones y aspectos más estables que apuntan hacia alguna regularidad de carácter empírico, en que se puedan empezar a manifestar correlaciones entre los indicadores que acusan esas estabilidades.

 

La precisión de las tendencias expresa cierto aporte teórico por parte de los investigadores, ya que se determina a partir de las variables externas y/o internas del objeto y de su comportamiento en el tiempo.  Este aporte teórico, se da desde el aprovechamiento en el conocimiento de otras situaciones conexas al objeto del proceso.

 

La determinación de las variables se realiza en la guía, pero dicha tarea se hace en ocasiones a espaldas del objeto de la investigación, porque este último no se determina.  También se realiza una recopilación de tendencias, pero en un marco global descontextualizado con un mínimo atisbo a la situación local.  Estas son unas de las mayores falencias de las que adolece actualmente la práctica. 

 

Es común que algunos de los actuales facilitadores lleven a los talleres o sesiones de trabajo las tendencias globales sobre algún asunto, sin que se realice el esfuerzo de correlacionarlas con los objetos de la investigación o aún, sin que provengan o se alimenten esas tendencias de la etapa de diagnóstico, que es aquella en la que identificamos las características esenciales internas y externas de los mismos.  También es frecuente en la guía, que este trabajo se realice con expertos que pertenecen a otras comunidades, por lo que los aspectos locales no son tenidos en cuenta o sus opiniones serán emitidas con base a las condiciones que se viven en sus propios terruños y que en algunas oportunidades son diferentes a los hechos nacionales y locales.

 

Es importante resaltar que en la elaboración de las tres últimas etapas existe una realimentación importante como la analizada en las tres primeras etapas denominadas: problema, objeto y objetivo, tal como se indica en la siguiente figura:

 

Entre ellas se realimentan y ninguna está completa en la medida en que las otras no se realicen.  También es posible encontrar una analogía en términos de características pasadas y presentes de los objetos y las cualidades de los mismos de donde el diagnóstico queda explícito.

 

Otra característica, que por lo general se explora en circunstancias paralelas a las tendencias, son las rupturas.  Estas son aquellas condiciones o situaciones que hacen cambiar el rumbo normal de las variables en el tiempo.  Refiriéndonos a la figura antes analizada sobre el comportamiento en el tiempo de alguna variable, encontramos diversos puntos donde se presentaron rupturas.

Hay rupturas de mayor y menor grado.  No se trata entonces de analizar las condiciones que hicieron alterar la variable, sino aquellas que son mas representativas.  No se trata de analizar las condiciones que llevaron a “crecer” o “bajar” la variable, sino que la atención debe dirigirse a aquellas que produjeron mayores cambios.

 

El estar consciente de las rupturas, prepara para entrar a simular esas mismas condiciones en las etapas de implementación de las estrategias y las acciones estratégicas que se verán mas adelante en este trabajo.

 

En conclusión:  las tendencias deben ser elaboradas con una perspectiva amplia en lo local, lo nacional y lo global y basados en las variables internas y externas que caracterizan y cualifican a cada uno de los objetos de la investigación.

12. Modelamiento en la fase fenomenológica.

Si hasta el momento ha estado presente un trabajo lineal en la descripción y futura ejecución del subproceso fenomenológico, ha llegado la hora de lograr la integración de los mayores resultados en esta fase.  Se advertía al inicio de este escrito que la separación es circunstancial y tiene un fin pedagógico porque no sería fácil explicar cada una de las actividades sin diferenciarlas entre ellas.  Por otra parte, ha resultado fácil encontrar secuencias cíclicas en la determinación de algunas de las etapas como ocurre con la tripleta problema-objeto-objetivo, e igualmente con la de la tripleta: marco teórico-diagnóstico-tendencias

 

Debe aclararse, anticipando un poco el tema, que el modelamiento no es una tarea exclusiva de la próxima fase denominada como Construcción del Modelo.  También esta fase fenomenológica es susceptible de modelar, pero no de lo abstracto sino a partir de lo que caracteriza y cualifica a cada uno de los objetos de la investigación en la realidad.  La tarea entonces será la de modelar al menos cada uno de los siguientes objetos:

 

·         Individuos

·         Valores

·         Organizaciones

·         Procedimientos importantes

·         Aprovechamiento de recursos

 

Antes de seguir adelante conviene expresar que se entiende por modelamiento en las palabras de Notario (1999, 58):

 

“La modelación consiste en sustituir el objeto de investigación por un modelo, el cual representa un reflejo mediatizador de la realidad y se sustenta en la lógica de la ciencia.  El modelo se basa en la unidad sujeto-objeto de modo que el investigador realiza abstracciones* y aplica otros procedimientos lógicos de asimilación teórica de la realidad permitiendo en ciertas condiciones, situaciones y relaciones, sustituir al objeto.  En determinadas ciencias son comunes los modelos físicos, cuando posee la misma naturaleza física que el objeto o los modelos matemáticos cuando en naturaleza es distinta a la del objeto.  La modelación facilita el estudio del objeto pero debe subrayarse que al analizar las posibilidades de estos sistemas no puede perderse de vista la analogía entre modelo y objeto y sus límites ya que de lo contrario conduciría a graves errores metodológicos y epistemológicos.  Si este proceso es correctamente conducido la investigación del modelo arrojará conclusiones e informaciones válidas acerca del objeto.  La expresión superior de esta concepción es la del modelo sistémico estructural como reflejo de la realidad en el pensamiento”.

 

No debe faltar en la realización del marco contextual, del diagnóstico y de las tendencias en el plano local, nacional y global, mención de cada uno de los objetos considerados por la investigación.  Si acaso alguno de los objetos no hubiese sido mencionado, se deberá reiniciar el trabajo para llenar los vacíos encontrados.

 

Los insumos para el modelamiento son entonces las características, cualidades y propiedades encontradas en las etapas antes mencionadas

los métodos de modelamiento están referidos en el anexo C en la categoría de métodos teóricos y Sierra y Alvarez (1996, 10), reconocen el método sistémico-estructural como la máxima expresión de los del modelamiento.  También, la teoría de juegos puede ser de gran ayuda para modelar los individuos interactuando en los procesos, en las organizaciones, con los valores y en el aprovechamiento de los recursos.  Resaltando que cuando la modelación se realiza a partir de una teoría, se permite la predicción del comportamiento del objeto modelado con lo que se minimiza el problema de la realización de experimentos en el campo de las ciencias sociales.

 

Finalizando esta etapa, se da término a la fase fenomenológica.  En las ocho etapas analizadas hasta el momento y que cubren siete descritas por Sierra y Alvarez (1996) y otra –la octava- que se considera necesaria, se ha pretendido dar una base para la práctica y repasar lo que se ha entendido en la guía de la escuela tantas veces mencionada.

 

Esta primera fase, la fenomenológica que incluye ocho etapas, se denomina en la investigación científica como la fase empírica y es en la que se establece el contacto con la realidad. 

 

Puesto que uno de los objetivos específicos es el de lograr la descontextualización de los pasos, métodos, técnicas y herramientas en la actividad prospectiva que hoy se utilizan y entre los que resaltan:  el Ábaco de Regnier, el Análisis Estructural, el de modelamiento de actores a través de la técnica Mactor y el método de escenarios de la Matriz de Impacto Cruzado Smic*, se indica en el anexo F una lista bastante amplia elaborada por los investigadores Luis Arnaz y Jay Melican (1996, 10) y que se denomina ideario de métodos, técnicas y herramientas, el cual es complementado con otro listado en el anexo G con técnicas e instrumentos prospectivos de Miklos y Tello (1998, 161).

 

A continuación se explora la segunda de las fases de una investigación a la luz de los aportes de Sierra y Alvarez (1996) y que se refiere a lo que se ha denominado como construcción del modelo

La construcción del modelo.

 

Esta fase tiene como finalidad el obtener un conocimiento profundo de los sueños o los deseos de la comunidad o la organización.  Es una fase compleja porque no basta con hacer descripciones superficiales de ellos.  También tienen que ser confrontados con la realidad.  Es por ello, entre otras cosas, que recomiendo realizar esta fase en segundo lugar.

 

La construcción del modelo en el plano abstracto no implica necesariamente que se trata de una labor de modelación única y singular, como lo expresa Notario (1999, 58), según el cual “se identifica una parte elemental del objeto en el cual se observan todos sus componentes y relaciones y que se identifica como célula del mismo.”  No hay aquí posibilidad de identificar una parte elemental del objeto, por cuanto coexisten una multiplicidad de ellos, en términos de actores, individuos en general, valores, organizaciones, procedimientos y aprovechamiento de recursos y por lo tanto, no habrá posibilidad de identificar una parte elemental de ese conjunto que permita observar TODOS los componentes y relaciones.  Es por ello, que es necesario modelar todos y cada uno de los elementos que conforman el objeto por separado, es decir, modelar los actores, los individuos en general, procedimientos y a través de esa modelación, obtener la modelación de los valores y el aprovechamiento de los recursos, pero sin olvidar la necesidad de una integración.

 

Se debe anotar que las tres fases típicas en la investigación científica, no configuran un esquema lineal donde el cumplimento o terminación de cada una de las fases y etapas es el prerequisito para el inicio de la siguiente.  En la realidad, se presentan trabajos y actividades enmarcadas en la fase fenomenológica (#1), aún en el cumplimiento de las fases de construcción (#2) y comprobación empírica del modelo (#3) y se da también, el empleo múltiple de métodos empíricos y teóricos en cada una de las fases, aunque hay que aclarar que en las fases empíricas predominan los métodos empíricos y en la fase de abstracción predominan los métodos teóricos.

 

Sierra y Alvarez (1996, 26), al referirse a la fase de construcción del modelo, reconocen cuatro métodos investigativos muy adecuados para lograr el cometido.  Estos son:  el método del modelamiento que tiene el método sistémico-estructural su máxima expresión, el método casual, el contradictorio o de caracterización dialéctica y el genético.  Apartan de su análisis el histórico-comparativo o historico-tendencial. 

 

Una característica de esta fase, es que requiere de mucha creatividad por parte de los que participan en los talleres y sesiones para abordar cada una de las etapas que se mencionan mas adelante.  Se requiere también que el facilitador se convierta en un motor impulsor de la innovación, de la abstracción de los sujetos en la investigación. 

 

La fase de construcción del modelo no está sistematizada en etapas por Sierra y Alvarez (1996), tal como ocurre con la fase fenomenológica, pero esto no impide que no pueda abordarse el asunto y pretender su sistematización.

 

La fase de construcción del modelo y despliegue de la teoría se realiza en 9 etapas a saber: 

 

1.       La determinación de las hipótesis.

2.       Determinación de las características teóricas de los objetos.

3.       Determinación de las cualidades teóricas de los objetos.

4.       La realización de los modelos de los objetos en el plano abstracto.

5.       Determinación de las contradicciones en el plano abstracto.

6.       Integración de situaciones.  Integración y Apropiación de los futuros.  Escenarios.

7.       Determinación de las distancias reales entre lo que somos y lo que queremos ser.

8.       Determinación de la estrategias.

9.       Concreción del modelo teórico a través de indicadores.

 

Antes de proceder a describir cada una de las etapas en esta fase de construcción del modelo teórico, vale la pena efectuar un repaso sobre lo realizado a nivel de la fase fenomenológica y lo que se espera en ésta, la de construcción del modelo.

 

Si valiera hacer una abstracción simple sobre el pasado, el presente y el futuro en términos de lo que fue y de lo que será, se diría que la fase fenomenológica ayudó a caracterizar el pasado - y el presente - y que la fase de construcción del modelo ayudará a caracterizar el futuro.  La fase de comprobación por ende permitirá visualizar, sentir y evaluar la forma en la que se está dando la transformación entre los dos estadios.  Gráficamente pudiera ser representado en la forma siguiente:

 

Los insumos de la primera fase – la fenomenológica- son las tendencias, los resultados de los diagnósticos de los objetos de la investigación, las variables claves que caracterizan el comportamiento actual de los objetos, el problema, el objeto y el objetivo de la investigación, la justificación, las teorías o generalizaciones empíricas encontradas en la literatura, el marco teórico y el marco contextual en el que mayoritariamente y con mucho entusiasmo deciden desenvolverse los investigadores y que no debe por ningún motivo abstraer los aportes de las distintas escuelas.

 

A diferencia de la primera fase que es efectuada en permanente contacto con la realidad, esta segunda, deberá ser realizada en el plano abstracto.  Aquí se marca una diferencia grande respecto a la orientación en los planes de administración estratégica en los cuales la fase de abstracción está al inicio del proceso con la determinación del conjunto de valores, visión y misión que debe tener la organización.  Por eso se pudiera llegar a expresar que las actividades de planeación, no son científicas en su esencia y si lo fuesen deberían estar asociadas fuertemente a la concepción oriental de construcción de la ciencia y en cuyo caso al final de la faena se debería insistir mas en la transformación de la percepción de los individuos, que en la transformación de los recursos mayoritariamente físicos.  Lo que no ocurre hoy en día.  Parecería ser que el fantasma de Sun Tzu – antiquísimo autor del libro “El arte de la guerra” -, ronda los planes estratégicos sin haber logrado conectar las otras fases a nuestra forma de ser, la occidental.

 

Veamos entonces la primera de las etapas.  La construcción de las hipótesis.

13. Hipótesis

La determinación de hipótesis es la primera de las etapas en la fase abstracta.  Una hipótesis es, según la opinión de Sierra y Alvarez (1996, 11), “una suposición científicamente fundamentada y novedosa acerca de las relaciones y nexos existentes de los elementos componentes que conforman el objeto de estudio y mediante la cual se le da solución al problema de investigación que constituye lo esencial del modelo teórico concebido.” 

 

En este orden de ideas, la o las hipótesis se nutren de las etapas de determinación del problema, del objeto y por ende del objetivo.

 

La hipótesis junto con el problema y el objetivo, cumple una labor de orientación fundamental en general en cualquier investigación, ya que la solución del problema y la demostración o no de la hipótesis de trabajo van a definir las tareas a ejecutar en todo este proceso con vista a lograr el objetivo.

 

En las etapas iniciales de la construcción del modelo, la elaboración de las hipótesis se inicia como aquello que pudiera llamarse “ideas a defender”.  Parten de conjeturas y suposiciones y al final del proceso, evoluciona hasta el punto en que se convierten en los elementos rectores de la misma y contendrán, si están bien elaboradas, las posibles relaciones causales que generaron el problema; se establecen las nuevas variables, las relaciones entre ellas y se avizoran las técnicas a utilizar en lo que resta de la investigación.

 

Si la hipótesis se logra comprobar, le da solución al problema de la investigación.  Es importante recalcar que para los grupos o personas positivistas, las hipótesis son el alma de la investigación, pero en aquellos que tienen una orientación interpretativista, estas no pasan de ser “ideas a defender”.  De todas formas, el investigador es libre de sopesar la importancia de las hipótesis, según el marco contextual en el que se está desarrollando la labor.

 

Si el objeto del proceso recayera en el campo exclusivo de las ciencias naturales, la comprobación de la hipótesis se realizaría fácilmente por medio de experimentos, pero en las Ciencias Sociales la comprobación práctica no es tan factible y se realiza fundamentalmente, en un plano histórico-social; y es en ese contexto que la hipótesis es comprobable.

 

Siendo que la hipótesis en la corriente positivista es el corazón de la investigación, no ocurre así para los que navegan en las corrientes del interpretativismo.  Como se mencionó en el marco contextual de la fase fenomenológica, la orientación de la actividad se da en un marco mas interpretativista que positivista, por cuanto muchos de los objetos que son competencia de la práctica caen en el campo de lo social y mal pudiera insistirse en que la hipótesis fuese el corazón de la labor por cuanto su comprobación no es tan factible.

 

Un ejemplo de hipótesis en una actividad comunitaria pudiera ser el siguiente: 

 

“SI continúa la tendencia global de soporte del sistema productivo basado en la generación e innovación de los conocimientos en contraposición a las tendencias que se daban anteriormente y que se basaban en el aprovechamiento de la capacidad laboral de las personas, ENTONCES será posible a través de la formación de todas las personas en la comunidad, generar un nuevo modelo de persona que tenga viabilidad en un contexto global y por ende se redunde en beneficios económicos y sociales para toda la población.”

 

Las hipótesis no surgen de la nada y tampoco permanecen en la misma forma en que fueron expuestas por primera vez.  Ellas se soportan en las etapas de la fase fenomenológica y a partir de unas primeras ideas a defender, evolucionan en su redacción hasta que en las etapas finales del proceso logran un desarrollo tal, que sin lugar a dudas, puede aplicárseles el calificativo de “suposición científicamente fundamentada y novedosa” tal como se manifestaba al principio de este acápite.

 

En conclusión:  las hipótesis nacen en la forma de ideas a defender derivadas de un enfoque perceptivo sobre la comprensión de la fase fenomenológica y a medida que se profundiza la investigación científica se mejora su relación.  Para las escuelas positivistas, ellas llegarán a ser el alma de la investigación, pero para aquellos con el enfoque interpretativista mencionado en el marco contextual, serán reducidas a su justa dimensión, sin llegar al nivel de pilar de la investigación.

14. Determinación de las características teóricas de los objetos.

La segunda etapa es la determinación de las características deseadas de los objetos y aunque se está en la fase de la abstracción o de los sueños, estos últimos no pueden ser tan libres hasta llegar a plantear características utópicas que solo pudieran volverse realidad en centurias.  Pero no se debería caer tampoco en plantear unas características, que confrontadas con las que hoy tienen los objetos, se logre el cometido en el corto plazo.

 

En esta segunda etapa se trata de visualizar en el futuro las características deseadas de los objetos.  Esta tarea no parte desde cero por cuanto se conoce, según los resultados del marco teórico, las características del hoy.

 

Los objetivos, re-creados en varias instancias en este plan de trabajo, se replantean nuevamente de acuerdo con los resultados de la caracterización ideal o soñada de los objetos.  Las tendencias ayudan a redefinir los sueños e ideales.

 

La relación con los objetivos específicos ayuda en la visualización del período estimado en el que se conformará o se hará realidad ese futuro, al lograr esas características en los objetos.  Aquí en el plano abstracto se está tratando de materializar el objetivo.

 

A cada uno de los objetos de la investigación se les determinarán las características principales y cual su estado ideal teórico.  Se hablará entonces del ideal de individuos, valores, organizaciones, procesos y aprovechamiento de recursos.  La determinación de estas características se realiza eligiendo aquellas mas importantes dentro de un conjunto especificado por las dimensiones tecnológicas, económicas, empresariales, política, social, cultural, intelectual, ética, religiosa, ecológica, que van a caracterizar la reconstrucción de los objetos en el largo plazo y sobre las cuales se erigirá la estructura del cambio.  En aquellos objetos como el del conjunto de personas, se pueden identificar características en los campos biológicos, psíquicos y sociales y su papel en la creación. 

 

En esta etapa se deben identificar los individuos mas relevantes en nuestro modelo - para el futuro -, se deben identificar los valores, las organizaciones, los procedimientos y los recursos mas importantes.

 

En conclusión:  en esta segunda etapa de la fase de abstracción se deben determinar las características esenciales de los objetos a partir de la caracterización encontrada en el marco teórico con la ayuda de las tendencias en lo local, nacional y global.  Se debe también re-escribir la etapa de objetivos específicos para hacer viable y lograr la integración de las etapas.  Debe evitarse la cualificación de las características porque eso será tema de la siguiente etapa.

Determinación de las cualidades teóricas de los objetos.

 

La tercera etapa de la fase de abstracción corresponde a la determinación de las cualidades asociadas a las características abstractas o soñadas esenciales de cada uno de los objetos, ya identificadas en la fase anterior.

 

Tal como ocurrió en la etapa anterior, la tarea no parte en un 100% de la creatividad o capacidad de soñar de los investigadores, sino que puede ser soportada por los encuentros realizados en la fase fenomenológica, pero a diferencia de la etapa anterior, las cualidades abstractas o soñadas pueden derivarse de lo encontrado en el diagnóstico de los objetos de la investigación y se respaldan con lo hallado en las tendencias.

 

Se mencionó muy desde el comienzo de este documento la necesidad de separar en etapas toda la actividad para entenderla y la de integrarla nuevamente con el fin de viabilizarla.  Por ello, los objetivos serán una de esas etapas que deberán ser revisadas en la medida en que se encuentren inconsistencias frente a la cualificación de las características encontradas en este tramo.

 

En conclusión:  en este recorrido cualificaremos en el plano abstracto las variables que caracterizan los objetos soñados, apoyándose en el trabajo realizado en las etapas previas de caracterización de los objetos soñados, de diagnóstico y de tendencias.  Se revisarán, a la luz de esta cualificación, los objetivos para lograr la integración entre las secciones del proceso.

Realización de los modelos de los objetos en el plano abstracto.

La cuarta etapa es la determinación de los modelos de los objetos basada en su caracterización y cualificación soñada y se derivará de allí el establecimiento de leyes y relaciones, su explicación, la estructura y las órdenes asociadas a lo que compone el modelo.  Pareciera ser a simple vista que se está repitiendo la última de las etapas de la fase fenomenológica, pero lo que las diferencia, es el contexto sobre el cual se realizan.  Allá, se realizó una modelación de lo que es el hoy de cada uno de los objetos involucrados.  Aquí, se realiza otra modelación, pero referida al plano abstracto o plano de los sueños.  Esta diferencia es fundamental y tiene implicaciones importantes porque en la medida en que los resultados de esos modelamientos sean muy diversos, se encuentra implícito un gran esfuerzo de transformación, con lo que las expectativas de los investigadores deberán cumplirse mas lejos en el tiempo y/o mayores recursos deberán ser apropiados.  Una diferencia sustancial entre uno y otro de los modelamientos, es lo que conduce a situaciones utópicas, es decir muy lejanas para su materialización.  La utopía no es sino un deseo que requiere un esfuerzo impresionante para su materialización, generalmente está lejos en el tiempo y a veces se caracteriza por ambas cosas.

 

En esta etapa se seleccionarán aquellos objetos que sean importantes de incluir en la modelación y entre los que se incluyen individuos, valores, organizaciones, procedimientos y aprovechamiento de recursos.  Se determina aquí un modelamiento para cada uno de aquellos que sea relevante.

 

·         Modelamiento de individuos - a través de su comportamiento -

·         Modelamiento de valores  - aquellos relevantes en nuestro objetivo -

·         Modelamiento de organizaciones  - las mas sobresalientes en la comunidad o empresa -

·         Modelamiento de procedimientos - los mas importantes -

·         Modelamiento del aprovechamiento de recursos - los recursos mas notables -

 

Modelar es una labor de abstracción.  Y en esta fase se hace entonces una abstracción sobre la abstracción, valga la redundancia.

 

Tal como se realizaron los modelamientos fenomenológicos de todos o algunos de los objetos, aquí también se parte de las caracterizaciones y cualificaciones de los aspectos mas importantes de ellos.

 

Hoy por hoy, se realiza algún tipo de modelamiento en la guía, esto está presente indirectamente en el trabajo con las variables claves y el procesamiento que se les hace con la ayuda de la técnica del Análisis Estructural.  También se encuentra presente el modelamiento en la etapa del cruce entre actores y objetivos que se sustenta en la técnica MACTOR. Estas técnicas son muy simplificadas, como ocurre por ejemplo, cuando se caracterizan los poderes de los actores escasamente por la percepción que cada uno de ellos tiene sobre los demás y no se debe olvidar que el propósito detrás del empleo de las diversas técnicas en la guía es la de mejorar la capacidad de anticipación de los que participan en ella.

 

Cuando, con la ayuda del modelamiento, se reconocen en los objetos los componentes - características y cualidades - mas importantes que permiten la simplificación esperada para poder facilitar los análisis y cuando al tiempo se emplean los métodos sistémico-estructurales, entonces se está preparado para hallar las relaciones entre los distintos componentes y entender la estructura que subyace en todos los modelos.

 

No basta entonces decir que todos y cada uno de los objetos quedaron modelados en el plano abstracto o soñado.  Es importante ir mas allá y realizar un trabajo de identificación de las relaciones entre los componentes de cada uno de los objetos y las relaciones entre los componentes de unos objetos con otros.  Cuando esto se logre, se habrá modelado el sistema:  el sistema compuesto por:

 

·         Individuos

·         Valores

·         Organizaciones

·         Procedimientos

·         Aprovechamiento de recursos

 

Algunas de esas relaciones darán lugar al establecimiento y/o identificación de leyes.  Algunas de esas relaciones también plantearán contradicciones en su aplicabilidad, pero tanto unas como otras -leyes y contradicciones- son importantes para el objetivo de la tarea.  Las leyes serán aquellas relaciones que siempre se presentan cuando están dadas las condiciones del entorno.  Y las contradicciones serán aquellas relaciones que se contraponen a otras dentro del mismo sistema.  Un ejemplo de contradicción ocurre cuando en un sistema se analiza “la necesidad en la educación integral de las personas adultas para lograr un buen desempeño y mejora en las condiciones económicas” y también que “en la medida en que una persona abandone sus actividades, así sea temporalmente, para adquirir una formación adecuada, su rendimiento o aprovechamiento económico se reduce.  Este es un ejemplo de contradicción que hay que resolver y se origina entre una ley - la primera - y una relación, - la segunda -.

 

En conclusión:  esta etapa, que bajo nuestra consideración, es una de las más difíciles dentro del proceso prospectivo, debe permitir el modelamiento de los objetos del campo de acción, en términos de componentes - características y cualidades relevantes - y permitir la identificación de las relaciones y leyes presentes entre los diversos objetos.

15. Determinación de las contradicciones en el plano abstracto

La quinta etapa es la determinación de las contradicciones en el plano abstracto entre las relaciones de los objetos ya modelados.

 

A primera vista pareciera que fuese mas producente realizar esta etapa antes del modelamiento, pero si se hace así, se corre el riesgo de suprimir de los modelos aquellas partes que se encuentran en contradicción aparente y de esta forma se puede perder parte de la esencia en el modelamiento.  Mas adelante se verá para la determinación de las acciones estratégicas, que muchas de ellas se pueden centrar en dirimir estas reales y/o aparentes contradicciones para lo cual se exigirá mucho de los investigadores en creatividad e innovación.

 

Tal como ocurre con muchas de las etapas anteriormente expuestas, aquí también se sigue un curso casi lineal como ocurrió con la fase anterior:

 

Las contradicciones también pueden nacer de la incompatibilidad entre fines, medios y recursos a disposición de la comunidad u organización empresarial.  Pero bastará por ahora tenerlas identificadas.

 

Como un subproducto de esta etapa, renacen las leyes antes encontradas u otras más, que no se habían tenido en cuenta.  Leyes y contradicciones se convierten en el proceso prospectivo en el motor de la transformación, porque mas adelante se ocupará de incitar aquellas situaciones que favorezcan las leyes y en reducir aquellas que auxilian las contradicciones y aún aprovecharlas para lograr la transformación.

 

En conclusión:  en esta etapa se identifican las contradicciones entre los componentes, relaciones, recursos y medios y servirá posteriormente como motor de las fases de estrategia y acciones estratégicas.

Apropiación de las situaciones y/o hipótesis.

La sexta etapa es la de integración de las situaciones, la identificación y apropiación de las abstracciones y de los futuros.  Habiendo logrado la modelación de los objetos basados en sus características y cualidades esenciales, encontrado así mismo las relaciones entre las esencias de los modelamientos y finalmente, identificado las leyes y contradicciones dentro de las relaciones y componentes de los modelos y frente a los medios y recursos, se espera la apropiación de las situaciones que se derivan de los análisis precedentes.  Esta etapa es el corazón de la Escuela Francesa y por ende de quienes la practican en Latinoamérica y que se conoce en la guía como etapa de generación de escenarios.

 

En esta fase se concretiza y se apropia colectivamente el futuro en términos abstractos.  Y existen marcadas diferencias en el empleo de los métodos respecto al marco contextual en el que se encuentran las personas de la comunidad o de la organización.  Mas que pretender separar las dos corrientes extremas, la positivista y la interpretativista, lo que va a ambicionar es utilizar las ventajas de cada una de ellas en las ciencias naturales y en las ciencias sociales para que aporten al proceso prospectivo, dado que se conjugan ambas clases de ciencias en los estudios.

 

En el anexo D se indican los métodos acostumbrados hoy en día para la generación de escenarios.

 

Para el positivista, los escenarios se realizan a partir de hipótesis reencontradas en las etapas anteriores.  En la Escuela Francesa se construyen eventos para el planteamiento de las hipótesis y se presentan, para el análisis de los mismos investigadores, en términos de probabilidades de ocurrencia.  Esto da lugar al empleo del método SMIC, que por la dificultad en su manejo, por el uso de probabilidades condicionadas, se deja en manos de expertos.  Este método colocado a disposición de expertos interpretativistas presenta dificultades en su realización. 

 

Para las escuelas interpretativistas, con esencias en la transformación de los objetos en términos de leyes y contradicciones, se puede determinar un número bajo de dimensiones para la construcción de escenarios basados en el método de los Ejes de Peter Schwartz.  Hay diferencias porque en éste, se pretende la apropiación de los futuros en términos de esas esencias, mientras que en el método positivista, se quiere demostrar la veracidad de las hipótesis.

 

Para los positivistas se trata entonces de integrar el conjunto de hipótesis generadas y para los interpretativistas se trata de integrar las situaciones.  Ambos emplean lenguajes y métodos diferentes, pero ellos de por si no desdicen del resultado.

 

Antes de profundizar en el método de Peter Schwartz – que es el método que interesa por la orientación interpretativista de este trabajo -, es importante recalcar que el método SMIC es mas apropiado para enfoques positivistas que interpretativos, por el empleo de bases estadísticas y por el manejo de hipótesis.  Allí los escenarios generados se organizan de acuerdo con las probabilidades matemáticas derivadas de las probabilidades simples y condicionales corregidas por los métodos auxiliares – en general los informáticos, por la complejidad para hacerlos en forma mental -.  Dichos escenarios se categorizan permitiendo generar algún tipo de afinidad entre los que mas posibilidad de ocurrencia tienen, según la opinión de los expertos.

 

Ahora se analizará el método de los Ejes de Schwartz, por las ventajas comparativas respecto a los demás, dado que el objeto está en el campo social o político.  Lo que es válido con las definiciones que se han establecido y se encuentra acorde con el marco contextual para la realización de este tipo de trabajos.  Con esto no se descalifican los demás métodos, así como tampoco se pretende que ellos solo se empleen en el campo empresarial o gubernamental hegemónico, sino que se aprecian muchas características importantes en el método de Schwartz para aumentar la pertinencia en las comunidades.

 

Se puede decir, que la necesidad en la realización de estudios prospectivos nace en parte de la distorsión entre individuos y recursos frente a lo que viven otras comunidades u organizaciones y aunque se considera que tales estudios también puedan generarse en la necesidad de aprovechar el potencial de una situación favorable, estas son menos frecuentes.  Es por ello, que en el método de los Ejes de Schwartz, la situación actual corresponde con la narrativa #3*.  En otras palabras, el modelo actual encontrado en la etapa #8 de la fase fenomenológica, corresponde al cuadrante de la narrativa #3.

 

En caso en que esto no ocurra así, por las condiciones de diseño de las descripciones, los investigadores generalmente tienden a identificarse con esa narrativa #3, aunque exista la posibilidad de que la situación empeore, pero al agravarse, no dejará de pertenecer al área cubierta por la orientación negativa de las dos dimensiones.  Esta área es la que pudiéramos llamar “el infierno” en la metodología. 

 

También ocurre frecuentemente que la narrativa deseada es la narrativa #1 por cuanto allí residen todas aquellas características positivas de las dimensiones.  Es lo que pudiéramos llamar “el cielo” en la metodología de Schwartz.

 

Siendo el objetivo en un estudio prospectivo la transformación de individuos, organizaciones y aprovechamiento de recursos, no puede parecer extraño que los caminos recorridos al aunar los esfuerzos nos lleven del “infierno” al “cielo”.  Esos caminos, por lo general, no son directos sino indirectos como lo muestra la siguiente figura.

Se han mencionado caminos con una clara intención, porque no existe en verdad una vía trazada, dado que todos los investigadores desde su posición en la estructura organizacional - empresarial o social - pueden incidir tangencialmente con otras dimensiones no consideradas en la metodología o directamente desde una de ellas.  Pocas veces se da que un investigador realice, por igual, esfuerzos, en todas las dimensiones o que cualquiera que sea su campo de acción, esté en capacidad de introducir transformaciones con pesos idénticos en las dos dimensiones mencionadas.  En un ejemplo, con una dimensión económica y otra educativa, algunas personas podrán incidir mas favorablemente en el campo educativo que en el campo económico o lo contrario.  Aquellos investigadores cuyo campo de acción incursione en ambos sentidos pueden ellos ser considerados valiosos para el cumplimiento del objetivo.  Pero lo que resulta mas frecuente, es que un investigador sea cual sea la ocupación y la posición que tenga en la estructura organizacional, preferirá insistir más en una dirección que en otra.

 

En forma gráfica, el esfuerzo de los individuos - o el mancomunado de individuos a través de organizaciones - seguirá los caminos mostrados en la dirección del objetivo.

 

Pudiera decirse que existen dos fotografías estáticas:  la actual en la zona del “infierno” y la deseada en la zona del “cielo” y existen otras fotografías transitorias por las cuales va pasando la comunidad u organización, a medida que va logrando los objetivos de modificación.

 

Otro aspecto importante que hay que resaltar de la técnica de los Ejes de Schwartz, que no se halla presente en las demás técnicas, es el efecto cognitivo, por cuanto la repetición de la narrativa con distintas variables, no ajenas a las dimensiones planteadas, produce un efecto de autosugestión y un cambio de pensamiento que puede llevar finalmente - a fuerza de repetición - a una fijación o a una identificación “de estilo cognitivo” con el escenario deseado y al tiempo, a una actitud de rechazo - también cognitivo - del peor escenario.

 

Este efecto cognitivo se consigue a fuerza de repetición y de la construcción continua de los cuatro escenarios, no solo a partir de aportes de los investigadores principales en el proceso, sino de TODAS las personas de la comunidad u organización - en el caso empresarial -.  Esto conlleva a la pertinencia y a la realización desde hoy de los futuros deseados, así sea a partir del espacio cognitivo de los individuos.  Esto no puede parecer extraño, porque los futuros se tienen que hacer realidad, en primer lugar, en la conciencia de los individuos, por cuanto se está en la fase de abstracción y construcción del modelo teórico del futuro.

 

No se puede garantizar en el plano abstracto la transformación de los objetos sin haber logrado transformar tanto las percepciones, valores y comportamientos como lo que se refiere a las organizaciones, aprovechamiento de recursos y procedimientos.  Por ello se puede afirmar que los futuros se deben vivir antes de convertirlos en realidad, como condición imperiosa de su posterior materialización.

 

En conclusión:  en esta etapa se crea y se re-crea continuamente en la mente el futuro deseado en términos de eventos, hipótesis, componentes, leyes, relaciones y contradicciones.  Una recomendación es realizar o construir continua y masivamente con las comunidades y organizaciones, los escenarios bajo el método de Schwartz, no una, sino muchas veces, hasta lograr cambiar las percepciones de las personas frente al actual modelo y aumentar las expectativas del nuevo modelo de futuro deseado.

Las distancias reales entre lo que somos y lo que queremos ser.

La séptima etapa es la determinación de las distancias reales entre lo que somos y lo que queremos ser.  Confluyen aquí los resultados de los dos modelamientos realizados:  el modelamiento contemplativo o fenomenológico y el modelamiento de la fase abstracta o soñada.  Esas distancias se expresan en términos de las diferencias entre las características, las cualidades, las relaciones y los componentes de cada uno de los modelos.

 

La determinación de las distancias o diferencias entre los dos modelos permite recrear o rehacer los objetivos de la investigación.  Con esta fase se integra fuertemente lo que se propuso diferenciar con el fin de aclarar el proceso prospectivo.  El recrear los objetivos, permite su revisión a la luz de una caracterización mas profunda de lo que se desea en los modelos soñados.

 

Esta tarea de establecer con mayor profundidad los ideales, también permite analizar la forma en que se realiza el modelo actual del objeto de investigación expresado en términos de:  personas, cosas, instituciones, procedimientos, etc.

 

 

El tener claras las diferencias entre lo que somos y lo que queremos ser, permitirá en la siguiente etapa plantear las estrategias y acciones estratégicas necesarias para conseguirlo.

 

Las diferencias entre los dos modelos, el actual y el teórico, son los nuevos objetivos, que con toda razón pudieran ser bastante diferentes a aquellos determinados cuando se realizó la tercera de las etapas de todo el proceso.

 

El resultado de la etapa #8 de la fase primera - el modelamiento de lo real -, se integra con el modelamiento de los sueños, marcando especialmente las diferencias entre los dos.  Esas diferencias se deben expresar no tanto en términos de lo que es nuevo en los objetos soñados, sino de aquello que debe ser descartado en los modelos actuales.  Sobre aquellos asuntos que permanecen tanto en uno, como en otro modelo, deben establecerse las diferencias cuantitativas y cualitativas entre las dos posiciones.

16. Determinación de las estrategias y las acciones estratégicas.

La octava etapa incluye retomar los objetivos y plantear las acciones necesarias para lograrlos, así como la determinación de las estrategias adecuadas.

 

Efectuando un recuento de lo realizado hasta ahora en el proceso, se ha recreado la realidad en la fase fenomenológica y construido – en teoría - el futuro deseado hacia donde apuntan todos los deseos de transformación del objeto o de los objetos - los deseos de transformación son los objetivos - en el plano abstracto.  La tarea, todavía en el plano abstracto, es construir el camino de uno hacia el otro a través de estrategias y acciones estratégicas.

 

Aquí se exponen las ideas en la terminología que usa la planeación estratégica y se hablará de las corrientes filosóficas que subyacen y de los términos de objetivos, estrategias y acciones que van a ayudar a conseguir el cambio en el plano abstracto.  Esta fase también incluye la determinación de la esencia de la transformación del objeto u objetos.

 

Hablar en términos de objetivos, estrategias y acciones, pareciera a simple vista platicar de tres cosas diferentes y separadas, pero generalmente no se mira que unos nacen de transformaciones de otros.  Es decir, partiendo de un objetivo de categoría especial que no es otro u otros que los identificados en la etapa #3 de la fase fenomenológica y que a estas alturas del proceso ya habrá pasado por muchas re-creaciones, se puede dar lugar a la generación de estrategias y acciones con una mecánica sencilla que integra el todo

¿Cómo alcanzo un objetivo? Por medio de acciones.  ¿Cómo consigo implementar o hacer realidad una acción difícil de implementar? Usando una estrategia apropiada.

 

Una vez identificados los pares de objetivos-acciones, puede regresarse a replantearse nuevos objetivos derivados de los pares acciones-estrategias y así sucesivamente. 

 

Aunque la estrategia ha tenido una mayor difusión en el campo militar, no siempre se tiene que recurrir a su definición para hablar de ella.  Hoy es posible hablar además del concepto militar, de estrategias en el campo empresarial y estrategias en el campo comunitario y en ese orden, entonces se puede opinar de estrategias en el sentido de vencer, competir y cooperar.

 

Se pudiera acoger la definición clásica de estrategia y es la que parte de una escuela militar.  El concepto de estrategia es en muchos autores sinónimo de pensar estratégicamente y si se analiza la definición de Dixit y Nalebuff (1991, 85), pensar estratégicamente es “el arte de superar un adversario a sabiendas que el adversario está intentando hacer lo mismo con uno”.  Se debe confesar que en lo que se entiende de prospectiva, no es posible aplicar estas definiciones ya que son residuos de una orientación militarista y aplicable a ese campo en particular y no a otros como el que nos atañe.  Mal pudiera recomendarse a una comunidad que para salir adelante en sus planes tuviese que hablar en términos de adversarios y oponentes, cuando en el fondo deberían buscarse soluciones y estrategias que ayudarán al trabajo mancomunado.  Cuando los esfuerzos y los logros, en especial los de valores filosóficos y los económicos, se logran a expensas de otras comunidades u organizaciones, generalmente se desestabiliza el sistema y poco es lo que se obtiene; ya que unos ganan pero otros pierden.  Se prefiere entonces, plantear la definición en los términos en que la realiza James Brian Quinn citado por Certo y Peter (1995, 45) y que define a la estrategia como “pauta o plan que integra los objetivos, las políticas y la secuencia de acciones principales de una organización en un todo coherente”.

 

Las acciones son aquellos proyectos – actuales o nuevos - que permiten alcanzar los objetivos.  La determinación de las acciones debe hacerse a través de inventarios de todas aquellas que la comunidad o la organización esté desarrollando y deben ser analizadas para encontrar el nivel de pertinencia con los objetivos.  Aquellos proyectos o acciones que poco o nada contribuyen al logro de los objetivos deben ser relevados a sus justas dimensiones, ya que consumen los recursos de la organización en especial el tiempo.  Otra forma de identificar proyectos nuevos es desmembrando los objetivos en categorías de orden menor, es decir, identificando familias de objetivos mas específicos que los considerados y a través de ellos, por técnicas que ayuden a la creatividad de las personas, identificar las acciones que mas pertinencia tienen para lograrlos.

 

Una vez repasadas las definiciones de aquellos elementos que conforman esta etapa, se hablará de las estrategias en detalle. 

 

La primera de las clasificaciones parte del poder relativo de las organizaciones o comunidades frente al medio.  El medio pudiera ser en términos de Michel Porter lo que se denominan “Las cinco fuerzas de Porter” y que son:  (1) aquellas organizaciones o personas que prestan los mismos servicios o productos, (2) quienes proveen los insumos para la prestación de servicios, (3) quienes usan o se benefician de los productos o servicios que se prestan, (4) quienes prestan servicios o productos que sin ser idénticos a los de la comunidad u organización, cumplen en el fondo la misma función o tienen igual utilidad para los fines que persigue el consumidor y (5) quienes se prestan a iniciar o incursionar en la misma línea de servicios en que la comunidad u organización se está desempeñando. 

 

Thompson y McEwen citados por Schein (1993, 186), afirman que la forma como una organización fije sus metas y establezca sus estrategias, depende en gran parte en la medida en que pueda controlar el medio versus la medida en que permita que el medio la controle.  Para tipificar las estrategias se debe considerar la capacidad de la organización - comunidad o empresa -, frente a lo que son las 5 fuerzas de Porter:

 

·         Las otras organizaciones que prestan los mismos servicios

·         Los proveedores de los insumos

·         Los clientes que utilizan los servicios

·         Las otras organizaciones que prestan servicios sustitutos

·         Otras organizaciones que desean entrar en la línea de servicios que prestan

 

Estrategia de competencia:  se aplica cuando los poderes de la organización o la comunidad son mayores que los poderes del medio.  Esto ocurre cuando por ejemplo, los grandes grupos empresariales controlando el aparato político, logran contener los esfuerzos de las comunidades para reglamentar la defensa ambiental.

 

Estrategia de coalición:  cuando el poder de la organización sobre el medio es muy bajo, lo que se acostumbra es la realización de coaliciones para unificar los poderes de pequeñas organizaciones y formar un bloque de mayor poder.  Un ejemplo de esta naturaleza ocurre cuando diversas comunidades se unen para controlar a través de iniciativas de legislatura el control ambiental.

 

Estrategia de negociación:  se establece cuando los poderes tanto de la organización como del medio son comparables - ambos altos o bajos -.  Un ejemplo de este tipo de estrategia se encuentra cuando las comunidades unidas logran hacer votar una legislatura, ley u ordenanza que promueva la defensa del ambiente lo que logra llamar a la mesa de negociación al poder empresarial.

 

Estrategia de competencia:  cuando la presión de la organización es mayor que la coacción que el medio realiza sobre ella, las organizaciones o comunidades pueden competir directamente contra el medio e imponer sus propias reglas.  Un ejemplo de este tipo de estrategia es la del establecimiento de organizaciones de seguridad para los propios fines con el que se suplanta la función que por Constitución debe dar una nación a sus ciudadanos.

 

La confluencia de estas dos teorías de Porter y de Thompson es de gran utilidad para las organizaciones comunitarias, ya que en las comunidades los factores intangibles, las “utilidades sociales a largo plazo” y el mismo concepto de utilidad no monetaria, en la mayoría de las veces, hace que otros enfoques de estrategia no tengan validez.

 

Las comunidades y porqué no, las organizaciones, pueden trabajar con estos criterios en los recursos no agotables.

 

Michel Porter también identificó otro tipo de estrategias que denomina genéricas y que tiene mucha aplicación en el campo empresarial y aún en el campo de las naciones y que se clasifican en:  (1) estrategias de liderazgo en costo, (2) estrategias de diferenciación y (3) estrategias de enfoque.

 

La definición de cada una de ellas según Certo y Peter (1995, 88) es la siguiente:

 

Estrategia de liderazgo en costos:  estrategia que trata de obtener beneficios superiores a la media en un sector.  El liderazgo en el manejo de los costos se da cuando la empresa y/o comunidad se sitúa por encima de todos los otros actores.  Conlleva la necesidad de contar con suficientes recursos financieros para adelantarse en la adquisición de bienes o servicios que le den mas eficiencia al proceso de producción o de prestación de servicios. 

 

Estrategia de diferenciación:  los diferenciadores llevan a las comunidades a trabajar en el desarrollo de imágenes de marcas y tecnologías exclusivas, características únicas, canales de distribución y servicios exclusivos al cliente.  Este tipo de estrategia lleva a las comunidades u organizaciones a obtener ingresos o posicionamientos superiores a la media en su sector, cuando los consumidores están en capacidad de pagar “una prima” que compense su interés de beneficiarse de un servicio adicional claramente superior al resto del mercado.

 

Estrategia de Enfoque:  esta estrategia busca segmentar los mercados y atraer solamente unos o pocos de los consumidores o compradores de la organización y/o la comunidad.

 

Es claro que en las organizaciones a cargo de las comunidades, el empleo de una estrategia de enfoque pudiera parecer elitista y desprestigiaría la dirección de la comunidad.  Por ello, este tipo de estrategia es mas apropiada para el campo empresarial.  Además, las estrategias de liderazgo en costos y diferenciación no riñen con las funciones de eficiencia, calidad y posicionamiento de las comunidades.

 

Por otra parte, Schein (1993, 189) identifica cuatro tipos de estrategia en una organización social o empresarial cuando se consideran los niveles de certeza y consenso en cuanto a las metas y a como lograrlas.

 

Estrategia de rutina:  se aplica si existe bastante consenso en cuanto a las metas y se sabe con certeza como se van a lograr.  La toma de decisiones puede ser tan rutinaria como las operaciones que se hacen para resolver un problema matemático una vez que se conocen las reglas.  Por consiguiente, se puede llegar a una decisión compartida para desarrollar una acción.

 

Estrategia de compromiso:  se aplica si se sabe con bastante certeza como lograr diferentes tipos de metas pero existe bajo consenso sobre que metas buscar.

 

Estrategia de juicio:  se aplica si existe bastante consenso en cuanto a las metas, pero la interacción entre el medio y la organización es tal que no se sabe muy bien como se va a alcanzar, hay poca certeza. Lo que se necesita es que se de un buen juicio sobre como aumentar al máximo la probabilidad de obtener los resultados deseados.

 

Estrategia de iniciativa:  se aplica si no existe consenso en cuanto a las metas, ni se tiene idea de cómo se van a lograr o sea, hay poca certeza.  Lo que se necesita es un líder que tenga la suficiente iniciativa para combinar la habilidad de conformar diversas coaliciones y el buen juicio para tomar decisiones que aseguren la mayor probabilidad de que se obtengan los resultados esperados.

 

Analicemos la relación entre objetivo y estrategia:  Si se preguntara ¿Qué es lo primero, la estrategia o el objetivo? Es primero el objetivo de categoría especial.  En el campo empresarial o comunitario, este objetivo es equivalente al encargo social que la misma sociedad le impone por la fuerza de las circunstancias a quienes rigen los destinos de las organizaciones.  Desde este encargo social se derivan pares acciones-estrategias que a su vez se convierten en objetivos para las distintas divisiones - jerárquicas, territoriales - como dependencias, sedes, estructuras, personas o grupos y estas a su vez se transforman artificiosamente en acciones-estrategias que abarcan las diferentes dimensiones - aquellas cosas conocidas como económicas, sociales, técnicas, administrativas -.  Esta transformación es un continuo en el que intervienen los productos y servicios elaborados por las personas de esas organizaciones o comunidades, para cumplir con el encargo social impuesto o asumido por la fuerza de las circunstancias. 

 

Cada par acción-estrategia se convierte en un objetivo en términos del ¿Qué?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Quién? y en la dispersión estructural o dimensional puede dar lugar a familias de acciones-estrategias respondiendo al ¿Cómo?.  Esta misma conversión deriva a las acciones cuando se logra dar respuesta a cada una de las preguntas y al estar definidas y seleccionadas las acciones, nuevamente se pregunta ¿Cómo se implementan?.  Retornando al punto de estrategias, no ya genéricas, sino detalladas.

 

Es relevante la pertinencia entre las acciones, las estrategias y los objetivos y esto ocurre por la limitación en recursos y medios que normalmente tienen todas las organizaciones y comunidades.  Se requiere a la hora de iniciar las acciones – muchas que están en esta etapa ya identificadas - y aplicar las estrategias, que haya una pertinencia elevada entre estos factores y los objetivos.  Por la limitación en recursos y medios, pocas de las acciones se podrán iniciar o seguir, otras deberán ser aplazadas hasta tanto se logre dar aplicación a las estrategias de negociación o coalición o se liberen recursos o se encuentren nuevas formas de financiación o ingresos.  Una de las técnicas recomendadas para esta etapa es la realización de “un árbol de pertinencias”

 

Cuando se tengan identificadas las acciones que respaldarán las transformaciones de los objetos, se está en disposición de emprender la tarea de documentar un plan de desarrollo de la empresa o de la organización.

 

Algunos problemas típicos de esta etapa son:  falta de información sobre los factores del medio que parecen ser los mas importantes para asegurar el funcionamiento de la organización, incapacidad para asignar probabilidades a determinados factores ambientales conocidos, falta de información sobre los costos que pueda ocasionar una decisión equivocada y limitación de recursos.

17. Concreción del modelo teórico a través de indicadores.

La novena etapa es la concreción del modelo teórico, explicar los fenómenos y hechos - aparece el objeto concreto pensado que puede ser sometido a experimentación -.  A través de indicadores de desempeño debe ser ejecutada esta tarea.

 

Se puede decir que ya se está a punto de construir en el plano abstracto el modelo teórico que permitirá lograr la transformación.  Pero para lograr una cercanía a la próxima fase de comprobación del modelo se deben colocar todos los deseos en términos concretos.  Esto se logra al poder determinar los indicadores y las metas que llevarán a la transformación.

 

Esta parte se construye sobre los objetivos, las acciones y las estrategias tanto genéricas como especificas para cada acción y se conforma en el plano teórico - todavía no se está en la realidad -  el compromiso de cada una de las personas y organizaciones para el logro de los cometidos en términos de metas e indicadores.

 

Esta etapa trata de “establecer la forma de medir” los resultados esperados de la transformación en el plano teórico, en la abstracción, sin que se haya realizado ninguna acción en concreto.  Tiene implícito el problema, los objetivos, los medios y recursos tanto actuales como soñados, las estrategias y las acciones que se piensa van a realizarse.

 

Si hasta el momento se sabe lo deseado, se conoce lo que somos y se tiene pleno conocimiento de las acciones y las estrategias a emplear, hace falta idear las formulaciones para medir los cambios esperados.  Esas formulaciones son los indicadores.

 

Aun cuando cada proceso prospectivo tiene sus propios indicadores, hay algunos de una categoría especial que van mas allá de lo que determina el problema en cada caso.  Ellos son:

 

·         El número de personas que participan en el plan de trabajo versus el número total de personas de la organización o de la comunidad.  El crecimiento o decrecimiento de este índice en el tiempo.

·         La colectivización del proceso.

·         El conocimiento que tienen las personas de la labor, frente a quien lo tiene en mayor escala.

·         El número de personas descontentas con la actividad.

·         El número de acciones que se mencionan favorablemente en el proceso frente al número total que realiza la comunidad o la organización.

·         La medida del conocimiento adquirido en el proceso por las personas que participan en él.

·         La medida de la formación lograda.

 

Se ha concluido la segunda fase de construcción del modelo en el plano abstracto, comenzando desde la determinación de los componentes importantes de cada uno de los objetos, su modelación, la determinación de las contradicciones entre ellos, el encuentro de la esencia, la apropiación del futuro, la determinación de estrategias y acciones y la concreción del modelo teórico a través de indicadores.

 

Falta la hora de la verdad.  Se conoce lo que somos y porqué lo somos, se conoce lo que queremos ser y como lo lograremos, se es consciente de las contradicciones entre lo que somos y lo que queremos ser y se han planteado metas e indicadores para lograr el cometido.  Ha llegado la hora del hacer.  La hora de empezar a materializar el futuro.

 

Queda entonces abierto el camino para la fase de ......

18. La comprobación empírica del modelo teórico

Esta es la tercera de las fases en el modelo de la investigación científica y hasta el momento se ha elaborado el modelo de lo actual y el modelo de lo soñado. 

 

En la comprobación empírica del modelo teórico se emplean tanto metodologías empíricas como teóricas.  Sobre las primeras, las mas utilizadas son las de medición, entre las que resaltan las metodologías estadísticas - descriptivas e inferenciales -, así como también en menor escala las observaciones, encuestas, entrevistas y observaciones participativas entre colectivos de investigadores.  Pero la principal de las metodologías empíricas es sin duda alguna, el experimento.  Entre las metodologías teóricas, no ajenas y no tan importantes como las empíricas, se cuenta con el análisis crítico valorando las acciones y la práctica histórico-social.

 

Si todo el campo de aplicación en la prospectiva fuese cobijado por las ciencias naturales, la comprobación tendría en el experimento la mejor herramienta, pero dado que el campo de aplicación cubre aspectos sociales y naturales de las ciencias, no podría entenderse el experimento como la herramienta preferida para la comprobación del modelo por las dificultades innatas del método frente a aquellos aspectos sociales de la prospectiva.

 

La metodología experimental tiene diversas dificultades para su implementación en los campos de las ciencias sociales, dado que se hace difícil aislar los factores en el modelo para realizar las comprobaciones de la viabilidad.  Pero en lo que respecta a aquellos objetivos que tienen como fin la transformación del aprovechamiento de los recursos naturales, el experimento se convierte en la mejor herramienta, aun desde la escala-cero como forma de aislar los procesos en su forma mas reducida.

 

No se descarta eso sí, la aplicación del experimento en el plano de las ciencias sociales y bastaría tener la suficiente amplitud de mente como para no pretender aislar aquellas variables que por su naturaleza no se pueden desligar de un todo de las situaciones.

 

Una vez abierto el espacio en el que se desarrollará esta fase respecto a los métodos a emplear, debe darse comienzo a la sistematización de comprobación del modelo teórico planteando que no es el control el sinónimo de comprobación, porque el control es parte de la gestión del quehacer y no una parte aislable del proceso en sí mismo.

 

El proceso debe ser pensado, dirigido, administrado y controlado en todas y cada una de las etapas que se realizan.  No debe entenderse que el control se realiza solo en la parte final y mucho menos confundir la fase de comprobación - la tercera - con el control.

 

Cada fase y cada etapa deben ser planeadas, deben estar claras desde el inicio de cada recorrido, las expectativas, las técnicas que se emplearán para lograr su cometido, los expertos o asesores que se invitarán, el número y duración de los talleres que se realizarán, los métodos para documentar los informes y resultados, la mecánica de medición y difusión de los resultados.  Solo de esta manera se logrará una excelencia en el trabajo realizado.  Este es un llamado, especialmente para aquellas personas que hoy en día son definidos como facilitadores de la guía, porque no son solo ellos los que deben participar en la gestión del proceso.  Esto debe hacerse en compañía de todas las personas que participan en el mismo.

 

Todo aquello que no se planifique, que no se dirija, que no se administre y que no se controle es un caos.  ¿Se quisiera que el proceso prospectivo fuese un caos? Si la respuesta es si, pasar por alto cualquiera de las partes de la gestión en general lo obtendría.  De otra forma no descuidar ninguna de ellas garantiza que los resultados serán entonces óptimos y los mas deseados.

 

La propuesta de desagregación de esta fase es:

 

1.       La evaluación de nuestra competencia en el hacer y nuestra conciencia en el obrar.

2.       Los experimentos.

3.       Determinación de las responsabilidades entre los ejecutores y el esquema de poder

4.       La determinación de los reinicios de la actividad

5.       El infundir conocimiento a los nuevos investigadores

6.       Validación de resultados.

 

A diferencia de la fase fenomenológica y la de construcción del modelo, ya analizadas, esta fase no es susceptible de realizarse por etapas.  Mas que secuencias de acciones, lo que se da es un accionar en todos los frentes en forma simultánea.

 

Se analiza a continuación la primera de las etapas  …….

La Evaluación De Competencia Y Conciencia

La tarea de comprobación de los resultados no estará completa hasta no saber que tan conscientes somos de nuestro conocimiento y que tan competentes seamos en lo que sabemos hacer.  ¿Porqué esta aseveración? Porque es común que en el desempeño de las acciones no se tenga la suficiente capacidad para realizarla. 

 

Cualquier estrategia por buena que sea puede producir resultados contraproducentes si se emplea sin razón o si no se emplea en el momento adecuado.  Se debe someter a una constante revisión el actuar para evitar el colapsamiento de las acciones por omisión o por sobredimensión.  Es necesario evaluar el grado de incompetencia/competencia de las personas que intervienen en el cometido en cuanto a la inconsciencia/conciencia frente a las acciones y estrategias que se deben desarrollar.

 

Cuando con el tiempo y los esfuerzos, las personas sean competentes y conscientes de lo que hacen, se podrá garantizar en gran medida los resultados de las acciones y de las estrategias, asegurando de alguna forma el logro de los objetivos.

 

Es común que antes de enfrentar un reto nuevo en la vida, la competencia del individuo sea nula y al tiempo se es inconsciente de que se necesita conocer algo respecto a aquello que lo ocupa.  Esto ocurre por ejemplo, cuando poco después de ingresar a una universidad para realizar estudios superiores en matemáticas, el estudiante se entera que tiene que aprender a realizar las transformaciones de Furier - Si Usted amable lector no sabe de que se trata, entonces es inconsciente e incompetente en el tema de las transformadas de Furier. -.  En ese momento el estudiante está en el estado # 2 de la siguiente figura, es decir, es consciente de que no sabe como realizar las mencionadas transformaciones, es incompetente para realizarlas y es consciente de que no sabe.  El estudiante antes de ingresar a la universidad generalmente no sabe que las mencionadas transformaciones existían y mucho menos sabía como realizarlas.  Este estado original es el estado #1 o sea una incompetencia inconsciente.  El estudiante está, al cabo de unos cuantos días, en capacidad de realizar las operaciones matemáticas y las realiza de una manera maquinal.  Este es el estado de la competencia inconsciente o estado #3.  Al final, siendo el estudiante ya experto en el manejo de las transformadas, llega finalmente a un estado de competencia consciente o estado #4.

 

El saber en un momento determinado en cual de las 4 etapas se encuentra la organización o la comunidad, es una prueba de la madurez o inmadurez que tiene frente a una acción y/o estrategia y permite enfocar los esfuerzos bien sea a cambiar la percepción y/o la competencia.  Es común por ejemplo, en la habilidad de conducir vehículos, que algunas veces el conductor se comporte como competente e inconsciente cuando debería estar en el estado de competencia consciente.  El conductor aumenta al máximo la velocidad cuando no debería hacerlo y usualmente lo hace sin generar daños, pero en contra de las reglamentaciones vigentes. 

 

Se debe contar con una lista de todas las acciones que la comunidad u organización va a realizar y que se derivó de la etapa octava de la fase de construcción del modelo teórico llamada “determinación de las estrategias”.

 

Es posible que frente a las acciones encontradas como prioritarias para realizar las transformaciones y lograr los objetivos, el nivel de conocimiento de las mismas sea deficiente y cuando se trata de ponerlas en práctica se aprecia que no producen los resultados esperados.  Es común entonces decir que falló la acción o falló la estratégica o que fue mal seleccionada, cuando en verdad lo que falla es la competencia para realizarla.

 

Implícito está entonces tornar a los individuos competentes en la realización de las tareas que emanan de las acciones estratégicas, para poder afirmar en algún momento que son aptos o no a los procesos de transformación del objeto de estudio.  Implícito está también un procedimiento de educación en los campos correspondientes a las acciones estratégicas.  Por ello la actividad es formativa.

Los experimentos y proyectos pilotos.

 

Cada una de las fases en el método de la investigación científica, tiene una o unas etapas que la caracterizan y transcienden.  En la primera fase, la fenomenológica, fue la triada Problema-Objeto-Objetivo, en la fase de construcción del modelo, fue la etapa de construcción de hipótesis y en esta de comprobación del modelo, es la etapa de la experimentación.  Pero esta caracterización se encuentra directamente relacionada con la magnitud o relevancia del campo de las ciencias naturales y que en nuestro caso no se presenta.  De otra forma, si se hace mas énfasis en las naturales que en las sociales, se deriva a lo que se llama planeación estratégica, donde se da mas vehemencia a la modificación del aprovechamiento de recursos, entre ellos los monetarios, que a la transformación de individuos y valores, entre otros.

 

Se preguntará entonces amable lector ¿qué interés tienen los experimentos en el proceso prospectivo?  El interés se encuentra en la aplicación para aquellos asuntos que no son exclusivos de las ciencias sociales.  Se pudieran también, de alguna forma, realizar experimentos controlados en lo que se refiere a las ciencias sociales.  Por ejemplo, todo aquello que tiene que ver con el manejo de recursos y procedimientos podría ser sometido a experimentos.  Todo aquello que tenga que ver con ciencias sociales podría ser sometido a proyectos pilotos.  Por otra parte, comúnmente se plantean acciones estratégicas que por las implicaciones en costos y recursos consumidos por la comunidad o la organización no conviene implementarlas desde el principio en toda su dimensión.  Se presenta entonces la alternativa de generar pequeños proyectos a nivel experimental desde una “escala cero” o sea en condiciones mínimas, hasta “proyectos pilotos” que tratan de simular casi todas las condiciones de un proyecto en toda su dimensión.

 

El experimento, en palabras de Notario (1999, 51), “es el método empírico de estudio de un objeto, en el cual el investigador crea las condiciones o adecua las existentes, necesarias para el esclarecimiento de las propiedades y relaciones del objeto, que son de utilidad en la investigación.”

 

Es por lo que hay implícito en la definición, que el experimento en las ciencias sociales es de difícil ocurrencia y controlabilidad, por cuanto las condiciones no pueden ser aisladas o adecuadas tal como ocurre en las ciencias naturales.  El aislamiento de condiciones no es posible, ya que en las ciencias sociales confluyen una serie de variables, cual de todas más dependientes que las otras y es difícil encontrar variables que con toda tranquilidad se puedan denominar como independientes y sobre las cuales se basa el experimento.  No es posible explicar con tanta propiedad la existencia de variables independientes como se hace en la guía en la parte del análisis estructural, a no ser que se trate de asuntos no sociales.

 

Al existir poca probabilidad de encontrar variables independientes en las ciencias sociales, se hace muy difícil aislar el objeto que va a estar sometido a la experimentación y mucho menos se podrá entonces reproducir en él un fenómeno en condiciones controladas.  Siendo difícil entonces el aislar y reproducir condiciones, será también entonces muy difícil el modificarlas o marcar su efecto, con el fin de analizar el comportamiento en otras condiciones que seguramente estarán explícitas en las hipótesis.

 

En caso de aventurarse el investigador a hacer un experimento en el campo de las ciencias sociales, quedará muy engorroso reproducir las condiciones en otra oportunidad para poder predecir con seguridad los mismos resultados.

 

Lo anterior no ocurre en las ciencias naturales por cuanto en ellas es posible tener variables independientes, aislar y reproducir condiciones para comprobar las hipótesis.  Se habla aquí de experimentos desde una escala de laboratorio, hasta proyectos pilotos donde en una escala mayor y con inversión de recursos apreciables se comprueban las hipótesis para después llevar el caso a la vida real en toda su extensión.

 

La imposibilidad de poder predecir una aplicación en gran escala, hace del método de modelación por medio de teorías - como la Teoría de Juegos por ejemplo - una herramienta valiosa para conseguir los resultados esperados en el plano experimental.

 

Sierra y Alvarez (1996, 47) defienden que “el instrumento fundamental de validación es el análisis crítico y el colectivo de expertos sobre modelo propuesto y de su concreción en el plano concreto-pensado, por el conjunto de sujetos que valoren las ideas que se han propuesto”

 

Creemos que no es este el camino fundamental de comprobación, sino que existen otros mecanismos para predecir el comportamiento de objetos en determinadas situaciones a las que se expondrán los investigadores y la comunidad en general en la etapa de materialización del futuro y uno de esos caminos es la modelación por medio de teorías.

19. Determinación de las responsabilidades.

El Grupo Vigía es un concepto que hoy está implícito y arraigado en la guía, en especial en la Escuela Francesa y en la Colombiana y en este trabajo no se ha querido desligar del concepto aunque no se comparten las funciones que hoy se le asignan al mismo, ni la forma en que se realiza el nombramiento de las personas. 

 

Las responsabilidades, deben ser asignadas con generosidad a TODAS las personas en la organización o en la comunidad.  Nada mas extraño en un proceso prospectivo, que tiene dentro de sus objetivos la transformación de cada individuo, que exista un grupo que asuma las responsabilidades del cambio y que en el peor de los casos también tenga la función de control del mismo.

 

La actitud vigía que está presente desde los inicios de la prospectiva con Gaston Berger, no puede aplicarse para dar inicio a la conformación de un equipo de personas que tenga una función controladora.  Es una característica de la prospectiva que cada uno de los investigadores que participan en la labor tengan una actitud vigía.  Esta es una de las invariantes en el proceso prospectivo y que se encuentra en cada una de las etapas por las cuales transcurre la actividad, pero que no debe derivar a la creación de un grupo con esa función.  Las funciones son de unos pocos y la actitud es de todos.

 

No puede faltar en ningún ser humano la asignación de responsabilidades en el cometido de transformación.  La menor de las responsabilidades será consigo mismo y en mayor escala la que tenga que ver con la renovación de las personas que integran su propia familia, su empresa, su cuadra, su vecindario y su municipio.  Dicha responsabilidad incluye hasta el cambio de las percepciones de la realidad para acogerse mas fácilmente a la modificación sugerida.

 

Hoy, este grupo de personas denominado Grupo Vigía se define y se nombra al final de la guía con el fin de auditar el cumplimiento de las acciones estratégicas identificadas y se le da también el papel de asumir la actitud oteadora del horizonte o del futuro, para determinar e identificar los cambios en el entorno que pudieran afectar el “normal” desempeño de las acciones y estrategias.

 

Nada más ilógico que esto en un mundo tan cambiante como el nuestro y con toda certeza, las cosas cambiarán y este Grupo Vigía frente a los cambios, deberá asumir un papel protagónico, si de verdad ha de cumplir con el papel encomendado.  Así, se pierde todo el sentido de pertinencia con la actividad y lo que fue supuestamente construido por todos termina siendo destruido hasta por las buenas intenciones de unos pocos que conforman el grupo Vigía.

 

 

No debe existir dentro del proceso prospectivo un esquema de poder claramente determinado.  Habrán quienes tienen una función social de manejar los recursos, no siempre monetarios, con los que se alimenta la organización o la comunidad; existen quienes puedan denominarse patrocinadores e impulsores permanentes, habrán quienes puedan llamarse investigadores principales porque tienen bajo su dirección las fuerzas motoras del cambio como son la educación y la formación.  Pero en el fondo no es su voluntad la que mueve la transformación y muchas veces se da el caso en que la fortaleza de la comunidad o de la organización, se impone a la opinión o desidia de quienes tienen el mayor control sobre estas instituciones y sobre los capitales.

 

Los recursos que finalmente mueven el proceso prospectivo no son aquellos que son escasos, sino los que están en demasía en todos los individuos de una comunidad u organización.  Por ello el poder debe estar en cada uno, como administradores de la voluntad individual y la motivación entre otros.

La Determinación De Los Reinicios Del Proceso

La actividad se debe reiniciar tantas veces sea necesario y esto se encuentra implícito en el concepto de proceso.

 

La necesidad del reinicio parte de la pérdida de credibilidad en todas o algunas de las etapas realizadas hasta el momento.  Esta pérdida de credibilidad puede nacer de la no-realización consciente de los trabajos o por fuerzas extrañas o de ámbito global que en la mayoría de los casos son imposibles de controlar y también de anticipar.

 

Existen reinicios de categoría especial cuando la definición del problema pierde validez o se logra. Existen reinicios de categoría menor cuando siendo aun pertinente la existencia del problema, se requiere cambiar las estrategias, las acciones, los esquemas de control o de medición de resultados.  Este último pudiera considerarse el reinicio de menor categoría, es decir, cambio de las formas de medir los resultados.

 

Pueden ser necesarias las actualizaciones de algunas etapas que den lugar a cambios en otras sin que se afecte la estructura completa del proceso.  Esto es típico cuando se actualizan por ejemplo las tendencias de la fase fenomenológica.  Puede ser claro que en algunos casos, no se dé lugar a la actualización del modelo fenomenológico y por ende no se cambia la evaluación de las distancias entre los dos modelos - teórico y fenomenológico -.

 

En general, el proceso debe vivir en permanente movimiento.  Dejarlo a la deriva equivale a condenarlo a la inanición y terminará como culminan la mayor parte de los esfuerzos en muchas organizaciones:  en lo que se refiere a la documentación, en un archivo y en lo atinente a los aportes o inquietudes que la actividad haya logrado sembrar en las personas, en un sentimiento de impotencia o de decepción.  Ambas cosas se evitan si se logra un grado de pertinencia mayor de todas las personas de la organización o de la comunidad.  Esa pertinencia no se consigue en la medida en que se formen grupos de presión o de poder que evitan la participación mayoritaria de la gente o en la medida en que los resultados se empiecen a utilizar con fines políticos o personales.

 

No es extraña la ocurrencia en paralelo de varios procesos que busquen la solución a diversos problemas de la comunidad o de la organización empresarial.  Lo complicado es que de alguna forma, sus acciones y/o estrategias vayan en contravía.

La Transformación De Los Investigadores

Pareciera ser que se ha querido mitificar el concepto del investigador científico como algo alejado hasta de las personas con la mayor educación, pero ya se olvidó que a los jóvenes desde el inicio de la educación secundaria se les están impartiendo estos conceptos.  La investigación científica no es mas que el arte de resolver problemas y aun hasta a un niño desde su más tierna edad se le puede enseñar, pero no con la profundidad con la que la debe dominar un profesional o un PhD.

 

Un propósito implícito dentro del proceso prospectivo, es el de considerar que todos, como individuos dentro de una comunidad o de una organización, son parte del problema y por ende parte de la solución.  En este orden de ideas requieren ser transformados.

 

La transformación de las personas que participan en el quehacer se inicia desde el mismo instante en que empiezan a ser conscientes de su papel como investigadores y continúa a lo largo del mismo cuando entienden que ellos mismos tienen que transformarse en lo que señala el objetivo referente a las personas que hacen parte del objeto.

 

Se ha querido insistir en este punto, porque es común que se llegue a comprender fácilmente que lo que tiene que cambiar es el resto de la creación y de la especie humana y no nosotros como sujetos y objetos de la investigación.  Pero la transformación no debe darse solamente en el campo del ser y de la realidad, sino también en el campo de las percepciones - con esto se aproxima un poco al método de construcción del conocimiento de las ciencias orientales -.

 

El componente educativo como parte de aquellos que conforma el proceso prospectivo incluye entre otros aspectos, la formación de los sujetos como investigadores, respetando sus enfoques frente a la creación - enfoque positivista e interpretativista -.  Si esta condición no se cumpliese, el manejo del proyecto recaería necesariamente en aquellos que se llaman a sí mismos facilitadores y/o sobre los que se supone son las personas en las que se apuntala la actividad en su inicio. 

 

Pudiera argumentarse que los expertos y asesores que participan en el proceso tienen y aportan su conocimiento sin necesidad de entender y apropiar el papel de investigadores, pero esto llevaría a que el acompañamiento de estos aun siendo temporal, se hiciera al margen y desconociendo los objetivos para los cuales han sido convocados.  Dicho de otra forma, no puede citarse en la faena prospectiva ningún experto, si de antemano no le es claro el propósito general, de otra forma sus recomendaciones pudieran ir en contravía del mismo con el consabido efecto negativo para todas las personas.

 

También pudiera decirse – equivocadamente - que solo los investigadores más representativos deberían tener una formación de esta naturaleza, lo que llevaría al caso en que el esfuerzo de orientación y transformación de los objetos de la investigación - individuos, valores, organizaciones, procedimientos y aprovechamiento de recursos - recayera sobre ellos.  Ya está entonces planteada la contradicción acerca de las diversas alternativas para el manejo como investigadores y la forma de solucionarla, cual es consiguiendo que todas y cada una de las personas que contribuyan tengan una formación en el manejo de las investigaciones científicas, conservando el nivel de transferencia de conocimiento apropiado a la edad intelectual que posean los receptores. 

 

Entre las ventajas obtenidas con esta instrucción se encuentra la de generar un ambiente de autosostenibilidad del proceso, dado que los integrantes de las organizaciones empresariales y sociales desarrollan la capacidad de continuarlo y pueden llegar a contar dentro de sus individuos con facilitadores, analistas y expertos.

 

Pretender transformar algo implica conocerlo en sus componentes, en sus dimensiones, en sus intereses y cuando se trata de individuos, la consideración alejada de las situaciones es difícil por no decir imposible.  Conocerlo implica estar en capacidad de modelarlo en la parte fenomenológica-empírica, a nivel teórico y estar en capacidad de comprobarlo  - esto si en verdad se es investigador. - 

 

Queda sin embargo una duda, ¿Cómo se transforma el facilitador de hoy en la guía para cumplir un papel en la labor prospectiva? En la guía, el facilitador cumple tres tareas importantes a saber:  (1) ser el conocedor de los pasos en el método, (2) ser el conocedor de las técnicas y (3) ser el anticipador por excelencia frente al grupo de expertos y actores.  En oposición al papel dentro de la guía, en el proceso prospectivo, el facilitador es parte de un grupo de personas que conocen al detalle las fases y etapas de la actividad y es quien o son quienes tienen la iniciativa para sugerir técnicas para lograr los fines que se proponen en cada una de las etapas.

20. Verificación.  evaluación de resultados

La verificación no es el control en el proceso prospectivo.  El control es una de las actividades permanentes en la gestión de una actividad – la gestión incluye la cadena de planeación, organización, dirección y control -  y está presente en todas las etapas, procedimientos y tareas que se realizan bajo su amparo.  En nuestro caso el control existe en cada una de las etapas de las diferentes fases, pero la verificación a gran escala solo existe cuando se hayan realizado las dos primeras:  la fenomenológica y la de construcción del modelo.  Es por ello que esta etapa se ubica al final de la cadena de sucesos presentes en nuestro proceso, el prospectivo.

 

Muchos experimentos podrán estar desarrollándose en forma paralela, pero los resultados de los mismos en su individualidad deberán ser verificados en conjunto y no siempre se harán experimentos porque muchas acciones estratégicas que se identifiquen en el proceso podrán haber existido desde antes en la organización o comunidad, solo faltará de pronto reencaminarlas para el logro de los objetivos.  De esto trata entonces la verificación.  No es entonces un control de cada uno de los pasos, sino de verificar en un todo, en un sistema.  Es la verificación del logro paulatino de los objetivos para que se permita reenviar las señales apropiadas que desencadenen reinicios al proceso, cambios de estrategias, replanteamiento de acciones, etc.

 

Se evalúa el papel de los lideres, se evalúa el cumplimiento o logro de los objetivos, el cumplimiento de los indicadores, la viabilidad de los modelos teóricos determinados en las fases anteriores y muchos otros temas que se desagregan mas adelante.

 

Debe decirse que lo que se evalúa son los resultados, sean estos favorables o desfavorables.  Se evalúan los resultados de los procesos, de los comportamientos de los lideres y los individuos.

 

Cualquiera que haya sido el plazo establecido para lograr la modificación, esta debe empezar a evaluarse inmediatamente después de haber terminado la fase de construcción del modelo teórico.

 

En una posición más arriesgada o más aventurada, pudiera decirse que aun desde las primeras etapas se observan resultados, como el lograr establecer el problema en la investigación.  Esto equivale a poner de acuerdo a una comunidad u organización alrededor de una necesidad y para muchos equivale a un resultado por cuanto es capitalizable y es de utilidad para la misma, ya que unifica a sus miembros.  Pudiéramos decir entonces que si se logra ver resultados – buenos o malos-, es posible entonces realizar evaluaciones.

 

En la medida en que esas transformaciones se empiecen a dar, deben entonces empezar a mostrarse los resultados a toda la comunidad/organización.  Esta es una de las formas de mantener el entusiasmo y la motivación entre los investigadores y en todas las personas que la componen.

 

En el proceso prospectivo se evalúa y se verifica también lo sistémico, lo holístico, la participación colectiva, la educación lograda, el orden, lo sostenible, lo realista y lo científico.

 

La verificación es necesaria para entender y comprobar la eficiencia y eficacia en la asignación de los recursos y los esfuerzos para lograr la transformación.  De otra forma, se desvanecen sin lograr ningún cometido.  Se trata entonces de evaluar que tan bien se están haciendo las actividades para lograr el cambio.

 

En la guía, generalmente en las últimas actividades se conforma lo que se llama el Grupo Vigía.  Dicho grupo de personas tiene el encargo de velar por el cumplimiento de cada una de las conclusiones del estudio o del plan.  Esto implica que el poder que debe tener dicho grupo excede las condiciones naturales de la autoridad que existe en la organización o en la comunidad.

 

En el proceso prospectivo en vez de optar por un sistema que vele por el cumplimiento de las acciones y la adopción de las estrategias encontradas a cargo de un equipo de personas, se debe elegir por distribuir la verificación y la evaluación de los resultados en todas las personas que tienen que ver con lactividad.

 

Al culminar esta fase, la que viene, de conformidad del proceso a la luz de normas de Calidad, no está reconocida en la literatura del método científico, ni por la comunidad científica que trata estos temas.  Considérese esto como un aporte que se hace al proceso prospectivo.

 

Debo reconocer que en la realización de este trabajo se enfrentó un dilema.  Complementar este documento con calidad o con ética.  Finalmente se decidió hablar de calidad.  Pero esto no desmerita la importancia de la ética que debe regir la realización del proceso prospectivo. Fue un asunto de conveniencia, mas no un asunto de importancia el haber optado por la calidad en vez de la ética.

 

En varios apartes se ha mencionado que el proceso prospectivo es un proceso permanente, de nunca acabar, donde siempre habrá un futuro deseado sin importar el estado en que se encuentre la comunidad o la organización.  También se ha mencionado que en un momento determinado pueden existir procesos en paralelo buscando la solución a varios problemas.  Esto hace que se debe alcanzar una excelencia en la realización de la labor e implica que tanto las personas actuales como las nuevas personas que se integran a las organizaciones empresariales o comunitarias, deben estar en capacidad de analizar y repetir con calidad todos los esfuerzos que hasta un momento se hayan realizado.

 

Dicho análisis y revisión no será una tarea fácil si desde antes no se ha formalizado, organizado o sistematizado el procedimiento de acopio de la información, de resultados y de análisis previos.  Y de eso trata en parte este capítulo, porque lo demás es sobre calidad.

 

Si aún quedara la duda de ¿porqué hablar de calidad en prospectiva? Hay dos respuestas: una de ellas es la satisfacción, satisfacción en el futuro soñado, satisfacción para hacer realidad ese futuro colectivo.  La otra respuesta también se refiere a satisfacción, pero satisfacción al interior del proceso, satisfacción en los pasos realizados, en los resultados obtenidos.

 

¿Pudiera decirse que esta es la cuarta de las fases en el proceso prospectivo?

 

Tal vez no se pueda analizar como una etapa mas y la figura anterior deja vislumbrar la duda.  Cuando el proceso se hace por primera vez en una organización o comunidad, es preferible adquirir la experiencia en el proceso e ir desarrollando en paralelo la fase #4 de conformidad.  Cuando ya se tenga la experiencia, se puede adelantar todo lo posible en la documentación antes de la realización de las etapas de las otras fases.

 

En un principio esta idea se basaba en apropiarse enteramente de la normatividad de la serie ISO 9000 para conformar todos los pasos del proceso a las condiciones de las mismas, pero finalmente no se logró por el carácter “manufacturero” de ellas.  Se decidió adaptar la serie de normas, que sin ser completamente las mencionadas, no se apartaran de su filosofía. 

 

Antes de proceder con el asunto de las normas propias, se deben aclarar algunos conceptos según varios autores.  Jaques Horovitz define la calidad como "El nivel de excelencia que la empresa ha escogido alcanzar para satisfacer a su clientela clave".  Parodiando esta definición con un enfoque tanto para empresas como comunidades, se puede decir que calidad es "el nivel de excelencia que la empresa o la comunidad ha escogido alcanzar para satisfacer a quienes la componen".  Entendiendo que los clientes son parte de la organización. 

 

Por otra parte, la calidad de un servicio o producto atiende al principio de que “lo que no se mide, ni tampoco se le establecen parámetros de medición, no se puede controlar y si no se puede controlar, no se puede administrar ni gestionar y lo que no se puede gestionar, es un caos”.  Igual pudiera decirse para todo aquello que no se planea, se dirige, se administra y se controla como se mencionó en la fase de comprobación.  A continuación se dan algunas definiciones importantes para la labor que sigue:

 

CALIDAD:  “La totalidad de las características de una entidad que le otorgan su aptitud para satisfacer necesidades establecidas e implícitas.” NTC ISO 8402, numeral 2.1. 

 

Entendiendo “entidad” como organización y/o comunidad.

 

ADMINISTRACIÓN DE LA CALIDAD:  “Todas las actividades de la función gerencial que determinan la política de calidad, los objetivos y las responsabilidades y que las ponen en práctica por medios tales como planificación de la calidad, el control de la calidad, el aseguramiento de la calidad y el mejoramiento de la calidad, dentro del sistema de calidad.”  NTC ISO 8402, numeral 3.2

 

La función gerencial no solo es propia de las organizaciones empresariales, sino también de las comunitarias.  La gran diferencia entre las comunidades y las organizaciones es el concepto de responsabilidad, desafortunadamente muy disminuido en las primeras.

 

ADMINISTRACIÓN TOTAL DE LA CALIDAD:  “Un enfoque de administración de una organización, centrado en la calidad; basado en la participación de todos sus miembros y buscando el éxito a largo plazo a través de la satisfacción del cliente y los beneficios para los miembros de la organización y para la sociedad.”  NTC ISO 8402, numeral 3.7

 

Con este enfoque TOTAL, pudiéramos decir que la calidad se planea, se controla, se asegura y se mejora.

 

ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD:  “Todas las actividades planificadas y sistemáticas implementadas dentro del sistema de calidad y evidenciadas como necesarias para dar adecuada confianza de que una entidad cumplirá los requisitos de calidad” NTC ISO 8402, numeral 3.5

 

La normatividad ISO 9000 ayuda a obtener un desarrollo eficiente de los procesos en cualquier tipo de organización, concluyendo en los siguientes beneficios:

 

·         Eliminación de actividades innecesarias.

·         Mejora el reinicio del proceso, independiente de la etapa desde la cual se de.

·         Mejor control, se llega a disminuir el número de fallas en la planeación, dirección y administración del proceso y se logra aumentar los rendimientos de los métodos y de las personas que participan en él.

·         Documentación concreta de las etapas, conservando de esta forma la memoria de los resultados y de los pasos o actividades desarrolladas.

·         Reducción de costos y de esfuerzos, al contar con una gestión adecuada y compatible a unas etapas organizadas.

·         Las normas logran el compromiso a todo nivel, de las personas que participan en el proceso.

·         Sus resultados, a nivel del manual de procedimientos, sirven de insumo para el entrenamiento de aquellas personas que se van involucrando en el proceso, tal como los nuevos investigadores o las nuevas generaciones de jóvenes.

·         Se genera un sentido de pertenencia elevado en todos los investigadores.

·         Reducción del control de terceros, hasta llegar al autocontrol.

 

Es necesario aclarar unos conceptos antes de seguir adelante y que son el cliente, el proveedor y el producto, según la norma NTC ISO 9001, numeral 3.0.

 

¿Quién es el cliente y quien el proveedor en el proceso prospectivo? Cliente y proveedor son las mismas personas.  Se ha planteado que todas las personas de una organización o comunidad deben participar en la actividad prospectiva, es por ello que no es posible establecer una diferencia entre ellos.  Cada persona, cuando inicia la labor, firma un compromiso como proveedor de productos hacia la comunidad en general o cliente.  Por otra parte, el producto es el resultado de una actividad o un proceso y no aquello que estamos acostumbrados a entender y que generalmente es algo tangible, muchas veces con olor y sabor.

 

Queda un asunto pendiente ¿Quién audita? Si en la guía existe un grupo encargado del control y de la vigía, en el proceso prospectivo también existirá un equipo humano encargado de la auditoría, pero no tiene que ser siempre el mismo equipo; pueden ser personas diferentes las que auditan cada una de las actividades y etapas, pero de todas formas deben ser independientes de quienes realizan las actividades.  La norma NTC ISO 10011-2 en el numeral 4.2 determina las funciones y responsabilidades de quienes realizan esta labor de auditores.

 

Las etapas a considerar en esta fase son: 

 

1.       Los requisitos del sistema de calidad

2.       La norma fundamental

3.       La documentación de: las fases, etapas y los resultados de estas.

4.       La auditoría

 

A continuación se explica cada una de ellas:

21. Los requisitos del sistema de calidad

La norma que mas se asemeja a las desarrolladas por la ISO para el sistema de calidad del proceso, es la norma ISO 9001 por cuanto abarca el aseguramiento de la calidad en diseño, desarrollo, producción, instalación y servicio asociado.  Las normas 9002 y 9003 tienen modelos mas restringidos que el aplicado por la mencionada norma.

 

En el fondo lo que se pretende por una parte, es la selección de aquellos aspectos que son mas afines con las actividades que nos atañen y por otra, la supresión de aquellos mas relevantes con el carácter manufacturero de la norma original.

 

Las partes mas importantes de la norma 9001 se refieren a los 20 requisitos del sistema de calidad, los cuales en su orden son:

 

Requisitos de la norma ISO 9001

Aplicabilidad al proceso prospectivo

1.       Responsabilidad gerencial

SI

2.       Sistema de calidad

SI

3.       Revisión del contrato

SI

4.       Control del diseño

SI

5.       Control de los documentos y datos

SI

6.       Compras

NO

7.       Control del producto suministrado por el cliente

NO

8.       Identificación y trazabilidad del producto

NO

(sigue)

 

 

Requisitos de la norma ISO 9001

Aplicabilidad al proceso prospectivo

9.       Control de procesos

SI

10.   Inspección y ensayo

SI

11.   Control del equipo de inspección, medición y ensayo.

SI

12.   Estado de inspección y ensayo

SI

13.   Control del producto no conforme

SI

14.   Acción correctiva y preventiva

SI

15.   Manejo, almacenamiento, embalaje, preservación y entrega

NO

16.   Control de los registros de calidad

SI

17.   Auditorías internas de calidad

SI

18.   Entrenamiento

SI

19.   Servicio asociado

SI

20.   Técnicas estadísticas.

SI

 

 

Cuatro de los requisitos contemplados en la norma no tienen una clara aplicabilidad a lo largo de todo el proceso y estas son:  (1) Compras, (2) Control del producto suministrado por el cliente, (3) Identificación y trazabilidad del producto y (4) Manejo, almacenamiento, embalaje, preservación y entrega.

 

Los restantes 16 requisitos tienen una pertinencia adecuada con lo que se realizará en la práctica y por ende, debe profundizarse con mayor detalle cada uno de los “debe” que aparecen redactados.

La Norma Fundamental

 

Una de las etapas fundamentales en el propósito de condicionar el proceso prospectivo a la luz de las normas de calidad, es la de establecer el contenido del manual de calidad y que deberá contener al menos los siguientes elementos básicos:

 

·         Titulo:  describe de una manera sencilla el contenido de la norma.  Dos normas distintas no pueden tener el mismo titulo.

 

·         Objeto:  precisa sin ambigüedad los aspectos que trata la norma y amplia la información que trata el titulo de la misma.

 

·         Alcance:  la etapa, proyecto o servicio al cual se va a aplicar, precisándolo en su dimensión temporal y espacial.

 

·         Definiciones, símbolos y abreviaturas:  aquí se describen los términos mas usados en la norma y se dan sus definiciones.

 

·         Clasificación:  en esta parte se agrupan los servicios o procedimientos que se realizan en la norma según los criterios apropiados.

 

·         Requisitos generales:  en esta parte se agrupan aquellos requisitos que no pueden por su naturaleza ser evaluados en forma cuantitativa o aquellos que se presentan como prerequisitos a las acciones contempladas por las normas.

 

·         Requisitos específicos:  esta es una de las partes fundamentales de la norma.  Aquí se discriminan todas las características cuantificables y observables del proceso o etapa que se está documentando.

 

·         Procedimiento o instrucción:  es el corazón de la normalización.  En esta parte se describen tanto los insumos de entrada como los de salida, se discriminan todos los procedimientos realizados para transformar los insumos de entrada en los de salida, se identifican los métodos, técnicas y herramientas a usar en la etapa que estamos normalizando.  Se clarifican los papeles de cada uno de los sujetos en la investigación - expertos, actores, asesores, patrocinadores, facilitadores, etc. -, se elabora una secuencia lógica del procedimiento discriminando las etapas por las que transcurre, se describen los documentos requeridos y los producidos en el proceso.  Es típico en esta parte utilizar el procedimiento de identificar lo siguiente:

 

ü       El Qué:  Describir los elementos de la norma aplicables.

ü       El Quién:  El área, persona o personas responsables de cada elemento o de cada uno de los procedimientos en esta etapa.

ü       El Dónde:  El sitio, operación, lugar donde se va a aplicar o realizar la etapa.

ü       El Cuándo:  La frecuencia y duración en tiempo de cada actividad incluida en la etapa.

ü       El Con Qué:  Recursos necesarios para la realización de las actividades.

ü       El Cómo:  los métodos, técnicas, herramientas o procedimientos empleados en cada una de las actividades de cada etapa

 

·         Control de las variables:  parte obligatoria de la normalización de normas internas.  En ella se especifica la frecuencia de control de las variables y las acciones apropiadas a realizar cuando las variables se encuentran por fuera del rango de valores permitidos.

 

·         Objetivos:  Se deben expresar en términos medibles para poder evaluar la efectividad del plan de calidad y que deben ser referidos a cada una de las etapas por la que discurre el proceso.

 

·         Exclusiones específicas:  Cuando se encuentre algún tipo de confusión en el alcance, puede ser necesario hacer las exclusiones a que haya lugar en los siguientes términos:  ejemplo:  aquí no se aplica aquello o lo otro.

 

·         Apéndice o Elementos del sistema de calidad aplicables:  Los de la norma ISO 9001 que se usen como referencia y se apliquen a una parte del proceso, fase, etapa, producto, servicio o proyecto específico a desarrollarse.  Se referencian también todas las otras normas o procedimientos internos concatenados con la presente.

 

·         Anexos:  aquí se proporciona la información complementaria o adicional al procedimiento, se especifican también los cuidados que debe tenerse en la aplicación del procedimiento cuando afecten otros.

 

Los anteriores son los elementos fundamentales que no pueden faltar al acondicionar el proceso a la normatividad ISO 9000, a los que se han acondicionado algunas partes para reducir el carácter manufacturero de las mismas.

22. La documentación en el proceso

Un proceso que no se documente es un proceso y un esfuerzo perdido.  Se puede imaginar por un momento que todo lo realizado en la etapa de identificación del problema no haya sido documentado.  ¿Cómo podría entonces adentrarse en la determinación de los objetivos sin tener clara y explícita la determinación del problema? La mente con su poder de memorización de lo dicho, no es suficiente cuando intervienen tantas personas, cada una de ellas recordando lo que mas le llama la atención, pero no el todo que es lo que verdaderamente interesa.

 

La tarea de documentación no debe recaer únicamente en aquellos investigadores que son llamados hoy en día facilitadores, sino en todas las personas en la medida en que sean eficientes en esta labor.  Realizar la documentación equivale a darle vida al manual de calidad.

 

La documentación debe incluir los métodos, técnicas y herramientas utilizadas en cada una de las etapas y fases del proceso, con el fin de que sirvan de base para análisis posteriores y como fuente de consulta de conclusiones y recomendaciones.

 

Debe identificarse un sitio público para permitir el acceso a cualquier persona a la documentación y para que sirva de fuente de consulta a los investigadores que participan en otras fases simultáneas o secuenciales.

 

La norma ISO 8402 numeral 3.6 define el Sistema de Calidad así:  “La estructura organizacional, los procedimientos y los recursos necesarios para implementar la administración de la calidad”. 

 

El Sistema de Calidad comprende:

 

·         El Manual de Calidad

·         Los Procedimientos

·         Los Instructivos

·         Los Planes de Calidad

·         Los Registros

·         Las Normas Nacionales e Internacionales aplicables.

·         Los Documentos suministrados por terceras partes

·         Las Especificaciones Técnicas - cuando sea pertinente -

 

La documentación de por sí debe constituir un alto valor agregado, con ésta se pretende lograr la evaluación, el mejoramiento y la calidad requerida del proceso; y lo que es más importante:  el mantenimiento de los mejoramientos.

 

La norma ISO 8402 numeral 3.12 define el Manual de Calidad como “Un documento que enuncia la política de calidad y que describe el Sistema de Calidad de una organización”. 

 

La norma ISO 10013 numeral 4.2 menciona que “Un Manual de Calidad debe constar de los procedimientos documentados del Sistema de Calidad destinados a planificar y administrar en su conjunto las actividades que afecten la misma dentro una organización; o de otro modo, el manual hará referencia a dichos procedimientos”.

 

La jerarquía típica de los documentos del sistema de calidad según el anexo A de la norma NTC ISO 10013 es la siguiente:

La Auditoría En El Proceso 

 

Generalmente se acostumbra verter todo el éxito de una gestión a las últimas de las etapas o actividades realizadas.  Pero no ocurre así en lo que se refiere a la gestión de la calidad.  El triunfo no depende de la realización o ausencia de la auditoría.  Pero, aun cuando de esta no depende el éxito de la gestión, si se puede decir que la auditoría se inicia solo en el caso en que se haya generado un manual de calidad de los productos – resultado de actividades y procesos -.  Lo cual es un buen augurio del éxito en una gestión. 

 

El fin último de la auditoría es el de identificar la conformidad o no conformidad de los productos obtenidos en el proceso.  Es de esperar que mucha parte de la no conformidad pueda ser identificada por los mismos investigadores en el desarrollo de las actividades y no se tenga que recurrir a un equipo de personas para realizar la auditoría.

 

Sin embargo, el sistema de calidad tiene dentro de sus requisitos la realización de la auditoría, no por desconfiar de aquellos que realizan la tarea, sino por acompañar otros puntos de vista independientes que complementan la ardua labor de diagnosticar la calidad de productos en su gran mayoría de carácter intangible.

 

“La auditoría de calidad es el examen sistemático e independiente, que tiene como fin determinar si las actividades y los resultados relativos a la calidad satisfacen las disposiciones previamente establecidas y si estas se han implementado efectivamente y son adecuadas para el logro de los objetivos propuestos.”  Norma NTC ISO 10011-1, numeral 3.1.

 

Con la auditoría de la actividad, se relacionan directamente los reinicios del proceso prospectivo.  Una no-conformidad en el resultado de una actividad o etapa, pudiera ser motivo para arrancar el proceso desde una etapa temprana.

 

Las auditorías que se pretenden en el proceso prospectivo son las llamadas auditorías internas de calidad y sus “debes” están indicados por la norma ISO 9001 en los siguientes términos:

 

·         Debe el proveedor establecer y mantener actualizados procedimientos documentados para la planificación y la implementación de auditorías internas de calidad para verificar si las actividades y los resultados relacionados con la calidad estan conformes con las disposiciones planificadas y determinar la eficacia del sistema de calidad.

·         Se deben programar las auditorías internas de calidad con base en el estado y la importancia de la actividad a auditar y deben ser realizadas por personal independiente de quienes tienen responsabilidad por la actividad auditada.

·         Se deben registrar los resultados de las auditorías y presentar al personal que tenga responsabilidad en el área auditada.

·         Debe el personal gerencial responsable del área tomar acción correctiva oportuna sobre las deficiencias encontradas durante la auditoría.

·         Se deben verificar las actividades de seguimiento de la auditoría y registrar la implementación y la eficacia de la acción correctiva tomada.

 

Por otra parte, los propósitos de la auditoría son uno o mas de los siguientes:

 

1.       Determinar la conformidad o no-conformidad de los elementos del sistema de calidad, con requisitos específicos.

2.       Determinar la efectividad del sistema de calidad implantado para cumplir objetivos específicos de calidad.

3.       Proporcionar al auditado una oportunidad para mejorar el sistema de calidad.

4.       Determinar requisitos regulatorios.

5.       Permitir la inscripción de los sistemas de calidad de las organizaciones auditadas en un registro.

 

Aun cuando plantear la idea de la búsqueda de la calidad en el proceso prospectivo puede tener un efecto apreciable sobre el trabajo de construcción del futuro colectivo de una organización o comunidad, al momento de realizar la práctica, no basta con lo expuesto en las cortas líneas que se le han dedicado.

 

La puesta en práctica de cualquiera de las etapas que conforman el proceso prospectivo generaría mucho que realizar y teorizar para acercar a los resultados.  El solo reseñar las actividades de una cualquiera de las 27 etapas descritas daría para la realización de un libro.  Pero lo visto aquí es el precio que hay que pagar para tener oportunidad de expresar la idea en toda su extensión.

23. Conclusión

Podemos decir que la prospectiva lejos de ser lo que hoy es – un método de escenarios, una guía -, puede ser enmarcada dentro de la metodología de la investigación científica con un enfoque propositivo y no anticipatorio.  Esto permite realizar los aportes subsiguientes para finalmente aumentar el conocimiento hasta llegar a la estructuración del proceso al nivel de una ciencia:  la prospectología.

 

El proceso prospectivo cubre todas las etapas que en la lógica se deberían realizar para efectuar una gestión o administración adecuada de una organización, bien sea empresarial o comunitaria.  Se ha evitado hablar en los términos de otras alternativas como la planeación estratégica, que bien pudiera ser otra forma de orientar la gestión, pero que hoy no se encuentra estructurada y creo, pocas personas se atreven a reconocerla como ciencia. 

 

El proceso prospectivo tal como quedó finalmente desglosado por etapas, cumple todas aquellas expectativas que abarca la gestión empresarial y comunitaria y tiene como fuerza motora de las transformaciones a los actos educativos; no solamente de las que son las nuevas generaciones - niños y jóvenes - sino de todos los adultos.  Si estos últimos no se reeducan, los esfuerzos en la educación de los jóvenes y de los niños se verán pero muy lejos en el tiempo.

 

Este trabajo está encauzado mas hacia la transformación que a la anticipación.  Ello implica que muchas de las actividades desarrolladas van mas al esfuerzo de cambio y conocimiento profundo de la realidad y los sueños, que a anticipar los futuros que podrán existir.  Poco se ha hablado de expertos o anticipadores y mucho de investigadores o personas comunes y corrientes que colocan granos de arena, personas como todos nosotros, que son los que construyen los futuros, porque contadas son las personas que los pueden anticipar y nulas o pocas las técnicas que pueden darse el lujo de ser presentadas como apoyo a la anticipación.

 

Poco se ha referido en este escrito a las técnicas.  La prospectiva debe hacer uso de cuanta técnica pudiera existir.  Como dice Granados (2000),  “Si la prospectiva sigue anclada a técnicas, éstas tarde que temprano pasarán de moda y con ellas, lo hará también la prospectiva.”

 

Es de resaltar el carácter permanente que deben tener los actos de preocupación por el futuro, por eso, la prospectiva como la disciplina o ciencia que trata de sistematizarlos u organizarlos, también deberá ser permanente.

 

Defender el concepto de la prospectiva como ciencia, mas que como disciplina, hubiese sido un gran reto, pero ello hubiese conducido por rumbos diferentes al que ha elegido este libro, sin embargo, hay en la prospectiva, tendencias que a cada momento, a cada instante de la historia, han sido importantes y relevantes.  Si el mundo no hubiese cambiado desde que Gaston Berger condujo la insurrección en contra de la predicción en el año 1957, hoy se pudiera decir que viviríamos conformes con la anticipación.  Pero, afortunada o desafortunadamente, la situación ha cambiado demasiado.  Hoy por hoy, se considera que la anticipación no puede darse en las mismas condiciones que se daban hace mas de 50 años.  La prospectiva se podrá seguir aplicando con ese carácter anticipatorio, pero el horizonte de tiempo deberá acortarse.  Prospectiva anticipatoria como la de la Escuela Francesa y a largo plazo, es contradictoria.

 

Pero aún teniendo presente esa opinión, no deja de reconocerse que la tendencia anticipatoria es una de las de mayor difusión en la disciplina - o ciencia - de la prospectiva.  Pudieran observarse en esta hipotética ciencia de la prospectología varias tendencias, algunas en estado embrionario:

 

·         Una tendencia previsiva

·         Una tendencia predictiva

·         Una tendencia anticipatoria

·         Una tendencia colectiva

·         Una tendencia cognitiva.

·         Una tendencia propositiva.  - de la que trata este libro -

 

Creo que el espacio para los aportes teóricos y prácticos no está acotado.  Todo lo contrario, hoy mas que nunca, están abiertas las puertas para realizar nuevos aportes.

 

Finalmente y es el punto mas importante, se resalta el carácter formativo y educativo que lleva implícito y explícito la prospectiva de tendencia propositiva y sin el cual no se logra la transformación del presente en el futuro deseado.

24. Bibliografía

ACUÑA ECHEVERRÍA, Hernán y KONOW HOTT, Irene.  Métodos y técnicas de investigación prospectiva para la toma de decisiones.  Santiago : Fundación de Estudios Prospectivos, Planificación Estratégica y Decisiones de Alto Nivel de la Universidad de Chile – FUNFUTURO,  1990.  113 p.

 

ARNAZ, Luis y MELICAN, Jay. Design methods.  Estados Unidos de Norteamérica: s.n. versión electrónica.  1996.  15 p.

BARBIERI MASINI, Eleonora, La Previsión humana y social. Mexico : Editorial Centro de Estudios Prospectivos de la Fundación Javier Barros Sierra, Fondo de Cultura Económica, 1993. 129 p.

CERTO, Samuel y PETER, J. Paul.  Dirección estratégica.  Madrid :  Editorial Irwin,  1995.  382 p.

DIXIT, Avinash K. y NALEBUFF, Barry J.  Pensar estratégicamente. Barcelona  : Editorial Antoni Bosch,  1991.  416 p.

GRANADOS CORTES, Hernando.  Conversaciones para la asesoría del trabajo de grado.  Medellín.  2000

GABIÑA, Juanjo.  El Futuro revisitado. Bogotá : Editorial Alfomega Marcombo, 1997.  220 p

GODET, Michel.  De la anticipación a la acción. Bogotá : Editorial Alfaomega Marcombo,   1995.  360

ICONTEC.  Administración y aseguramiento de la calidad.  Bogotá : s.n., 1994.  330 p.

ICONTEC.  Tecnología para la administración de la calidad. Bogotá : s.n.,  1994.  292 p.

MIKLOS, Tomas y TELLO, María Elena.  Planeación prospectiva.  México D.F. : Editorial Limusa, 1998.  201 p.

NOTARIO de la TORRE, Angel.  Apuntes para un compendio sobre metodología de la investigación científica. La Habana : s.n. versión electrónica, 1999.

 

SCHEIN, Edgar H.  Psicología de la organización.  México D.F. : Editorial Prentice Hall,  1993.  252 p.

SIERRA LOMBARDÍA, Virginia M y ALVAREZ M. de ZAYAS, Carlos.  El método científico.  La Habana : s.n. versión electrónica.  1996. 

TAMAYO y TAMAYO, Mario.  El proceso de la investigación científica.  Bogotá : Editorial Limusa, 1980. 225 p.

 

DEDICACIÓN

A Tomas Miklos,

quien cambió mi concepción

de la prospectiva.

A Angel Notario de la Torre,

quien me ayudó a redescubrir

el método de la investigación científica.

A Jenny, Mateo y Emmanuel,

quienes cambiaron mi concepción

de la vida en familia.

 

AGRADECIMIENTOS

A usted amable lector por dedicar parte de su tiempo a la lectura de este libro.  Al Dr. Hernando Granados Cortes –mi profesor y asesor del trabajo de grado - por sus aportes y apoyo.  A Jairo Betancur H. y Amparo Lucia Duque H, mis compañeros de Especialización en Prospectiva Organizacional en ESUMER, por sus aportes.  A Vivianne Chavarriaga Gil por su dedicación en la revisión de los originales.

 

 

Trabajo enviado por:
José Escobar Quijano
jbescobar@orbitel.com.co
 http://www.orbitel.com.co

ORBITEL S.A. E.S.P.
Analista de Desarrollo de Negocios
Gerencia de Relación con Operadores
Teléfono: +574-325-1707

Medellín 2000



* Sin acuerdo sobre el asunto

* En especial en Latinoamérica y España

[*] El doctor Angel Petriella cita una definición del año 1920 en los siguientes términos "Science qui apuor objet l'etude des causes, techniques, scientifiques, économiques et sociales qui accélérent l'evolution du monde, et la prévision des situations qui en découlent." Diccionario Larousse de la Lengua Francesa, "Léxico", 1920. Ciencia que tiene por objeto el estudio de las causas técnicas, científicas, económicas y sociales que aceleran la evolución del mundo y la previsión de las situaciones que se originen.

 

 

* Enfoques de otros autores como Mario Tamayo y Tamayo incluyen en todo el proceso 7 etapas a saber:  Elección del tema, objetivos, delimitación del problema, planteamiento del problema, marco teórico, metodología e informe, el cual parece estructurado mas como modo de presentación de los resultados de la investigación que como el proceso de investigación en si mismo.

* Una técnica que estimula la interacción entre individuos para buscar conclusiones compartidas.

* Es el tipo de líder que muchos pueblos reclaman con insistencia, no el que aglutina alrededor de un ideal, sino quien toma las riendas y las decisiones.

* En el anexo F y G se mencionan muchas técnicas y herramientas que pueden estar a disposición de las personas que practican la prospectiva.

* De la realidad, para diferenciarla del modelamiento que realizaremos mas adelante, donde se hará sobre un sueño.  Es decir la abstracción de la abstracción.

* Las tres últimas técnicas registradas por Michel Godet.

* Narrativa es un relato libre y espontáneo que tiene como insumos variables derivadas del modelamiento de las situaciones actuales y/o deseadas