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El proceso prospectivo, un aporte teórico para la práctica de la
prospectiva
2. El estado de la prospectiva
4. El problema de la prospectiva como
disciplina.
5. El objetivo – la base teórica de un
método.
11. Análisis histórico y determinación de las
tendencias
12. Modelamiento en la fase
fenomenológica.
14.
Determinación de las características teóricas de los objetos.
15. Determinación de las
contradicciones en el plano abstracto
16. Determinación de las estrategias y
las acciones estratégicas.
17. Concreción del modelo teórico a través de
indicadores.
18. La comprobación empírica del modelo
teórico
19. Determinación de las responsabilidades.
20. Verificación. evaluación de resultados
21. Los requisitos del sistema de calidad
22. La documentación en el proceso
Este libro fue
realizado especialmente para personas que sientan alguna motivación por la
prospectiva y deseen encontrar una nueva forma de realizar su práctica, bien
sea reafirmando sus anteriores creencias o acompañando las que tienen, con otra
visión como la aquí presentada.
Existiendo muchas
oportunidades para instruir en varios de los temas tratados en este trabajo, he
preferido presentar la idea lo mas amplia posible. Lo extenso del tema, resta la oportunidad para ahondar algunos de
los asuntos. El esfuerzo o el interés
para enseñar y para profundizar no es un bien agotable y existirán otras
personas o habrán para el autor, otras oportunidades para complementar las
ideas que aquí se plantean.
Se considera que
actualmente la prospectiva tiene mucho futuro, pero no ha sido así durante
largo tiempo, por cuanto ella como disciplina no ha estado desde siempre. Lo que ha subsistido, ha sido el interés por
el futuro. La prospectiva como ciencia
o disciplina tiene como objeto, en mi concepto, organizar los actos interés o
de preocupación por el futuro.
Esta ciencia,
disciplina o para algunos simplemente un método*
es muy joven y ha pretendido sistematizar los actos de preocupación por el
futuro, los cuales están presentes de alguna forma en todos los individuos y en
mayor o menor grado en las comunidades y organizaciones. La sistematización que se ha efectuado, ha
estado marcada por algunos autores de renombre por un énfasis hacia técnicas y
herramientas.
Los aportes
teóricos y prácticos que ha realizado hasta ahora la Escuela Francesa – la mas
relevante a nivel mundial -, se han enfocado hacia la anticipación y si bien es
cierto que algunas organizaciones y/o individuos han estado en capacidad de
anticipar los cambios, han sido también muchos los fracasos en ese campo. Estos fracasos no se divulgan de la misma
forma que los éxitos, con lo que se contribuye por una parte a dar una falsa
imagen de la práctica y por otra, se generan desencantos en aquellos que no
tienen la dicha de lograr prever los cambios.
Ocurre además, que
las herramientas y técnicas que se emplean hoy, son superficiales,
desconociendo que si se persiste en anticiparse a los cambios en un mundo cada
día mas globalizado y cambiante, estas tienen que ir evolucionando para dar
respuesta a las condiciones difíciles del medio.
Es importante
resaltar que en este libro se hace una marcada distinción entre lo que hoy se
conoce como la práctica prospectiva y que en el marco del trabajo denominamos
como guía y por otra parte, lo que es la idea central de este documento que se
llama el proceso prospectivo. Aquí,
cuando en alguna parte se refiera a
guía, se deberá entender la forma como se practica actualmente la prospectiva –
con el enfoque de la Escuela Francesa - y cuando se mencione proceso, se
refiere a la idea del trabajo o una nueva forma “en teoría” para realizarla.
Una recomendación
importante para los lectores, antes de proceder a la lectura de este escrito,
es la de leer el pequeño texto sobre el método de investigación científica el
cual se encuentra en anexo A. Esto es
necesario para entender la estructura del aporte.
La prospectiva* ha estado marcada por la influencia de
la Escuela Francesa y si en algo se caracteriza, es por su aspecto
anticipatorio del tratamiento de los temas del futuro. Este es un problema para la clase de tiempos
que vivimos hoy con los efectos de la globalización y la tecnología. Es por eso que se propone investigar sobre
otros métodos para realizar la práctica.
Una de las fundamentaciones para la idea que mas adelante se extenderá,
parte de las nociones de Acuña y Konow (1990, 6). Estos autores han establecido una formulación para el futuro, en
términos de tres factores: (1)
tendencia o inercia histórica, (2) evento o acontecimiento inesperado y (3)
propósitos u objetivos individuales y/o colectivos.
La expresión de dicha
fórmula sobre el futuro (F) es la siguiente:
F=
aT + bE + cP
donde:
T
= Tendencia o Inercia histórica
E
= Evento o acontecimiento inesperado
P
= Propósitos u objetivos individuales y/o colectivos.
a, b, c:
parámetros o coeficientes positivos, donde a+b+c = 1
La fórmula la describen
de la siguiente manera:
·
Una parte del futuro viene determinada por lo que históricamente se
había estado dando y esta es la parte predecible con diferentes grados de
probabilidad, de acuerdo al desarrollo que se puede prever de las condiciones
imperantes en el presente. Mientras más
importante sea, mayor será el valor del parámetro a.
·
Una parte del futuro simplemente no es predecible sino que es
sorpresiva, por lo cual no es posible anticiparse a ella ya que no la esperamos
realmente o porque, siendo posible anticiparse, no se conoce su probabilidad y
el cuando ocurrirá. Mientras mayor sea
su peso, mayor será el valor del parámetro b.
·
El deseo que algo ocurra, influye a que eso sea así y las imágenes o
deseos de la gente influyen en el futuro.
Esa parte es elegible, ya que depende de la voluntad de las personas y
además es diseñable. De ese modo
estamos creando un futuro gracias a nuestra imaginación. Mientras mayor sea su importancia, mayor
será el valor del coeficiente c.
Agregan los autores
mencionados, que para cada situación, comunidad, institución o persona, esos
componentes tienen diferente influencia o importancia relativa. Normalmente solo es relevante la parte
dominante. Sin embargo, el futuro es
siempre el resultado de todos estos factores.
Esto implica diferentes relaciones y aproximaciones al futuro. Por ello, para el abordaje del futuro no
basta una sola técnica, sino que se tienen que utilizar distintos instrumentos para
poder capturar la información relacionada con los tres componentes mencionados.
Este libro está
enfocado al tratamiento de la parte elegible o propositiva del futuro, sin
descuidar el análisis del pasado o de la realidad que vivimos. Aquí los sueños se profundizan y se elaboran
de tal forma, que puedan hacer parte del presente. Esta es una forma de ver el
presente, ese tiempo infinitesimal que todo lo gobierna.
Otra forma de ver
el presente es en cuanto a la importancia que se le de al pasado y al futuro.
En general pudiera decirse que un individuo o una organización vive en función
del pasado y/o en función de futuro o en actitud desatendida de ambos. Aquellos que viven en función del pasado
pudiera ser discriminado en el pasado propio o en el pasado de otros. Aquellos que viven en función del futuro,
pudiera ser el futuro propio, el futuro colectivo o el futuro de otros. Aquellos que tienen una actitud desatendida
en el presente es porque en general esperan que otros decidan por ellos y viven
el día a día.
Aun es preferible
una actitud de vivenciar el presente en términos del pasado a una actitud
desatendida. Ya que quienes viven en
función de un pasado están añorándolo para el futuro. Vivir en función del pasado es en cierta forma vivir en función
del futuro. Un futuro revivido.
Cuando se vive en
función del pasado o del futuro de otros o bajo un punto de vista individual y
no colectivo y participativo, se está desaprovechando el aspecto propositivo
que se quiere hacer relevante en este trabajo.
También el futuro
pudiera expresarse, en primera instancia, en términos de previsiones o
anticipaciones, donde las probabilidades de ocurrencia pueden determinarse con
un cierto margen de error, en términos de sucesos inesperados de la naturaleza,
con probabilidades pequeñas o altas pero con incertidumbre sobre la fecha en
que ocurrirán y en segunda instancia, en términos de deseos. Con este enfoque, esta exposición apunta a
la última de las opciones: los
deseos.
Entre lo que puede
pasar y lo que se quiere que pase, se ha preferido lo segundo, entre otras
cosas, porque a cada momento que transcurre, se hace más difícil la
anticipación o la previsión.
Nada mas actual y
necesario de abordar que el tema de la prospectiva proposicional colectiva,
considerando la destrucción del tejido social que tienen muchos pueblos. Si colectivamente se propusiera construir un
futuro mejor que éste al que estamos siendo sometidos por la apatía de nuestras
posiciones, no se dudaría que seriamos un ejemplo para muchas naciones.
El objeto de esta
investigación se refiere a la práctica, pero abordada desde el punto de vista
conceptual o teórico. Mal se pudiera
pretender abarcar tanto lo teórico como la aplicación de los conceptos, en
especial porque se considera que la práctica es un asunto permanente que
difícilmente se puede llevar a un texto.
Esto viene después.
El objetivo de la
investigación será el de identificar unos pasos lógicos y pertinentes que
permitan el aproximarse adecuadamente a las pretensiones de una organización o
comunidad para construir un futuro.
Quedará a su decisión amable lector el comprobar el cumplimiento del objetivo
establecido.
La hipótesis de trabajo
o idea básica a defender, parte de la siguiente consideración: “Si el futuro no
está determinado, entonces su construcción o determinación no necesariamente se
da acorde con nuestra capacidad de anticiparlo, sino con nuestra determinación
para hacerlo realidad”.
Los métodos
utilizados en esta investigación han sido métodos teóricos, que parten de la
creatividad y de la innovación. Y
también métodos sistémico estructurales.
Poco o nada se ha empleado de los métodos empíricos por la misma
característica conceptual de este trabajo.
A continuación se
analiza el problema de hoy en la prospectiva, el objeto de este libro y el
objetivo que se pretende lograr en el ámbito teórico.
No puede faltar una
mención al tema de futuro en este libro porque la prospectiva está imbuida en
el concepto del tiempo y en especial en el del futuro.
EL futuro no
existe, así como tampoco existe EL pasado.
No existe UN futuro, no existe UN pasado.
Existen
interpretaciones colectivas o individuales del pasado, no siempre concordantes
y permanentes en el tiempo. En la
medida en que las organizaciones, comunidades o individuos evolucionan de
alguna forma, en esa misma medida sus interpretaciones sobre el pasado también
evolucionan.
Existen ideas
anticipatorias y/o propositivas de los futuros colectivos y aun de los
individuales, pero al igual que ocurre con los pasados dichas ideas evolucionan
con el tiempo.
Tanto los pasados
como los futuros están constituidos de situaciones cambiantes a cada presente y
los efectos de esas situaciones es lo que nos interesa. En especial los efectos de las situaciones
de los futuros.
Aunque la
prospectiva esta imbuida de los futuros no puede confundirse una cosa con la
otra. Mal pudiera decirse que la
prospectiva es la ciencia de los futuros.
Muchas de las personas que la abordan desde este ángulo fácilmente
llegan a contradicciones en sus teorías y es por ello que el marco teórico de
la prospectiva es tan estrecho. No
tanto porque no tenga pertinencia o importancia, sino en parte por la
dificultad que ha existido en su abordaje desde el concepto de futuros.
El tratamiento del
futuro parece ser un tema evitado por varios autores y muchos de los que lo
tratan, lo abordan desde lo mítico, desde el oráculo, desde la previsión, la
predicción o desde la anticipación.
Para muchas
personas el tratar los futuros o hablar de los futuros se limita al campo
individual y por ello generalmente el tema recae en manos de adivinos. Pero se olvida que los futuros, mas que un
asunto individual, es un asunto colectivo en el cual se dan las bases para
hacer realidad los futuros individuales.
Es mayor la influencia del futuro colectivo en el futuro individual, que
la influencia de miles de futuros individuales en el futuro colectivo. Es mas fácil incidir en un futuro individual
a través de un futuro colectivo, que lo contrario.
Los futuros
individuales se crean a partir de los futuros colectivos. Algunos creen que los futuros individuales
están predeterminados y que por lo tanto los futuros colectivos también lo
están. Si los futuros individuales
estuviesen determinados, no lo están los futuros colectivos, porque el todo no
es la suma de las partes, el todo es mas que la suma de las partes. Mal pudiera pensarse que un conjunto de
futuros individuales y disimiles pudiera configurar un conjunto unívoco de
futuro colectivo que el que vive una comunidad u organización.
Tratar sobre los
futuros, puede ser entonces un tema alejado de adivinos en la medida en que
estos sean los colectivos. Tratar sobre
los futuros puede ser un tema cercano a los profetas en la medida en que estos
traten lo colectivo y anticipador.
Tratar sobre los futuros puede ser un tema cercano a los ciudadanos
comprometidos y a los lideres en tanto estos traten lo colectivo y propositivo.
Por otra parte,
científicamente ha existido un temor a referirse al tema, porque se dice que
los futuros no existen todavía. Pero
también se olvida que mas que referirse a los futuros en si, los científicos
pudieran referirse, en vez de eso, a los actos de preocupación por lo que está
por llegar.
Pasa igual con toda
ciencia de las llamadas sociales. Si el
Pedagogo al hablar de pedagogía se refiriera al educando ya formado - cosa que
no ha sucedido -, estaría tratando un tema de futuro, un futuro no hecho
realidad. Lo que se da generalmente, es
que el científico en su ciencia respectiva, trata el proceso mas que el
resultado. Cuando ese proceso ha sido
debidamente estudiado y analizado hasta descubrir las leyes y relaciones y
cuando se realiza el procedimiento con todo el rigor de la ciencia respectiva,
entonces puede asegurarse el resultado, con lo que indudablemente lo anticipa,
pero no por la predicción, sino por el esfuerzo de transformación.
De la anterior
analogía se desprende el marco teórico de este libro. Existe una determinación especial sobre los actos de preocupación
por los futuros, así sea en la mente, así sea seminal, que cuando logre el
nivel adecuado de motivación colectiva, logrará la materialización de los
futuros verdaderamente soñados por las comunidades o las organizaciones.
Si el futuro no
está determinado, entonces su construcción o determinación no necesariamente se
da acorde con nuestra capacidad de anticiparlo, sino con nuestra fijación para
hacerlo realidad. No es entonces la
determinación para anticiparlo lo que cuenta, sino la determinación para
construirlo. No es entonces la calidad
anticipatoria del investigador lo que cuenta, sino el compromiso de todas y
cada una de las personas que participan en el logro de los futuros.
Si el futuro no
existe es el tiempo de empezar a construirlo.
Si en verdad existe, ¿quién lo diseñó?
En este capítulo se
analiza el problema, el objeto y el objetivo relacionados con la
investigación. Pudiera de alguna forma
generarse una confusión en el lector porque otros epígrafes se refieren a los
mismos temas dentro de la propuesta, pero allá mas adelante, ellos se encauzan
al problema, objeto y objetivo de la práctica prospectiva, mientras que aquí se
refieren a la problemática planteada al investigador, al sujeto que participa
en la práctica de la prospectiva, al objeto de la investigación y al objetivo
que se pretende lograr con este aporte.
Según algunos
autores[*],
el término Prospectiva o Prospicere (Mirar a lo lejos, Mirar desde lejos) fue rescatado
del latín por el Francés Gaston Berger en el año 1957, para des-caracterizar
los estudios sobre el futuro que en su momento se hacían y que estaban cargados
de previsión y por ende de predicción.
El término prospectiva, en opinión de Hugues de Jouvenel y Pierre Masse,
citados por Godet (1995, 1), “nació de una rebelión del espíritu contra el yugo
del determinismo y el juego del azar”
Pero dicha
des-caracterización produjo su efecto, porque si los estudios sobre el futuro
estuvieron, en opinión de esos autores, cargados anteriormente de previsión,
ahora en su teoría, estarían cargados de anticipación. Y la anticipación es una derivación de la
predicción.
La prospectiva
tiene un soporte filosófico defendido por la Escuela Francesa – cuyos mayores exponentes
son Bernard y Hugues de Jouvenel y Michel Godet - y es un triángulo griego, sin mas referencias, que se compone de tres momentos, denominados
por ellos: anticipación, apropiación y
acción. Si regresamos a los orígenes
del triángulo encontramos un desconcierto:
el término Epithumia se tradujo para la Escuela Francesa como
anticipación y logos como apropiación.
Cuadro 1. El fundamento filosófico de la Prospectiva Francesa
Término original |
Traducción |
Traducción para
la Escuela Francesa |
"Logos": |
Razón |
Apropiación |
"Epithumia": |
Deseo |
Anticipación |
"Erga": |
Acción |
Acción |
No deja de extrañar
la forma en la que se realizó la traducción de los términos Epithumia, y logos
como anticipación y apropiación respectivamente.
Dicha escuela
reformó los términos griegos hasta manejar los conceptos de anticipación,
apropiación y acción sobre los cuales desarrolló una teoría para la
sustentación posterior del método y las técnicas representativas de ella.
Donde cada uno de
los términos tiene la siguiente connotación:
Anticipación: Pensamiento
prospectivo.
Apropiación: Movilización
colectiva.
Acción: Deseo
estratégico.
El pensamiento
prospectivo actual está muy recargado en la Escuela Francesa por el componente
anticipatorio y hoy, de pronto mas que antes, por la rapidez de los cambios en
nuestra sociedad y por los efectos grandes y a veces desconocidos de la
globalización, se hace difícil anticipar el rumbo de las fuerzas que mueven la
sociedad. Esta debe ser una de las
razones por las cuales un nuevo concepto de prospectiva debe hacer mas énfasis
en la construcción del futuro que en la anticipación de los cambios. Y espero que en el futuro aparezcan muchos
otros aportes y métodos.
El problema de hoy
en la prospectiva, es su carácter anticipatorio que no responde a la situación
que vive la humanidad. Se hace
necesario des-caracterizarla del componente anticipatorio, en pos de un
componente elegible o propositivo como se mencionó anteriormente, sin pretender
con ello que la prospectiva pierda su capacidad de tratar de anticipar el
futuro, sino dando una oportunidad adicional a la práctica bajo un enfoque de
elección.
Si este es el
problema -uno de tantos que pudiera tener-, se verá enseguida en que parte de
la realidad – objetiva o subjetiva - se manifiesta. Esto es lo que se denomina como el objeto en este libro.
La práctica y la
teoría prospectiva de la guía consideran los siguientes pasos: Delimitación del problema, identificación de
tendencias, de rupturas y de variables estratégicas o variables claves,
evaluación del poder de los actores, construcción de escenarios y determinación
de objetivos, estrategias, acciones y finalmente, funciones de vigía y
control. Este es el primero de los tres
enfoques de la práctica que tiene la prospectiva actualmente.
Hoy se reconocen
dentro de la guía - explicada
con mayor detalle en el anexo B - algunos pasos que no deben faltar y más que estar esos pasos
organizados en forma lógica, lo que se presenta mayoritariamente es el empleo
de algunas técnicas alrededor de las cuales gira el trabajo, desde la
delimitación del problema hasta la parte del control de las acciones y
estrategias del plan.
Con frecuencia, es
mayor la importancia dada al empleo masivo de técnicas como el Abaco de
Regnier, el método Delphi, el Análisis Estructural, la Matriz de Impacto
Cruzado, los Escenarios, el Árbol de Pertinencia y el Grupo Vigía – grupo
conformado al final de la guía y bajo cuya responsabilidad queda el control de
los resultados -, que el énfasis que se hace para asegurar la pertinencia de
las actividades con los actores, el análisis de lo encontrado o lo deseado y la
consecución en el logro de los objetivos.
Hoy la prospectiva se reconoce mayoritariamente por el empleo de todas o
algunas de esas técnicas y en palabras de algunos importantes autores como
Godet (1995, 45), la prospectiva se denomina “método de escenarios”. Este es hoy el segundo enfoque de la
práctica de la prospectiva.
Un tercer enfoque
por el que se reconoce actualmente su práctica, además de los dos anteriormente
mencionados, es el tratamiento que se les da a algunos de los sujetos que
participan y se refiere concretamente al facilitador, a los actores, al Grupo
Vigía y a los expertos. Estos cuatro
personajes o grupos de personas son solamente unos de los pocos que deberían
participar en el proceso. Hace falta
redescubrir los papeles de analistas, asesores, patrocinadores, ampliar el
cúmulo de actores o individuos a ser transformados y que también participan
dentro del plan de trabajo. Pero hay
otro problema mayor y es el papel que realiza hoy en día el que es llamado
facilitador. Al facilitador se le exige
el papel de anticipador. Comúnmente se
observa una intromisión por parte del facilitador en la determinación de
variables, tendencias y estrategias y lo que produce con su actitud y
comportamiento es la lejanía de la pertinencia de las personas que tienen la
tarea bajo su responsabilidad, como son los actores. Esta distorsión es por demás hoy reclamada por los últimos
citados, en el sentido de que esperan del facilitador un papel de líder y
conductor de su desarrollo y no solamente el conocimiento profundo de sus
etapas de la guía y el amplio conocimiento sobre métodos y técnicas para
adelantar el mismo. Esto se debe al
carácter tan marcado hacia la anticipación que tiene hoy la guía prospectiva.
Cualquiera de los
tres enfoques de la práctica – énfasis en los pasos, en las técnicas y por
último en algunos personajes representativos - es limitado, por cuanto la
atención se debe centrar en la identificación del problema, en la
identificación del objeto y en el cumplimiento de los objetivos que se establezcan
en el proceso y a partir de allí, encontrar las etapas adicionales que van a
ser necesarias, los métodos y técnicas apropiadas y los papeles que deben ser
relevantes en los sujetos que participan o deben participar en el mismo para
conseguir los objetivos de modificación de esta realidad.
Se requiere
entonces llevar a sus justas dimensiones las tres características que
identifican la guía, para re-construir la práctica prospectiva. ¿Cómo se haría? Es algo que se indicará mas
adelante.
Para argumentar un
poco mas alrededor del punto de vista de los tres enfoques, se sugiere pensar
en la forma en que se desarrolla en algunas ocasiones el trabajo
prospectivo. Se origina a partir de un
problema, planteado por comunidades u organizaciones, se contrata un
facilitador al que se le paga por horas de trabajo, este asume su papel por
encima del encargo y se convierte en fuente de datos, de información y
soluciones para resolver el problema, en síntesis, en un anticipador de
futuros. Por otra parte, las soluciones
se concentran en el cambio del aprovechamiento de los recursos, con poco
énfasis al cambio de las personas y se habilita un grupo de control o de
orientación llamado el Grupo Vigía. El
facilitador termina al poco tiempo su contrato o su labor, quedando la
organización o la comunidad o en último término el Grupo citado, con el encargo
de lograr la metamorfosis de la organización social o empresarial, sin que en
muchas de las oportunidades, se logre el cometido de anticipación o mucho menos
el de transformación y en consecuencia, se desprestigia la práctica de la
prospectiva.
El procedimiento de
práctica prospectiva debe poder remover la caracterización que actualmente y
restituirle su status a la disciplina, haciendo la claridad de que más que pretender
resolver por parte de los investigadores los problemas que son objeto de la
prospectiva, lo que se debe resolver es el ¿Por qué?, ¿El qué? y el ¿Para qué?
asociados con los sujetos de la investigación en el campo de acción.
Cuando se logre aceptar
que el proceso prospectivo se debe abstraer del empleo de técnicas comúnmente
usadas - por la Escuela Francesa - y que la prospectiva no se caracteriza por
el tratamiento que se le da a todos o algunos de los pasos y mucho menos que el
facilitador es el individuo clave en la práctica, se podrá apropiar mas
fácilmente el verdadero sentido prospectivo que es el de la transformación de
individuos, de organizaciones y en el cambio en el aprovechamiento de recursos
para construir un futuro deseado.
Granados (2000) dice que si la práctica de la prospectiva sigue anclada
a técnicas y herramientas, cuando estas pasen de moda, lo hará con ellas la
prospectiva.
La guía se dirige
mas hacia los recursos, a la materialización de las acciones que mejoran la
eficiencia de procedimientos relacionados mayoritariamente con las ciencias
naturales. Esto hay que complementarlo
y fortalecerlo con esfuerzos hacia los aspectos más sutiles y complicados como
la variación de los individuos. Esa
transformación no solo cubre el mundo exterior, sino también el interior de las
personas y también las percepciones y deseos desde una óptica individual hasta
una social u organizacional. Muchos
inconvenientes y contradicciones se encuentran en ese camino de cambio desde
las ópticas personales hacia otras de interés en una organización
empresarial/social y parte de la tarea será entonces encontrar soluciones a las
dualidades y contradicciones identificadas.
Diversas técnicas
se emplean para lograr ese cometido y para resolver las dualidades y
contradicciones y antes de adentrar en este campo, se pudiera realizar una
taxonomía de una práctica teórica bajo el amparo del método de investigación
científico, para poder desligar las actividades que hoy se efectúan con gran
énfasis en los pasos de la guía y sobre las técnicas que van apareciendo ya
como de “propiedad” de la misma. Mas
adelante se expone la teoría sobre la cual se basa este trabajo para la
modificación de la guía a un proceso prospectivo.
Planteados los
problemas de la disciplina y el objeto del trabajo como la práctica, se verá
enseguida como pretender resolver los problemas y transformar el objeto así sea
en el ámbito teórico. Esto es lo que se
llama el objetivo de este aporte.
El titulo de est
libro hace alusión al proceso prospectivo, proceso en cuanto es una secuencia
de estados que se alternan entre el análisis de la realidad, la abstracción de
un futuro deseado y la construcción del mismo.
En un procedimiento
de investigación científico en la cultura occidental, son tres los momentos que
se repiten incesantemente. En un primer
momento se observa, se mide, se ven los hechos, se toman datos. En esta etapa se está en la frontera del
conocimiento pseudocientífico o sea la etapa perceptiva del proceso. Se parte de la contemplación viva de las
situaciones, de los individuos, de los recursos y de las organizaciones
sociales o sea de una parte de la realidad.
Dicha contemplación se extiende hacia atrás en el tiempo y no solamente
se analiza el momento presente. Es el
tiempo de la observación.
En el segundo momento
interviene la conciencia. Se trata de
entender, de comprender, de explicar y de interpretar en el plano abstracto o
de la mente lo que se desea. Es una
fase interior, es una actividad individual pero también compartida en grupo. Es el tiempo de los métodos teóricos, es el
momento de la abstracción. En esta fase
también se crea o cambia la percepción de y sobre las personas y las cosas de
la creación. Es el instante de la
construcción de los sueños y las utopías.
Es el tiempo de las hipótesis.
En el tercer
momento, en general el más enfatizado, se va a comprobar si lo entendido,
abstraído, construido a nivel mental y comprendido en el segundo momento, es
aplicable en la realidad. Es el momento
de la transformación. Generalmente esta
fase – en lo que respecta al proceso prospectivo- se vive en sociedad, aunque
implica también en la mayoría de las veces, una actividad de transformación
individual y también por ende de lo creado.
Es el tiempo de los experimentos.
Mas claro podría
ser, si se explora la cultura oriental en los milenios transcurridos -mucho mas
lejanos que los de la cultura occidental -. Ella no ha construido su
conocimiento a manera occidental. Y por
ende las ciencias entre ambas culturas no tienen los mismos significados. En la cultura oriental priman los mismos
momentos, pero en un orden y prioridades diferentes.
La metamorfosis se
realiza en el individuo, a nivel de la conciencia, reconociendo mas importancia
a una nueva percepción de la realidad, que en el cambio de la realidad
misma. Cada nueva situación crea en los
individuos una oportunidad para la transformación interior que se consigue a
través de la meditación y de un trabajo interior consigo mismo.
Otro aspecto para
resaltar en el modelo de construcción del conocimiento occidental, es el de la
alternancia entre los estados contemplativo, abstracto y experimental, los
cuales no se suceden en forma lineal, sino que tienen presencia en todo
momento.
La secuencialidad
es una consecuencia de las limitaciones como constructores del
conocimiento. El conocimiento, no se
construye íntegramente. La verdad no se
desvela, simplemente se retiran paulatinamente las brumas a partes del
desconocimiento.
En el trabajo que
atañe con el manejo científico del proceso prospectivo, los métodos teóricos o
de la conciencia como: el
hipotético-deductivo, el de modelación, el genético y el dialéctico, conducen a
descubrir y revelar la esencia del objeto y sus relaciones que son accesibles a
la conciencia y por ende están asociados con la mente. Por otra parte, los métodos empíricos, los
cuales corresponden a aquellos asociados con la realidad o la creación,
pretenden estudiar las características fundamentales y las relaciones
esenciales del objeto que son accesibles a la percepción sensorial. De todas formas, la clasificación que se realiza
en términos de realidad y conciencia, genera una deformación necesaria en la etapa de la interpretación
del mundo, porque Realidad y Conciencia forman un continuo por la dificultad de
abstraer la conciencia de la realidad.
En el campo de
acción, ninguno de los métodos descritos se emplea en forma “pura” como se
describen en la tabla del anexo C.
Ellos aparecen inmersos en una actividad que parte del análisis de la
realidad, sigue a un proceso de contemplación de la misma por la mente y
termina el ciclo con la comprobación de la aplicabilidad en la realidad.
Retomando a la
teoría antes expuesta, en el proceso - de investigación científico -
prospectivo se reconocen cuatro fases generales, tres de las cuales siguen la
corriente para un plan de trabajo de investigación en general, tal como lo
manifiestan Sierra y Alvarez (1996, 25):
Fase 1:
Investigación a un nivel fenomenológico.
Fase 2:
Construcción del modelo y despliegue de la teoría en el campo abstracto.
Fase 3:
Comprobación empírica del modelo teórico, predicción de nuevos datos con
ayuda de la teoría elaborada y transformación del objeto.
Fase 4:
Conformidad del proceso sobre normas de calidad. - aporte personal al método -.
El énfasis
realizado al dividir el plan de trabajo en cuatro fases es circunstancial y se
presenta solo con el ánimo de facilitar el análisis, porque la transformación -
la penúltima - o la etapa de la construcción, está presente desde los mismos
instantes de inicio de la actividad. No
existe en la realidad en el proceso prospectivo un momento - de varios meses -,
para la investigación a un nivel fenomenológico, dado que desde la primera fase
se da inicio a la transformación de todos aquellos que participan en el mismo y
entre ellos se incluye a los actores, a los patrocinadores, a los facilitadores,
a los analistas, a los expertos y a cada una de las personas que integran la
comunidad desde y para la cual se da la investigación. Esta aclaración es necesario realizarla
porque una vez se haya realizado la taxonomía del plan de trabajo será necesario
integrar las partes para entender la importancia del papel de todas y cada una
de las personas que intervienen en él.
La estructura general de la idea expuesta, se basa en cuatro fases como
se indica en la siguiente figura:
Si unas frases
simples pudieran caracterizar las cuatro fases, podrían ser las siguientes:
Cuadro 2. Equivalencia de las fases
Fase |
Una definición
simple |
Fenomenológica |
“Lo que es” |
Construcción del modelo |
“Lo que debería
de ser” |
Comprobación del
modelo |
“Lo que tiene que
ser” |
Conformidad del proceso |
“Cómo debería ser
” |
Se aclara que tal
como se realiza hoy la guía, dentro de su estructura tiene una lógica en
la secuencia, pero ella no es suficiente para los propósitos de estructurar el
proceso a la manera de una investigación científica. Un lector adentrado en el tema verá que algunas de las etapas
tienen correspondencia con los pasos empleados por la Escuela Francesa.
Se preguntará
amable lector el porque de la linealidad de las fases. ¿por qué es necesario
realizar en primer lugar la fase fenomenológica antes de la de abstracción?
Pudiera ser al contrario, o sea realizar la fase de abstracción en primer lugar
y luego la de observación. Pero aun cuando es posible, seria difícil evitar los
juicios sobre la observación realizada y dejaría de llamarse fase
fenomenológica.
En conclusión, se
propondrá el método de la investigación científica para realizar una nueva
práctica. Pero no se empleará un método
sencillo como el que es enseñado a los estudiantes de secundaria, -
observación, hipótesis y experimento, sino uno mas elaborado y completo que el
indicado en el anexo A. Este es el objetivo de esta investigación
En la primera fase
se profundiza el problema y se analiza la realidad. El resultado final es un conocimiento profundo de lo que es el
problema, de la situación actual. Un conocimiento que esta alejado de juicios
de valor sobre la situación del pasado y del presente.
La primera fase de
investigación, que abarca la contemplación de la realidad - lo que es -, es
llamada la investigación en el nivel fenomenológico y aparecen identificadas
por Sierra y Alvarez (1996, 25) siete etapas, a saber:
Etapa 1:
El problema
Etapa 2:
El objeto
Etapa 3:
El objetivo
Etapa 4:
El marco contextual
Etapa 5:
El marco teórico
Etapa 6:
El diagnóstico del objeto de la investigación
Etapa 7:
El análisis histórico y determinación de las tendencias.
En
esta investigación se introduce una etapa adicional*, la octava, denominada:
Etapa 8:
El modelamiento en la fase fenomenológica.
Esta última etapa
tiene como finalidad, el obtener un conocimiento profundo de la realidad que
vivimos, del presente y del pasado y consolida los resultados de las etapas
anteriores.
Siendo la
Prospectiva el arte, disciplina o ciencia que sistematiza los actos de
preocupación sobre el futuro, salta a la vista que una de las primeras
sistematizaciones que debe realizar es la de elegir los problemas específicos
dentro de los muchos que tienen las organizaciones o las comunidades. Mas dicha actividad pudiera ir mas allá
hasta el diseño del problema o sea el diseño de una necesidad no sentida aun en
la realidad que viven.
Lo que en el fondo
se hará será establecer las condiciones y los limites del problema que se
quiere abordar para tratar se solucionarlo con los métodos prospectivos.
El análisis de la
etapa del problema tiene una asociación muy directa con las etapas de objeto y
objetivo en la misma investigación. Será
imposible abstraer el tratamiento del problema sin mencionar aún
tangencialmente el objeto y el objetivo.
Para el propósito de clasificación se abordará esta etapa en primer
lugar haciendo la claridad que en verdad lo que se hace es un ciclo, en donde determinando
el problema, se clarifica el objeto y los objetivos y teniendo estos datos
claros, se re-encuentra en forma mas obvia el problema.
Esta primera etapa
del proceso, la determinación del problema de la investigación surge de los
inconvenientes, retos u oportunidades que encuentra una organización -
empresarial o social - en su diario quehacer.
El problema da respuesta al ¿Por qué? y en términos de la prospectiva
aplicada a una empresa o sociedad, parte de una necesidad que tienen en último
término los individuos – sujetos - a partir de una situación propia de un
objeto derivada de las condiciones - buenas o malas - del mercado, de la
tecnología, de los recursos, de los mismos individuos, de la competencia, de
los valores que se han formado en la sociedad y/o de otros factores.
Implícita se
encuentra la necesidad adicional de realizar una modificación, bien para
aprovechar la oportunidad y/o solucionar el inconveniente. De otra forma esta idea no pasaría de ser
una idealización más, para engrosar los estudios y los anaqueles.
Tal como lo definen
Sierra y Alvarez (1996, 4), “el problema - el por qué - de la investigación, es
la situación propia de un objeto, que provoca una necesidad en un sujeto, el
cual desarrollará una actividad para transformar la situación mencionada.”
La identificación
del problema en una investigación prospectiva es una tarea relativamente fácil
comparada con el resto de las mismas en donde no intervienen métodos
complicados y se realiza a través de las observaciones, encuestas y
entrevistas. El problema debe haber
evidenciado durante un tiempo una serie de necesidades en la organización o en
la comunidad o se pueden estar previendo problemas. Una herramienta muy utilizada en prospectiva es el Ábaco de
Regnier*.
Para aquellos
investigadores que caminan en la corriente interpretativista, esta etapa es más
participativa que en aquellos que tienen un enfoque más positivista.
Una vez planteado
el problema, las soluciones al mismo deben poder encontrarse en un tiempo determinado. Ese tiempo será mayor en la medida en que él
tenga que ver o influya en las estructuras sociales de la comunidad, sus
valores y su aparato productivo y esto es lo que ocurre generalmente en las
problemáticas tratadas por la prospectiva.
Desde el mismo planteamiento del problema se puede entrever la duración
del proceso prospectivo porque tanto organizaciones, empresas, individuos,
cambiarán en la medida de las aspiraciones de los sujetos dentro de la
investigación científica. Es común
observar que la guía tiene un período de estructuración y acompañamiento del
facilitador del orden de 12 a 18 meses como lo manifiesta Godet (1995, 36),
período después del cual, la guía queda en manos del Grupo Vigía. No puede hablarse con facilidad de una culminación,
dado que la actividad se termina cuando se logra la transformación deseada y no
cuando el facilitador ayuda a determinar las estrategias y acciones a
desarrollar. Es posible que lo que
termine sea la etapa de asesoría de un facilitador en particular, pero no
culmina el esfuerzo y otras personas - o el mismo individuo -, deberán asumir
ese papel de facilitadores.
En la determinación
del problema aparecen claramente determinadas las parejas de
problemas/soluciones “utópicas”, que no son mas que situaciones que por su alto
contenido de transformación se sitúan muy lejos en el tiempo. Pero esto no desvirtúa la actividad como
tal, sino que hace un llamado a las personas que participan en él, para que
desde su inicio sean conscientes de la tarea a la que se enfrentan y no exijan
a quienes participan en la dirección, la materialización de los cambios que por
su propia naturaleza se dan en el muy largo plazo y con la participación de
todos.
Este tipo de
reflexiones desde la etapa mas temprana del proceso prospectivo, reafirma que
las fases de la investigación no pueden realizarse en una forma lineal sino que
forman un continuo. Desde el inicio de
la fase fenomenológica, se entra superficialmente al plano de la abstracción
para imaginar lo que debería ser el modelo de individuo y de organización y se
trata de avizorar la comprobación de la transformación requerida para llegar a
ese modelo.
Es común encontrar,
por una mala determinación del problema, que el quehacer prospectivo termine en
un estudio de casos o experiencias de otras comunidades u organizaciones o peor
aún, los practicantes de prospectiva se convierten en consultores
“sentimentales”.
También es
frecuente que la determinación del problema tenga una visión muy cerrada o
focalizada y se olvida que la solución a éste, depende de la solución de otros
problemas que en un principio no se tuvieron en cuenta en la
investigación. Es lo que se conoce como
la cadena causa-efecto. No se debe
confundir un efecto con una causa.
Es importante no
focalizar demasiado el problema, como por ejemplo, darle solución a un asunto
netamente económico en una empresa o comunidad, olvidando que en el fondo las
dificultades son mas que problemas económicos.
En conclusión, en
la determinación del problema en prospectiva deben tenerse claros los retos,
los inconvenientes y las oportunidades a las que está sometida la
comunidad/organización. La
identificación del problema debe realizarse en forma participativa y reconocida
por quienes son los individuos representativos de la comunidad u organización y
debe quedar claro que el problema no se delimita a sus justas dimensiones hasta
tanto no quede definido el concepto de objeto y objetivo.
La segunda etapa
del proceso es la determinación del objeto de la investigación y corresponde a
“El qué” entendido como una abstracción de la realidad que impone las normas
para materializar la oportunidad o suprimir el inconveniente focalizado en la
determinación del problema. Nuevamente
vemos aquí la relación casi directa entre problema y objeto como se manifestó
anteriormente.
El objeto dentro de la
investigación puede llegar a ser definido en forma extremadamente amplia como
les ocurre a las personas con un pensamiento eminentemente interpretativo - muy
difícil de existir -. En este caso, “El
qué” corresponde a toda la creación por cuanto cualquiera que sea la definición
del problema no existirá para esa persona abstracciones de la realidad que no
correspondan a la realidad mas amplia.
Para alguien con un pensamiento positivista, la determinación del
problema pudiera tener un gran enfoque, es decir, muy centrado en alguna parte
de la realidad. Pero para nosotros, que
tenemos una mezcla de pensamiento positivista-interpretativista, “El qué” en el
modelo prospectivo será aquella parte de la realidad - objetiva-sujetiva - que
se quiere transformar y que pudiera ser planteada, al menos, en términos de
transformación de individuos en general - en especial los llamados actores en
prospectiva -, valores, organizaciones, procedimientos importantes y
aprovechamiento de recursos para solucionar lo que se definió como problema.
Es esta la única vez que
en este documento se especifica alguna de las etapas al nivel de detalle que se
acaba de observar y esto se ha hecho con la finalidad de llamar la atención al
lector para que en la práctica no falte ninguno de los objetos mencionados.
Sierra y Alvarez (1996,
5), definen el objeto de la investigación como “aquella parte de la realidad
objetiva sobre la cual actúa el sujeto - el investigador -, tanto desde el
punto de vista práctico como teórico, con vista a la solución del problema
planteado.” Pero también es relevante
el cambio que a lo largo del procedimiento se realiza en el investigador por la
intervención de muchas ciencias de corte social.
Por ello no es ajena la
definición que se ha dado del objeto y que pudiera ser resumido en términos de
personas, cosas y valores y sobre las que se actúa para resolver el problema,
logrando su solución y la transformación del objeto.
Implícita está la
afinidad representativa del objeto con el problema, por cuanto cualquier
individuo, cosa o valor pudiera decirse que tiene relación, pero, ¿Cuáles de
esas relaciones son representativas? Esta es la pregunta que se deberá hacer
para tratar de delimitar el objeto de la investigación.
En prospectiva
muchas afinidades se pueden suponer desde el momento de inicio, pero el
tratamiento adecuado de la labor debe conllevar a identificar aquellas
relaciones que son realmente importantes para darle solución al problema y que
en el transcurso del mismo dan lugar a replanteamientos.
Otro aspecto
importante en la definición del objeto, es el que se deriva de la necesidad de
establecer definiciones y/o glosarios de los términos y acepciones usadas para
iniciar una nivelación semántica entre todos los participantes y para
establecer con claridad los atributos de cada una de las partes que componen la
abstracción de la realidad como objeto.
Respecto a aquella
parte del objeto que se refiere a los individuos de la comunidad o la
organización, es importante considerarlos mas allá de su dimensión
bio-psico-social, es decir, con un criterio amplio que facilite la
transformación de cada uno de esos tres aspectos involucrados en los hombres y
de su papel ante la creación.
Algunas prácticas,
pueden derivar en darle prioridad a algún tipo de personas dentro de la
comunidad u organización, como también a plantear solo algunos de los muchos
valores que deben estar presentes en ellos.
De la misma manera, algunas organizaciones, procedimientos y recursos
pueden configurar el objeto en prospectiva.
Esto se determinará de acuerdo con la voluntad argumentada y asesorada
de las personas que participan en esta segunda etapa de la investigación, que
por lo general podrían ser los patrocinadores, los facilitadores y algunos de
los actores mas importantes dentro de la comunidad u organización empresarial.
Una vez determinado
el objeto se debe revisar la definición encontrada del problema de la
investigación para darle consistencia a las dos etapas cumplidas hasta ahora
dentro del proceso.
En conclusión, la
determinación del objeto en la investigación debe enmarcarse en identificar
aquellos conjuntos de individuos, cosas, procedimientos, valores y recursos
pertinentes y afines con el problema que ocupa y haciéndolo en una forma
consistente en su conjunto con la determinación del mismo y con lo que se
espera, la determinación del objetivo.
Cuándo se identifique el problema, se debe estar en capacidad de responder
a la pregunta ¿En quien se manifiesta el problema? La respuesta es el objeto.
Cuando se
identifique el problema y el objeto se debe estar en capacidad de responder a
la pregunta ¿ que debe hacerse para superar el problema que tiene el objeto? La
respuesta es el objetivo.
La tercera etapa
del proceso es la determinación de los objetivos de la investigación y que
corresponde al “Para qué”. En términos
de Sierra y Alvarez (1996, 5), “el objetivo es la aspiración, el propósito, el
para qué se desarrolla la investigación, que presupone el objeto transformado y
la situación propia del problema superado.”
Nuevamente se observa la congruencia entre las tres primeras etapas de
una investigación: problema, objeto y
objetivo.
La reconstrucción
del objeto, mencionada dentro del objetivo y las mismas cualidades del primero
que van mas allá de la transformación de recursos físicos, impone al cometido una
connotación de largo plazo, por no decir permanente.
Si lo que se
pretende es la transformación del objeto – definido anteriormente en términos
generales como individuos, organizaciones, aprovechamiento de recursos,
procedimientos, valores -, mal pudiera decirse que un proceso prospectivo tiene
duración acotada o que sus resultados se ven exclusivamente en el corto
plazo. Es por ello que el objetivo
tiene que plantearse en el largo plazo en especial porque la naturaleza del
objeto no permite una variación como la que se realiza sobre los recursos
físicos.
No sobra decir que
la actividad prospectiva va obteniendo resultados desde las primeras etapas con
resultados parciales.
Se puede ahora,
realizar un contraste con los procesos de planeación estratégica. En ellos es común encontrar demasiado
énfasis en la transformación de recursos físicos, procedimientos y
sub-organizaciones, por lo que sus resultados pueden verse en poco tiempo -
unos cuantos meses o años -. En la
labor prospectiva, cuando el objeto y el objetivo están muy focalizados,
también es posible plantear y lograr las transformaciones en corto tiempo, pero
advirtiendo de antemano que todo aquello que trate sobre transformación de
individuos en cuanto a valores y aún percepciones, es por su misma naturaleza
demorado por la resistencia al cambio de los mismos y por llevar implícita una
labor educativa, formativa, que pudiera tomar en tiempo, el equivalente a
varias generaciones.
Según Sierra y
Alvarez (1996, 5), algunas cualidades del objetivo son:
1. El objetivo es
orientador, ya que es el punto de referencia a partir del cual se desarrolla la
investigación a cuyo logro, se dirigen todos los esfuerzos de las personas que
participan en la faena. Es entonces
orientador para ellos.
2. En la formulación
del objetivo deben quedar expresados de forma sintética y generalizadora, las
propiedades y cualidades de los objetos de la investigación que deben ser
ponderados en la solución del problema planteado.
3. Se expresa en tono
afirmativo. El objetivo es el resultado
que se prevé en la solución del problema.
Presupone los objetos ya transformados.
4. Se declara en forma
clara y precisa donde no quede lugar a dudas, el resultado al cual se quiere
arribar como conclusión de la investigación y tan prolifero como sea necesario.
5. El objetivo debe
quedar limitado a los recursos humanos y materiales con los que se cuenta para
realizar la investigación o con los que podría contar en el futuro. Muchas de las acciones se pueden lograr con
enfoque en las inversiones tanto de dinero como de esfuerzos.
6. Debe ser evaluable,
ya que la evaluación de toda investigación tiene que estar encaminada a la
solución del problema formulado a resolver y por lo tanto debe ser mensurable
ese resultado. Esta evaluación debe
estar en capacidad de hacerla cada una de las personas que participan en el
quehacer.
La cualidad de “limitado”
en el objetivo debe entenderse con reserva, porque gran parte del trabajo
realizado en prospectiva se realiza sobre capitales no escasos, es decir, al
trabajar con individuos, con personas, organizaciones, sobre valores,
educación, motivaciones, intereses, códigos de comportamiento y aún mercados,
estos no están limitados tal como ocurre con los atributos con que cuentan los
recursos físicos como dinero, materias primas, alimentos, etc. Aún cuando los medios pudieran ser escasos,
cuando los que trabajan con el ánimo de lograr el objetivo, aportan cada uno
desde sus posibilidades, los resultados pueden llegar a ser sorprendentes.
Hay cuatro condiciones
que deben cumplir los objetivos: la
especificidad, la territorialidad, la multidimensionalidad y la
temporalidad. Se analizará cada uno de
ellos:
La especificidad. El plantear objetivos específicos para el
objetivo general de lograr la transformación de individuos, valores,
organizaciones, procedimientos y aprovechamiento de recursos es verdaderamente
importante porque a través de ellos se comprobará la eficacia de todo el
cometido prospectivo y se darán pautas para la selección de aquellas técnicas
apropiadas para lograr el propósito.
La territorialidad
es otro de los conceptos implícitos dentro de la determinación de los
objetivos. Así como en una organización
empresarial se determina que la conversión de individuos, cosas y valores se
logra dentro de la misma, en una comunidad debe establecerse el ámbito, el cual
por lo general, se circunscribe dentro de los linderos geográficos de la misma. No quiere decir esto que individuos,
procedimientos, etc. De otros sitios no tendrán que ser transformados, sino que
se focalizará la investigación científica en aquellos que habitan o frecuentan
el sitio donde se realiza.
La
multidimensionalidad es un concepto importante dentro del tratamiento de los
objetivos por cuanto en esta propuesta metodológica se defiende la
sistematicidad. Cuando me refiero a
multidimensiones hago mención explícita de los conceptos económicos, políticos,
sociales, culturales, educativos, ambientales, tecnológicos, empresariales,
intelectuales, éticos, religiosos, ecológicos, etc. Los objetivos deben ser construidos teniendo en cuenta todos y
cada uno de estas dimensiones.
Gráficamente puede expresarse de la siguiente forma:
Se debe evitar en
la construcción de los objetivos el considerar solo un subconjunto de los
objetos y de las dimensiones. Es
frecuente en mi experiencia con procesos de planeación estratégica que aquella
parte de la realidad preferida por los directivos empresariales sean las
estructuras y los procesos organizacionales que contribuyen de manera decidida
en la dimensión económica.
La temporalidad es
el último de los conceptos que se exponen en esta parte de la investigación y
desde estas primeras etapas las personas que participan en la actividad deben
empezar a fraguar el período durante el cual, en forma intuitiva o instintiva,
se logrará la transformación de los objetos.
No debe temerse a esta aseveración.
Muchas veces durante las etapas que se avecindan en la actividad, se
profundizará el tema de los objetivos.
Y si en este momento la temporalidad es intuitiva, no ocurrirá así al
finalizar la segunda de las fases.
Se puede plantear
una nueva formulación sobre la construcción del futuro. El tiempo que tarda la construcción del
futuro es directamente proporcional a los cambios planteados frente a la
situación actual e indirectamente proporcional a la magnitud del esfuerzo
colectivo.
Tiempo de
construcción del futuro |
|
|
Magnitud del
cambio propuesto |
_» |
A |
___________________________________ |
|
|
|
Magnitud del
esfuerzo colectivo |
A= coeficiente o
parte de la formulación que incluye otros factores.
Si la magnitud del
cambio propuesto es muy elevada y al tiempo es muy baja la del esfuerzo
colectivo, el tiempo de construcción del futuro es muy elevado. De aquí surgen en parte las UTOPÍAS.
Las tres etapas
analizadas hasta ahora: la
determinación del problema, objeto y objetivo en una investigación prospectiva
caracterizan a la misma, en una forma mas importante, que la que producen las
herramientas y métodos utilizados en el desarrollo del trabajo y aún siendo
conocedores de la importancia de estas etapas, actualmente no se les presta la
atención apropiada y mucho menos se comparten las determinaciones con quienes
serán los actores en el proceso. Es
frecuente que en estas etapas participen hoy, casi con exclusividad y en forma
equivocada, quienes son los facilitadores y aquellas personas que aparecen como
patrocinadores.
En conclusión: se deben considerar los objetivos en su
dimensión temporal y espacial, plantear los objetivos específicos para cada uno
de los objetos de la investigación y replantear la definición antes encontrada
del problema y del objeto para que la tripleta de problema-objeto-objetivo,
tenga consistencia.
La cuarta etapa es
la determinación del marco contextual en que se va a desarrollar el proceso
prospectivo. En esta se destacan la
orientación en la formación de los sujetos de la investigación - actores, facilitadores, analistas y
expertos entre otros -, en sus creencias, en su participación, en sus
habilidades de trabajo en equipo, en sus códigos morales y en sus percepciones
de lo que significa vivir en comunidad - bien en el campo empresarial como en
el social -, como también los valores que se les atribuyen a los
comportamientos y a sus intereses personales enfrentados a los de la
organización.
Estos factores
determinan la orientación en los procedimientos detallados en la investigación
prospectiva y el empleo de métodos, técnicas y herramientas. En contraposición a muchas prácticas
frecuentemente usadas en los planes de administración estratégica, se hace
relevante adoptar un comportamiento participativo en oposición a un pensamiento
individualista por la misma naturaleza del objeto y de los objetivos de la
investigación.
Mucho se ha
filtrado de la orientación filosófica de la Escuela Francesa, en la que la
libertad y la voluntad de los actores - los que tienen el poder -, eran la base
para lograr la transformación del objeto, pero ni aún en el campo empresarial
están dadas las condiciones para que dicha modificación se de sobre los
principios de libertad, poder y voluntad comúnmente mencionados en la
literatura de prospectiva.
Ya algo se ha mencionado
sobre comportamientos que pueden mejorar el desempeño en la práctica de todas
las personas que participan en ella. A
continuación se detallan algunos comportamientos favorables y desfavorables
para la misma basadas en ideas expresadas por Notario (1999).
La práctica debe
tener mucho de actitudes que favorezcan el “descubrimiento” para comprender e
interpretar la realidad, enfatizar los significados de las personas, hay que
darle valor a las percepciones, intenciones, acciones y a los significados
subjetivos. Resulta menester establecer
y aceptar la dependencia entre investigador - todos los que participan en el
cometido - y objeto, considerar que el investigador esta implicado, aceptar la
interrelación entre cosas y personas.
Buscar tener un pensamiento múltiple, holístico y divergente. Hacer énfasis en el tratamiento cualitativo,
intuitivo-inductivo de la información y de los datos, apoyarse en entrevistas
para conseguir la información, realizar observaciones participantes de los
asuntos tratados en cada etapa, dar un tratamiento cualitativo a los datos que
se recojan en la investigación además de aquellos que por necesidad tienen que
ser cuantitativos, realizar la retroalimentación mutua entre los encuentros
realizados y hacer uso de explicaciones ideográficas – descriptivas - de los
asuntos encontrados.
Al mismo tiempo, la
práctica debe tener un manejo “adecuado” – en el sentido de controlado - del empirismo, de la comprobación de
hipótesis. Debe mediar tacto en el
explicar, predecir, controlar fenómenos, verificar teorías y formular
leyes. Los investigadores no deben
realizar las tareas con independencia.
Hay que manejar una neutralidad por parte del investigador, en especial
por aquellos que son los facilitadores.
No se debe pecar por objetivo, estático, fragmentable o
convergente. Se deben relevar los
experimentos a sus justas dimensiones.
No sobrepasarse en los métodos hipotético-deductivos. No ser recalcitrante en la precisión, en el
control y en las pruebas estadísticas para el análisis de los datos. No dar mucho predominio a lo teórico y no
olvidar que las personas que trabajan en la faena tienen valores y que el
método de por si no garantiza la objetividad, dado que no es lo único que
cuenta. Otra cosa que no se debe
olvidar es que las condiciones sociales, económicas, educativas, culturales y
políticas están influyendo y seguirán influyendo en el objeto de la
investigación.
Es importante
resaltar que el marco contextual de la guía esta infundido fuertemente por el
marco contextual del facilitador quien impone en la guía los métodos, técnicas
y herramientas que son compatibles con su escuela de vida y que la mayoría de
las veces termina siendo el de una escuela positivista*. En el plan de trabajo prospectivo, el
facilitador o grupo de facilitadores deberá caracterizar los grupos de personas
con los que trabaja y de acuerdo con esa caracterización deberá seleccionar
aquellos métodos, técnicas y herramientas compatibles con la orientación en la
formación de ese grupo de personas y no con el suyo propio, manteniendo en todo
momento una actitud de respeto y neutralidad frente al grupo.
Según Sierra y
Alvarez (1996, 6), dentro del marco contextual, también se define la
justificación y la actualidad de la investigación y se contribuye a precisar
los recursos financieros, humanos y materiales con los que cuenta la
organización o la comunidad para realizar la investigación, los que delimitan
su alcance o sea su viabilidad.
La determinación de
los objetivos específicos de la anterior etapa, permitirá a quienes participan
en la investigación realizar la precisión de los recursos y al tiempo se logrará
una reevaluación de los análisis temporales implícitos en la etapa del objetivo
de la investigación, porque podrá confrontar el tiempo en el cual se logrará la
transformación con los recursos que parecen estar disponibles para lograr la
misma. La justificación y la actualidad
se darán en la medida en que el problema se encuentre explícito.
Existe entonces una
retroalimentación entre el marco contextual con el problema y el objetivo.
El marco contextual
es determinado por las condiciones especiales de los investigadores y también
por la influencia del medio sobre la investigación. El medio está caracterizado por las influencias económicas,
políticas, sociales, culturales, educativas y ambientales entre otras. Pudiera pensarse que la investigación
debería ser inmune a dichas influencias, pero no es así. Esto parecería ser consecuente si el campo
de aplicación fuese la química o la física, pero en el campo que atañe,
difícilmente esto se logrará.
Notario (1999)
manifiesta que lo que sucede en un lugar, no necesariamente se replica en otro,
entre otras cosas porque los marcos contextuales son diferentes. De aquí la importancia de tener claros para
la transformación, los factores de influencias económicas, políticas, sociales,
culturales, educativas, ambientales, tecnológicas, empresariales,
intelectuales, éticas, religiosas, ecológicas, etc.
En conclusión: los investigadores deben tener la habilidad
para ayudar a caracterizar el medio y los grupos de personas y establecer el
enfoque de formación que tienen ellos en su conjunto para seleccionar los
métodos, técnicas y herramientas apropiadas.
Deben también en esta etapa facilitar la realización de la
justificación, la actualidad y la precisión de los recursos disponibles para
lograr el cambio. Esa selección de
métodos, técnicas y herramientas apropiadas, permite desligar la práctica de
aquellas que por años la han caracterizado y las releva a sus justas
dimensiones. Con esto se logra en parte
uno de los objetivos específicos:
obtener la independencia del proceso frente a los métodos y técnicas hoy
por hoy utilizados*. Podrá decirse por ejemplo, con toda tranquilidad,
que el Análisis Estructural no tiene porqué ser una técnica imprescindible en
la labor prospectiva, tal como ocurre hoy con la guía.
La quinta etapa es
la determinación del Marco teórico. En
ella, los investigadores deben estudiar todo lo que se haya previamente
elaborado con respecto al objeto de la investigación que en este caso es
múltiple; y precisa posteriormente, en qué grado, con la información existente,
se puede satisfacer el problema desde las etapas previas o si por el contrario,
se justifica continuar la investigación.
Difícilmente aquí la solución está tan a la vista, a no ser que se hayan
determinado unos objetivos muy específicos o por otra parte que el objeto u
objetos estén muy focalizados y que todo apunta que el campo de las ciencias
sea el de las naturales.
Sierra y Alvarez
(1996, 10) afirman que para resolver el problema de la investigación resulta
menester caracterizar el objeto en el que se manifiesta el problema, es decir
modelarlo. Para lograr ello, el
investigador estudia todo lo que se haya elaborado anteriormente al respecto y
establece su marco teórico.
Difícilmente podría
asegurarse que como resultado de la revisión de la literatura disponible sobre
otros casos prospectivos, se encuentren teorías científicas o generalizaciones
empíricas que hayan sido demostradas y que sean al mismo tiempo aplicables en
su totalidad al caso en estudio y que correspondan en el marco contextual.
La elaboración del marco
teórico no es tan sólo reunir información, sino que ella se debe relacionar,
integrar y sistematizar - u organizar -, contribuyendo en alguna medida a la
conformación de un nuevo modelo tanto de los individuos en los aspectos bio-psico-social
como de todo aquello que caracteriza los otros objetos de la investigación como
son los valores, los procedimientos y el aprovechamiento de recursos. Se requiere de la capacidad de síntesis y
enfoque del investigador.
Expresan Sierra y Alvarez
(1996, 7), que “un error común en el investigador principiante, es que confunde
el marco contextual y el marco teórico.”
El primero se refiere a las características del medio, de aquello que
precisa todo lo que rodea al objeto de investigación o a su campo de
acción. El marco teórico es lo
existente sobre el objeto o campo.
Podemos agregar que el
marco teórico constituye el conjunto de conocimientos teóricos y empíricos
existentes sobre los individuos, cosas, procedimientos, hechos y fenómenos que
dan origen al problema planteado. Pero
no se debe confundir esta etapa con otra que está por verse y se refiere a la
construcción del modelo que se realiza en la conciencia de los investigadores o
sea en un plano abstracto y que por ende también es teórico.
En esta etapa se recoge y
aporta toda la información relevante sobre los objetos de la
investigación. Es necesario identificar
los conceptos, relaciones y leyes asociados con los objetos y debe realizarse
una búsqueda tanto en el plano local, como en el nacional y en el global, como
se indica a continuación:
Cuadro 3. La amplitud del marco teórico
Marco teórico |
En lo local |
En lo nacional |
En lo global |
Al nivel de
individuos |
No deben faltar |
No deben faltar |
No deben faltar |
Al nivel de
organiza-ciones |
|||
Al nivel de los
valores |
|||
En el ámbito de
los procedimientos |
|||
Al nivel de los
recursos |
No basta solo con un
enfoque local, nacional o global. Deben
investigarse los marcos teóricos en todos los ámbitos territoriales. Investigar lo exógeno y lo endógeno. Solo de esa forma se podrá determinar
posteriormente lo que diferencia o asemeja los objetos a aquellos en otros
planos. Lo global es fundamental porque
solo a partir de comparaciones a ese nivel se podrá dar viabilidad a los
individuos, organizaciones y procedimientos en el futuro. De otra forma se configurarán islas
virtuales con lo que las diferencias se vuelven insostenibles y la
inestabilidad de la misma puede generar una autodestrucción.
Es conveniente el poder
expresar el marco teórico en términos de la historia de los objetos de la
investigación, lo que fueron y lo que son hasta el presente.
La relación de esta etapa
con las anteriores es mas clara en lo que respecta al objeto de la
investigación como se indica en la siguiente figura:
Es necesario realizar en
esta etapa el inventario y la historia de medios y recursos con que ha contado
la comunidad o la administración para su diario quehacer. Es común que en el ámbito empresarial se
tenga como fuente de recursos el presupuesto o los ingresos que por diversas
formas ingresan a la empresa y el potencial humano de las personas que la
integran o de quienes sean contratados –y pagados- para la gestión de la
empresa, pero a nivel comunitario ocurren muchas diferencias. En primer lugar, las personas que interesan
y que van a llevar bajo su responsabilidad las acciones de transformación, no
son siempre remuneradas y si lo son, no lo van a ser por quienes llevan el
patrocinio del proceso prospectivo y en segundo lugar, no siempre se tiene un
presupuesto o fuente de ingresos monetarios para facilitar las acciones
estratégicas con las cuales se hará efectiva la transformación, a no ser que se
cuente con los ingresos corrientes de la misma comunidad, en cuyo caso, el
obtener un patrocinio de las autoridades municipales o de otra índole similar,
será fundamental.
En conclusión: se debe en esta etapa recopilar toda la
información pertinente y que se relacione con cada uno de los objetos de la
investigación y que lleve directa o indirectamente a la solución del problema,
sin olvidar el enfoque en lo local, lo nacional y lo global, lo exógeno y lo
endógeno, lo pasado y lo presente. Será
necesario realizar un inventario histórico de medios y recursos y derivar de
todas estas tareas las caracterizaciones observadas en los objetos, por cuanto
servirán de base para posteriores etapas de la investigación.
La sexta etapa se
refiere al diagnóstico de los objetos de la investigación y según Sierra y
Alvarez (1996, 7), ella “se realiza con el fin de determinar aquellas
características esenciales internas y externas de los objetos investigados y
que se manifiestan en el problema.”
También se determinan las cualidades de dichas caracterizaciones. Con
este fin se emplean los métodos de investigación documental y empíricos, con lo
que se precisan en una primera aproximación, las características que poseen los
objetos y que deberán ser modificadas muy posiblemente en la fase de
comprobación del modelo, las cuales tienen por ahora un carácter
facto-perceptibles.
Toda la información
aportada en el marco contextual y recogida en el marco teórico, cumple un papel
auxiliar que le da cierto contorno a la investigación y posibilita, en una
segunda aproximación precisar el problema, el objetivo y ahora el campo de
acción. Además se concreta la
actualidad de la búsqueda.
En el campo
prospectivo, siendo el objeto de la investigación los individuos en general,
los valores, las organizaciones, los procedimientos y el aprovechamiento de
recursos, se debe en primer lugar, establecer cuales son aquellas
características esenciales externas e internas que los determinan. Se impone así una tarea de modelamiento pues
como se sabe, siendo infinitas sus características, la investigación se debe
centrar en aquellas que por su carácter de esencial se resaltan y las hacen
inconfundibles en un análisis mas amplio.
Es común encontrar esta falencia en los estudios prospectivos que se
realizan hoy en día, por cuanto esta caracterización pareciera ser que saliera
de formatos predeterminados por los facilitadores en la guía.
El diagnóstico
permitirá abordar con detalle la identificación de las características
esenciales de los objetos y preparará para la siguiente etapa de determinación
de las tendencias y para realizar la última de las etapas de esta fase: la modelación derivada de la contemplación
de los objetos.
En conclusión: en esta etapa se identifican las
características esenciales de los objetos que bien pudieran ser establecidas en
términos de variables internas y externas y se establece su diagnóstico a la
luz de comparaciones en el plano local, nacional y global, endógeno y
exógeno. Será necesario cualificar cada
una de esas variables para fortalecer las etapas posteriores como se verá mas
adelante.
La séptima etapa se
denomina como Análisis histórico y determinación de las tendencias. En esta etapa es frecuente el uso de métodos
histórico-comparativos con los que se selecciona un aspecto, componente,
indicador del objeto estudiado, variable o característica exógena o endógena y
se determina su comportamiento en una serie cronológica, donde mediante
comparaciones se establecen sus tendencias.
La tendencia según
Sierra y Alvarez (1996, 8), “es el comportamiento de los fenómenos o procesos
que se manifiesta a través de determinadas variables externas y/o internas
importantes de un objeto en una cierta dirección en el tiempo, sobre la base de
regularidades de dicho objeto”, pero que no se llegan a establecer, pues en ese
caso se estaría haciendo alusión a leyes.
Esto conlleva a que las tendencias se queden en un plano descriptivo,
pero que son muy útiles en las etapas iniciales de la investigación.
Hablar de
tendencias, es hoy sinónimo de hablar de futuro. En este trabajo hablar de tendencias es referirse al pasado. Es mirar a través del tiempo el
comportamiento de una variable. No es
adivinar como se comportará la variable en el futuro, dado que esto implicaría
anticipar.
En los estudios
prospectivos se deben determinar las tendencias en el manejo de recursos, en
las organizaciones, en la sociedad, en los valores y en los individuos
conformando un análisis amplio y no circunscrito a aquellas tendencias en el
plano local, sino también el plano global:
Cuadro 4. La amplitud de las tendencias
Tendencias |
En lo local |
En lo nacional |
En lo global |
Al nivel de
individuos |
No deben faltar |
No deben faltar |
No deben faltar |
En el ámbito de
organi-zaciones |
|||
Al nivel de los
valores |
|||
En el ámbito de
los procedimientos |
|||
Al nivel de los
recursos |
En esta tarea se
determinan algunas otras variables o indicadores externos y/o internos, los que
a su vez son propios del aspecto o componente que se investiga y que pueden
ofrecer luz en la caracterización de la tendencia.
Estos análisis
posibilitan establecer o identificar momentos picos, rupturas, fluctuaciones y
aspectos más estables que apuntan hacia alguna regularidad de carácter
empírico, en que se puedan empezar a manifestar correlaciones entre los
indicadores que acusan esas estabilidades.
La precisión de las
tendencias expresa cierto aporte teórico por parte de los investigadores, ya
que se determina a partir de las variables externas y/o internas del objeto y
de su comportamiento en el tiempo. Este
aporte teórico, se da desde el aprovechamiento en el conocimiento de otras
situaciones conexas al objeto del proceso.
La determinación de
las variables se realiza en la guía, pero dicha tarea se hace en ocasiones a
espaldas del objeto de la investigación, porque este último no se
determina. También se realiza una
recopilación de tendencias, pero en un marco global descontextualizado con un
mínimo atisbo a la situación local.
Estas son unas de las mayores falencias de las que adolece actualmente
la práctica.
Es común que
algunos de los actuales facilitadores lleven a los talleres o sesiones de
trabajo las tendencias globales sobre algún asunto, sin que se realice el
esfuerzo de correlacionarlas con los objetos de la investigación o aún, sin que
provengan o se alimenten esas tendencias de la etapa de diagnóstico, que es
aquella en la que identificamos las características esenciales internas y
externas de los mismos. También es
frecuente en la guía, que este trabajo se realice con expertos que pertenecen a
otras comunidades, por lo que los aspectos locales no son tenidos en cuenta o
sus opiniones serán emitidas con base a las condiciones que se viven en sus
propios terruños y que en algunas oportunidades son diferentes a los hechos
nacionales y locales.
Es importante
resaltar que en la elaboración de las tres últimas etapas existe una
realimentación importante como la analizada en las tres primeras etapas
denominadas: problema, objeto y objetivo, tal como se indica en la siguiente
figura:
Entre ellas se
realimentan y ninguna está completa en la medida en que las otras no se
realicen. También es posible encontrar
una analogía en términos de características pasadas y presentes de los objetos
y las cualidades de los mismos de donde el diagnóstico queda explícito.
Otra
característica, que por lo general se explora en circunstancias paralelas a las
tendencias, son las rupturas. Estas son
aquellas condiciones o situaciones que hacen cambiar el rumbo normal de las
variables en el tiempo. Refiriéndonos a
la figura antes analizada sobre el comportamiento en el tiempo de alguna
variable, encontramos diversos puntos donde se presentaron rupturas.
Hay rupturas de
mayor y menor grado. No se trata
entonces de analizar las condiciones que hicieron alterar la variable, sino
aquellas que son mas representativas.
No se trata de analizar las condiciones que llevaron a “crecer” o
“bajar” la variable, sino que la atención debe dirigirse a aquellas que
produjeron mayores cambios.
El estar consciente
de las rupturas, prepara para entrar a simular esas mismas condiciones en las
etapas de implementación de las estrategias y las acciones estratégicas que se
verán mas adelante en este trabajo.
En conclusión: las tendencias deben ser elaboradas con una
perspectiva amplia en lo local, lo nacional y lo global y basados en las
variables internas y externas que caracterizan y cualifican a cada uno de los
objetos de la investigación.
Si hasta el momento ha
estado presente un trabajo lineal en la descripción y futura ejecución del
subproceso fenomenológico, ha llegado la hora de lograr la integración de los
mayores resultados en esta fase. Se
advertía al inicio de este escrito que la separación es circunstancial y tiene
un fin pedagógico porque no sería fácil explicar cada una de las actividades
sin diferenciarlas entre ellas. Por
otra parte, ha resultado fácil encontrar secuencias cíclicas en la
determinación de algunas de las etapas como ocurre con la tripleta
problema-objeto-objetivo, e igualmente con la de la tripleta: marco
teórico-diagnóstico-tendencias
Debe aclararse,
anticipando un poco el tema, que el modelamiento no es una tarea exclusiva de
la próxima fase denominada como Construcción del Modelo. También esta fase fenomenológica es
susceptible de modelar, pero no de lo abstracto sino a partir de lo que
caracteriza y cualifica a cada uno de los objetos de la investigación en la
realidad. La tarea entonces será la de
modelar al menos cada uno de los siguientes objetos:
·
Individuos
·
Valores
·
Organizaciones
·
Procedimientos importantes
·
Aprovechamiento de recursos
Antes de seguir
adelante conviene expresar que se entiende por modelamiento en las palabras de
Notario (1999, 58):
“La modelación
consiste en sustituir el objeto de investigación por un modelo, el cual
representa un reflejo mediatizador de la realidad y se sustenta en la lógica de
la ciencia. El modelo se basa en la
unidad sujeto-objeto de modo que el investigador realiza abstracciones* y aplica otros procedimientos lógicos
de asimilación teórica de la realidad permitiendo en ciertas condiciones,
situaciones y relaciones, sustituir al objeto.
En determinadas ciencias son comunes los modelos físicos, cuando posee
la misma naturaleza física que el objeto o los modelos matemáticos cuando en
naturaleza es distinta a la del objeto.
La modelación facilita el estudio del objeto pero debe subrayarse que al
analizar las posibilidades de estos sistemas no puede perderse de vista la
analogía entre modelo y objeto y sus límites ya que de lo contrario conduciría
a graves errores metodológicos y epistemológicos. Si este proceso es correctamente conducido la investigación del
modelo arrojará conclusiones e informaciones válidas acerca del objeto. La expresión superior de esta concepción es
la del modelo sistémico estructural como reflejo de la realidad en el
pensamiento”.
No debe faltar en
la realización del marco contextual, del diagnóstico y de las tendencias en el
plano local, nacional y global, mención de cada uno de los objetos considerados
por la investigación. Si acaso alguno
de los objetos no hubiese sido mencionado, se deberá reiniciar el trabajo para
llenar los vacíos encontrados.
Los insumos para el
modelamiento son entonces las características, cualidades y propiedades
encontradas en las etapas antes mencionadas
los métodos de
modelamiento están referidos en el anexo C en la categoría de métodos teóricos
y Sierra y Alvarez (1996, 10), reconocen el método sistémico-estructural como
la máxima expresión de los del modelamiento.
También, la teoría de juegos puede ser de gran ayuda para modelar los
individuos interactuando en los procesos, en las organizaciones, con los
valores y en el aprovechamiento de los recursos. Resaltando que cuando la modelación se realiza a partir de una
teoría, se permite la predicción del comportamiento del objeto modelado con lo
que se minimiza el problema de la realización de experimentos en el campo de
las ciencias sociales.
Finalizando esta etapa,
se da término a la fase fenomenológica.
En las ocho etapas analizadas hasta el momento y que cubren siete
descritas por Sierra y Alvarez (1996) y otra –la octava- que se considera
necesaria, se ha pretendido dar una base para la práctica y repasar lo que se
ha entendido en la guía de la escuela tantas veces mencionada.
Esta primera fase,
la fenomenológica que incluye ocho etapas, se denomina en la investigación
científica como la fase empírica y es en la que se establece el contacto con la
realidad.
Puesto que uno de los objetivos específicos
es el de lograr la descontextualización de los pasos, métodos, técnicas y
herramientas en la actividad prospectiva que hoy se utilizan y entre los que
resaltan: el Ábaco de Regnier, el
Análisis Estructural, el de modelamiento de actores a través de la técnica
Mactor y el método de escenarios de la Matriz de Impacto Cruzado Smic*, se indica en el anexo F una lista
bastante amplia elaborada por los investigadores Luis Arnaz y Jay Melican
(1996, 10) y que se denomina ideario de métodos, técnicas y herramientas, el
cual es complementado con otro listado en el anexo G con técnicas e
instrumentos prospectivos de Miklos y Tello (1998, 161).
A continuación se explora
la segunda de las fases de una investigación a la luz de los aportes de Sierra
y Alvarez (1996) y que se refiere a lo que se ha denominado como
construcción del modelo
Esta fase tiene como
finalidad el obtener un conocimiento profundo de los sueños o los deseos de la
comunidad o la organización. Es una
fase compleja porque no basta con hacer descripciones superficiales de
ellos. También tienen que ser
confrontados con la realidad. Es por
ello, entre otras cosas, que recomiendo realizar esta fase en segundo lugar.
La construcción del
modelo en el plano abstracto no implica necesariamente que se trata de una
labor de modelación única y singular, como lo expresa Notario (1999, 58), según
el cual “se identifica una parte elemental del objeto en el cual se
observan todos sus componentes y relaciones y que se identifica como célula del
mismo.” No hay aquí posibilidad de
identificar una parte elemental del objeto, por cuanto coexisten una
multiplicidad de ellos, en términos de actores, individuos en general, valores,
organizaciones, procedimientos y aprovechamiento de recursos y por lo tanto, no
habrá posibilidad de identificar una parte elemental de ese conjunto que
permita observar TODOS los componentes y relaciones. Es por ello, que es necesario modelar todos y cada uno de los
elementos que conforman el objeto por separado, es decir, modelar los actores,
los individuos en general, procedimientos y a través de esa modelación, obtener
la modelación de los valores y el aprovechamiento de los recursos, pero sin
olvidar la necesidad de una integración.
Se debe anotar que
las tres fases típicas en la investigación científica, no configuran un esquema
lineal donde el cumplimento o terminación de cada una de las fases y etapas es
el prerequisito para el inicio de la siguiente. En la realidad, se presentan trabajos y actividades enmarcadas en
la fase fenomenológica (#1), aún en el cumplimiento de las fases de
construcción (#2) y comprobación empírica del modelo (#3) y se da también, el
empleo múltiple de métodos empíricos y teóricos en cada una de las fases,
aunque hay que aclarar que en las fases empíricas predominan los métodos
empíricos y en la fase de abstracción predominan los métodos teóricos.
Sierra y Alvarez
(1996, 26), al referirse a la fase de construcción del modelo, reconocen cuatro
métodos investigativos muy adecuados para lograr el cometido. Estos son:
el método del modelamiento que tiene el método sistémico-estructural su
máxima expresión, el método casual, el contradictorio o de caracterización
dialéctica y el genético. Apartan de su
análisis el histórico-comparativo o historico-tendencial.
Una característica
de esta fase, es que requiere de mucha creatividad por parte de los que participan
en los talleres y sesiones para abordar cada una de las etapas que se mencionan
mas adelante. Se requiere también que
el facilitador se convierta en un motor impulsor de la innovación, de la
abstracción de los sujetos en la investigación.
La fase de
construcción del modelo no está sistematizada en etapas por Sierra y Alvarez
(1996), tal como ocurre con la fase fenomenológica, pero esto no impide que no
pueda abordarse el asunto y pretender su sistematización.
La fase de
construcción del modelo y despliegue de la teoría se realiza en 9 etapas
a saber:
1. La determinación de
las hipótesis.
2. Determinación de
las características teóricas de los objetos.
3. Determinación de
las cualidades teóricas de los objetos.
4. La realización de
los modelos de los objetos en el plano abstracto.
5. Determinación de
las contradicciones en el plano abstracto.
6. Integración de
situaciones. Integración y Apropiación
de los futuros. Escenarios.
7. Determinación de
las distancias reales entre lo que somos y lo que queremos ser.
8. Determinación de la
estrategias.
9. Concreción del
modelo teórico a través de indicadores.
Antes de proceder a
describir cada una de las etapas en esta fase de construcción del modelo
teórico, vale la pena efectuar un repaso sobre lo realizado a nivel de la fase
fenomenológica y lo que se espera en ésta, la de construcción del modelo.
Si valiera hacer
una abstracción simple sobre el pasado, el presente y el futuro en términos de
lo que fue y de lo que será, se diría que la fase fenomenológica ayudó a
caracterizar el pasado - y el presente - y que la fase de construcción del
modelo ayudará a caracterizar el futuro.
La fase de comprobación por ende permitirá visualizar, sentir y evaluar
la forma en la que se está dando la transformación entre los dos estadios. Gráficamente pudiera ser representado en la
forma siguiente:
Los insumos de la
primera fase – la fenomenológica- son las tendencias, los resultados de los
diagnósticos de los objetos de la investigación, las variables claves que
caracterizan el comportamiento actual de los objetos, el problema, el objeto y
el objetivo de la investigación, la justificación, las teorías o
generalizaciones empíricas encontradas en la literatura, el marco teórico y el
marco contextual en el que mayoritariamente y con mucho entusiasmo deciden
desenvolverse los investigadores y que no debe por ningún motivo abstraer los
aportes de las distintas escuelas.
A diferencia de la
primera fase que es efectuada en permanente contacto con la realidad, esta
segunda, deberá ser realizada en el plano abstracto. Aquí se marca una diferencia grande respecto a la orientación en los
planes de administración estratégica en los cuales la fase de abstracción está
al inicio del proceso con la determinación del conjunto de valores, visión y
misión que debe tener la organización.
Por eso se pudiera llegar a expresar que las actividades de planeación,
no son científicas en su esencia y si lo fuesen deberían estar asociadas
fuertemente a la concepción oriental de construcción de la ciencia y en cuyo
caso al final de la faena se debería insistir mas en la transformación de la
percepción de los individuos, que en la transformación de los recursos
mayoritariamente físicos. Lo que no
ocurre hoy en día. Parecería ser que el
fantasma de Sun Tzu – antiquísimo autor del libro “El arte de la guerra” -,
ronda los planes estratégicos sin haber logrado conectar las otras fases a
nuestra forma de ser, la occidental.
Veamos entonces la
primera de las etapas. La construcción
de las hipótesis.
La determinación de
hipótesis es la primera de las etapas en la fase abstracta. Una hipótesis es, según la opinión de Sierra
y Alvarez (1996, 11), “una suposición científicamente fundamentada y novedosa
acerca de las relaciones y nexos existentes de los elementos componentes que
conforman el objeto de estudio y mediante la cual se le da solución al problema
de investigación que constituye lo esencial del modelo teórico concebido.”
En este orden de
ideas, la o las hipótesis se nutren de las etapas de determinación del
problema, del objeto y por ende del objetivo.
La hipótesis junto
con el problema y el objetivo, cumple una labor de orientación fundamental en
general en cualquier investigación, ya que la solución del problema y la
demostración o no de la hipótesis de trabajo van a definir las tareas a
ejecutar en todo este proceso con vista a lograr el objetivo.
En las etapas
iniciales de la construcción del modelo, la elaboración de las hipótesis se
inicia como aquello que pudiera llamarse “ideas a defender”. Parten de conjeturas y suposiciones y al
final del proceso, evoluciona hasta el punto en que se convierten en los
elementos rectores de la misma y contendrán, si están bien elaboradas, las
posibles relaciones causales que generaron el problema; se establecen las
nuevas variables, las relaciones entre ellas y se avizoran las técnicas a
utilizar en lo que resta de la investigación.
Si la hipótesis se
logra comprobar, le da solución al problema de la investigación. Es importante recalcar que para los grupos o
personas positivistas, las hipótesis son el alma de la investigación, pero en
aquellos que tienen una orientación interpretativista, estas no pasan de ser
“ideas a defender”. De todas formas, el
investigador es libre de sopesar la importancia de las hipótesis, según el
marco contextual en el que se está desarrollando la labor.
Si el objeto del
proceso recayera en el campo exclusivo de las ciencias naturales, la
comprobación de la hipótesis se realizaría fácilmente por medio de
experimentos, pero en las Ciencias Sociales la comprobación práctica no es tan
factible y se realiza fundamentalmente, en un plano histórico-social; y es en
ese contexto que la hipótesis es comprobable.
Siendo que la
hipótesis en la corriente positivista es el corazón de la investigación, no
ocurre así para los que navegan en las corrientes del interpretativismo. Como se mencionó en el marco contextual de
la fase fenomenológica, la orientación de la actividad se da en un marco mas
interpretativista que positivista, por cuanto muchos de los objetos que son
competencia de la práctica caen en el campo de lo social y mal pudiera
insistirse en que la hipótesis fuese el corazón de la labor por cuanto su
comprobación no es tan factible.
Un ejemplo de
hipótesis en una actividad comunitaria pudiera ser el siguiente:
“SI continúa la
tendencia global de soporte del sistema productivo basado en la generación e
innovación de los conocimientos en contraposición a las tendencias que se daban
anteriormente y que se basaban en el aprovechamiento de la capacidad laboral de
las personas, ENTONCES será posible a través de la formación de todas las
personas en la comunidad, generar un nuevo modelo de persona que tenga
viabilidad en un contexto global y por ende se redunde en beneficios económicos
y sociales para toda la población.”
Las hipótesis no
surgen de la nada y tampoco permanecen en la misma forma en que fueron
expuestas por primera vez. Ellas se
soportan en las etapas de la fase fenomenológica y a partir de unas primeras
ideas a defender, evolucionan en su redacción hasta que en las etapas finales
del proceso logran un desarrollo tal, que sin lugar a dudas, puede aplicárseles
el calificativo de “suposición científicamente fundamentada y novedosa” tal
como se manifestaba al principio de este acápite.
En conclusión: las hipótesis nacen en la forma de ideas a
defender derivadas de un enfoque perceptivo sobre la comprensión de la fase
fenomenológica y a medida que se profundiza la investigación científica se
mejora su relación. Para las escuelas
positivistas, ellas llegarán a ser el alma de la investigación, pero para
aquellos con el enfoque interpretativista mencionado en el marco contextual,
serán reducidas a su justa dimensión, sin llegar al nivel de pilar de la
investigación.
La segunda etapa es
la determinación de las características deseadas de los objetos y aunque se
está en la fase de la abstracción o de los sueños, estos últimos no pueden ser
tan libres hasta llegar a plantear características utópicas que solo pudieran volverse
realidad en centurias. Pero no se
debería caer tampoco en plantear unas características, que confrontadas con las
que hoy tienen los objetos, se logre el cometido en el corto plazo.
En esta segunda
etapa se trata de visualizar en el futuro las características deseadas de los
objetos. Esta tarea no parte desde cero
por cuanto se conoce, según los resultados del marco teórico, las
características del hoy.
Los objetivos,
re-creados en varias instancias en este plan de trabajo, se replantean nuevamente
de acuerdo con los resultados de la caracterización ideal o soñada de los
objetos. Las tendencias ayudan a
redefinir los sueños e ideales.
La relación con los
objetivos específicos ayuda en la visualización del período estimado en el que
se conformará o se hará realidad ese futuro, al lograr esas características en
los objetos. Aquí en el plano abstracto
se está tratando de materializar el objetivo.
A cada uno de los
objetos de la investigación se les determinarán las características principales
y cual su estado ideal teórico. Se
hablará entonces del ideal de individuos, valores, organizaciones, procesos y
aprovechamiento de recursos. La
determinación de estas características se realiza eligiendo aquellas mas
importantes dentro de un conjunto especificado por las dimensiones
tecnológicas, económicas, empresariales, política, social, cultural,
intelectual, ética, religiosa, ecológica, que van a caracterizar la
reconstrucción de los objetos en el largo plazo y sobre las cuales se erigirá
la estructura del cambio. En aquellos
objetos como el del conjunto de personas, se pueden identificar características
en los campos biológicos, psíquicos y sociales y su papel en la creación.
En esta etapa se
deben identificar los individuos mas relevantes en nuestro modelo - para el
futuro -, se deben identificar los valores, las organizaciones, los
procedimientos y los recursos mas importantes.
En conclusión: en esta segunda etapa de la fase de
abstracción se deben determinar las características esenciales de los objetos a
partir de la caracterización encontrada en el marco teórico con la ayuda de las
tendencias en lo local, nacional y global.
Se debe también re-escribir la etapa de objetivos específicos para hacer
viable y lograr la integración de las etapas. Debe evitarse la cualificación de las características porque eso
será tema de la siguiente etapa.
La tercera etapa de
la fase de abstracción corresponde a la determinación de las cualidades
asociadas a las características abstractas o soñadas esenciales de cada uno de
los objetos, ya identificadas en la fase anterior.
Tal como ocurrió en
la etapa anterior, la tarea no parte en un 100% de la creatividad o capacidad
de soñar de los investigadores, sino que puede ser soportada por los encuentros
realizados en la fase fenomenológica, pero a diferencia de la etapa anterior, las
cualidades abstractas o soñadas pueden derivarse de lo encontrado en el
diagnóstico de los objetos de la investigación y se respaldan con lo hallado en
las tendencias.
Se mencionó muy
desde el comienzo de este documento la necesidad de separar en etapas toda la
actividad para entenderla y la de integrarla nuevamente con el fin de
viabilizarla. Por ello, los objetivos
serán una de esas etapas que deberán ser revisadas en la medida en que se
encuentren inconsistencias frente a la cualificación de las características
encontradas en este tramo.
En conclusión: en este recorrido cualificaremos en el plano
abstracto las variables que caracterizan los objetos soñados, apoyándose en el
trabajo realizado en las etapas previas de caracterización de los objetos
soñados, de diagnóstico y de tendencias.
Se revisarán, a la luz de esta cualificación, los objetivos para lograr
la integración entre las secciones del proceso.
La cuarta etapa es
la determinación de los modelos de los objetos basada en su caracterización y
cualificación soñada y se derivará de allí el establecimiento de leyes y
relaciones, su explicación, la estructura y las órdenes asociadas a lo que
compone el modelo. Pareciera ser a
simple vista que se está repitiendo la última de las etapas de la fase
fenomenológica, pero lo que las diferencia, es el contexto sobre el cual se
realizan. Allá, se realizó una
modelación de lo que es el hoy de cada uno de los objetos involucrados. Aquí, se realiza otra modelación, pero
referida al plano abstracto o plano de los sueños. Esta diferencia es fundamental y tiene implicaciones importantes
porque en la medida en que los resultados de esos modelamientos sean muy
diversos, se encuentra implícito un gran esfuerzo de transformación, con lo que
las expectativas de los investigadores deberán cumplirse mas lejos en el tiempo
y/o mayores recursos deberán ser apropiados.
Una diferencia sustancial entre uno y otro de los modelamientos, es lo
que conduce a situaciones utópicas, es decir muy lejanas para su
materialización. La utopía no es sino
un deseo que requiere un esfuerzo impresionante para su materialización,
generalmente está lejos en el tiempo y a veces se caracteriza por ambas cosas.
En esta etapa se
seleccionarán aquellos objetos que sean importantes de incluir en la modelación
y entre los que se incluyen individuos, valores, organizaciones, procedimientos
y aprovechamiento de recursos. Se
determina aquí un modelamiento para cada uno de aquellos que sea relevante.
·
Modelamiento de individuos - a través de su comportamiento -
·
Modelamiento de valores -
aquellos relevantes en nuestro objetivo -
·
Modelamiento de organizaciones -
las mas sobresalientes en la comunidad o empresa -
·
Modelamiento de procedimientos - los mas importantes -
·
Modelamiento del aprovechamiento de recursos - los recursos mas notables
-
Modelar es una
labor de abstracción. Y en esta fase se
hace entonces una abstracción sobre la abstracción, valga la redundancia.
Tal como se
realizaron los modelamientos fenomenológicos de todos o algunos de los objetos,
aquí también se parte de las caracterizaciones y cualificaciones de los
aspectos mas importantes de ellos.
Hoy por hoy, se
realiza algún tipo de modelamiento en la guía, esto está presente
indirectamente en el trabajo con las variables claves y el procesamiento que se
les hace con la ayuda de la técnica del Análisis Estructural. También se encuentra presente el
modelamiento en la etapa del cruce entre actores y objetivos que se sustenta en
la técnica MACTOR. Estas técnicas son muy simplificadas, como ocurre por
ejemplo, cuando se caracterizan los poderes de los actores escasamente por la
percepción que cada uno de ellos tiene sobre los demás y no se debe olvidar que
el propósito detrás del empleo de las diversas técnicas en la guía es la de mejorar
la capacidad de anticipación de los que participan en ella.
Cuando, con la
ayuda del modelamiento, se reconocen en los objetos los componentes -
características y cualidades - mas importantes que permiten la simplificación
esperada para poder facilitar los análisis y cuando al tiempo se emplean los
métodos sistémico-estructurales, entonces se está preparado para hallar las
relaciones entre los distintos componentes y entender la estructura que subyace
en todos los modelos.
No basta entonces
decir que todos y cada uno de los objetos quedaron modelados en el plano
abstracto o soñado. Es importante ir
mas allá y realizar un trabajo de identificación de las relaciones entre los
componentes de cada uno de los objetos y las relaciones entre los componentes
de unos objetos con otros. Cuando esto
se logre, se habrá modelado el sistema:
el sistema compuesto por:
·
Individuos
·
Valores
·
Organizaciones
·
Procedimientos
·
Aprovechamiento de recursos
Algunas de esas
relaciones darán lugar al establecimiento y/o identificación de leyes. Algunas de esas relaciones también
plantearán contradicciones en su aplicabilidad, pero tanto unas como otras
-leyes y contradicciones- son importantes para el objetivo de la tarea. Las leyes serán aquellas relaciones que
siempre se presentan cuando están dadas las condiciones del entorno. Y las contradicciones serán aquellas
relaciones que se contraponen a otras dentro del mismo sistema. Un ejemplo de contradicción ocurre cuando en
un sistema se analiza “la necesidad en la educación integral de las personas
adultas para lograr un buen desempeño y mejora en las condiciones económicas” y
también que “en la medida en que una persona abandone sus actividades, así sea
temporalmente, para adquirir una formación adecuada, su rendimiento o
aprovechamiento económico se reduce”.
Este es un ejemplo de contradicción que hay que resolver y se origina
entre una ley - la primera - y una relación, - la segunda -.
En conclusión: esta etapa, que bajo nuestra consideración,
es una de las más difíciles dentro del proceso prospectivo, debe permitir el
modelamiento de los objetos del campo de acción, en términos de componentes -
características y cualidades relevantes - y permitir la identificación de las
relaciones y leyes presentes entre los diversos objetos.
La quinta etapa es
la determinación de las contradicciones en el plano abstracto entre las
relaciones de los objetos ya modelados.
A primera vista
pareciera que fuese mas producente realizar esta etapa antes del modelamiento,
pero si se hace así, se corre el riesgo de suprimir de los modelos aquellas
partes que se encuentran en contradicción aparente y de esta forma se puede
perder parte de la esencia en el modelamiento.
Mas adelante se verá para la determinación de las acciones estratégicas,
que muchas de ellas se pueden centrar en dirimir estas reales y/o aparentes
contradicciones para lo cual se exigirá mucho de los investigadores en
creatividad e innovación.
Tal como ocurre con
muchas de las etapas anteriormente expuestas, aquí también se sigue un curso
casi lineal como ocurrió con la fase anterior:
Las contradicciones
también pueden nacer de la incompatibilidad entre fines, medios y recursos a
disposición de la comunidad u organización empresarial. Pero bastará por ahora tenerlas
identificadas.
Como un subproducto
de esta etapa, renacen las leyes antes encontradas u otras más, que no se
habían tenido en cuenta. Leyes y
contradicciones se convierten en el proceso prospectivo en el motor de la
transformación, porque mas adelante se ocupará de incitar aquellas situaciones
que favorezcan las leyes y en reducir aquellas que auxilian las contradicciones
y aún aprovecharlas para lograr la transformación.
En conclusión: en esta etapa se identifican las
contradicciones entre los componentes, relaciones, recursos y medios y servirá
posteriormente como motor de las fases de estrategia y acciones estratégicas.
La sexta etapa es
la de integración de las situaciones, la identificación y apropiación de las
abstracciones y de los futuros.
Habiendo logrado la modelación de los objetos basados en sus
características y cualidades esenciales, encontrado así mismo las relaciones
entre las esencias de los modelamientos y finalmente, identificado las leyes y
contradicciones dentro de las relaciones y componentes de los modelos y frente
a los medios y recursos, se espera la apropiación de las situaciones que se
derivan de los análisis precedentes.
Esta etapa es el corazón de la Escuela Francesa y por ende de quienes la
practican en Latinoamérica y que se conoce en la guía como etapa de
generación de escenarios.
En esta fase se
concretiza y se apropia colectivamente el futuro en términos abstractos. Y existen marcadas diferencias en el empleo
de los métodos respecto al marco contextual en el que se encuentran las
personas de la comunidad o de la organización.
Mas que pretender separar las dos corrientes extremas, la positivista y
la interpretativista, lo que va a ambicionar es utilizar las ventajas de cada
una de ellas en las ciencias naturales y en las ciencias sociales para que
aporten al proceso prospectivo, dado que se conjugan ambas clases de ciencias
en los estudios.
En el anexo D se
indican los métodos acostumbrados hoy en día para la generación de escenarios.
Para el
positivista, los escenarios se realizan a partir de hipótesis reencontradas en
las etapas anteriores. En la Escuela
Francesa se construyen eventos para el planteamiento de las hipótesis y se
presentan, para el análisis de los mismos investigadores, en términos de
probabilidades de ocurrencia. Esto da
lugar al empleo del método SMIC, que por la dificultad en su manejo, por el uso
de probabilidades condicionadas, se deja en manos de expertos. Este método colocado a disposición de
expertos interpretativistas presenta dificultades en su realización.
Para las escuelas
interpretativistas, con esencias en la transformación de los objetos en
términos de leyes y contradicciones, se puede determinar un número bajo de
dimensiones para la construcción de escenarios basados en el método de los Ejes
de Peter Schwartz. Hay diferencias
porque en éste, se pretende la apropiación de los futuros en términos de esas
esencias, mientras que en el método positivista, se quiere demostrar la
veracidad de las hipótesis.
Para los
positivistas se trata entonces de integrar el conjunto de hipótesis generadas y
para los interpretativistas se trata de integrar las situaciones. Ambos emplean lenguajes y métodos
diferentes, pero ellos de por si no desdicen del resultado.
Antes de
profundizar en el método de Peter Schwartz – que es el método que interesa por
la orientación interpretativista de este trabajo -, es importante recalcar que
el método SMIC es mas apropiado para enfoques positivistas que interpretativos,
por el empleo de bases estadísticas y por el manejo de hipótesis. Allí los escenarios generados se organizan
de acuerdo con las probabilidades matemáticas derivadas de las probabilidades
simples y condicionales corregidas por los métodos auxiliares – en general los
informáticos, por la complejidad para hacerlos en forma mental -. Dichos escenarios se categorizan permitiendo
generar algún tipo de afinidad entre los que mas posibilidad de ocurrencia
tienen, según la opinión de los expertos.
Ahora se analizará
el método de los Ejes de Schwartz, por las ventajas comparativas respecto a los
demás, dado que el objeto está en el campo social o político. Lo que es válido con las definiciones que se
han establecido y se encuentra acorde con el marco contextual para la realización
de este tipo de trabajos. Con esto no
se descalifican los demás métodos, así como tampoco se pretende que ellos solo
se empleen en el campo empresarial o gubernamental hegemónico, sino que se
aprecian muchas características importantes en el método de Schwartz para
aumentar la pertinencia en las comunidades.
Se puede decir, que
la necesidad en la realización de estudios prospectivos nace en parte de la
distorsión entre individuos y recursos frente a lo que viven otras comunidades
u organizaciones y aunque se considera que tales estudios también puedan
generarse en la necesidad de aprovechar el potencial de una situación
favorable, estas son menos frecuentes.
Es por ello, que en el método de los Ejes de Schwartz, la situación
actual corresponde con la narrativa #3*. En otras palabras, el modelo actual
encontrado en la etapa #8 de la fase fenomenológica, corresponde al cuadrante
de la narrativa #3.
En caso en que esto
no ocurra así, por las condiciones de diseño de las descripciones, los
investigadores generalmente tienden a identificarse con esa narrativa #3,
aunque exista la posibilidad de que la situación empeore, pero al agravarse, no
dejará de pertenecer al área cubierta por la orientación negativa de las dos
dimensiones. Esta área es la que
pudiéramos llamar “el infierno” en la metodología.
También ocurre
frecuentemente que la narrativa deseada es la narrativa #1 por cuanto allí
residen todas aquellas características positivas de las dimensiones. Es lo que pudiéramos llamar “el cielo” en la
metodología de Schwartz.
Siendo el objetivo
en un estudio prospectivo la transformación de individuos, organizaciones y
aprovechamiento de recursos, no puede parecer extraño que los caminos
recorridos al aunar los esfuerzos nos lleven del “infierno” al “cielo”. Esos caminos, por lo general, no son
directos sino indirectos como lo muestra la siguiente figura.
Se han mencionado
caminos con una clara intención, porque no existe en verdad una vía trazada,
dado que todos los investigadores desde su posición en la estructura
organizacional - empresarial o social - pueden incidir tangencialmente con
otras dimensiones no consideradas en la metodología o directamente desde una de
ellas. Pocas veces se da que un
investigador realice, por igual, esfuerzos, en todas las dimensiones o que
cualquiera que sea su campo de acción, esté en capacidad de introducir
transformaciones con pesos idénticos en las dos dimensiones mencionadas. En un ejemplo, con una dimensión económica y
otra educativa, algunas personas podrán incidir mas favorablemente en el campo
educativo que en el campo económico o lo contrario. Aquellos investigadores cuyo campo de acción incursione en ambos
sentidos pueden ellos ser considerados valiosos para el cumplimiento del
objetivo. Pero lo que resulta mas
frecuente, es que un investigador sea cual sea la ocupación y la posición que
tenga en la estructura organizacional, preferirá insistir más en una dirección
que en otra.
En forma gráfica,
el esfuerzo de los individuos - o el mancomunado de individuos a través de
organizaciones - seguirá los caminos mostrados en la dirección del objetivo.
Pudiera decirse que
existen dos fotografías estáticas: la
actual en la zona del “infierno” y la deseada en la zona del “cielo” y existen
otras fotografías transitorias por las cuales va pasando la comunidad u
organización, a medida que va logrando los objetivos de modificación.
Otro aspecto
importante que hay que resaltar de la técnica de los Ejes de Schwartz, que no
se halla presente en las demás técnicas, es el efecto cognitivo, por cuanto la
repetición de la narrativa con distintas variables, no ajenas a las dimensiones
planteadas, produce un efecto de autosugestión y un cambio de pensamiento que
puede llevar finalmente - a fuerza de repetición - a una fijación o a una
identificación “de estilo cognitivo” con el escenario deseado y al tiempo, a
una actitud de rechazo - también cognitivo - del peor escenario.
Este efecto
cognitivo se consigue a fuerza de repetición y de la construcción continua de
los cuatro escenarios, no solo a partir de aportes de los investigadores
principales en el proceso, sino de TODAS las personas de la comunidad u
organización - en el caso empresarial -.
Esto conlleva a la pertinencia y a la realización desde hoy de los
futuros deseados, así sea a partir del espacio cognitivo de los individuos. Esto no puede parecer extraño, porque los
futuros se tienen que hacer realidad, en primer lugar, en la conciencia de los
individuos, por cuanto se está en la fase de abstracción y construcción del
modelo teórico del futuro.
No se puede
garantizar en el plano abstracto la transformación de los objetos sin haber
logrado transformar tanto las percepciones, valores y comportamientos como lo
que se refiere a las organizaciones, aprovechamiento de recursos y
procedimientos. Por ello se puede
afirmar que los futuros se deben vivir antes de convertirlos en realidad, como
condición imperiosa de su posterior materialización.
En conclusión: en esta etapa se crea y se re-crea
continuamente en la mente el futuro deseado en términos de eventos, hipótesis,
componentes, leyes, relaciones y contradicciones. Una recomendación es realizar o construir continua y masivamente
con las comunidades y organizaciones, los escenarios bajo el método de
Schwartz, no una, sino muchas veces, hasta lograr cambiar las percepciones de
las personas frente al actual modelo y aumentar las expectativas del nuevo
modelo de futuro deseado.
La séptima etapa es
la determinación de las distancias reales entre lo que somos y lo que queremos
ser. Confluyen aquí los resultados de
los dos modelamientos realizados: el modelamiento
contemplativo o fenomenológico y el modelamiento de la fase abstracta o
soñada. Esas distancias se expresan en
términos de las diferencias entre las características, las cualidades, las
relaciones y los componentes de cada uno de los modelos.
La determinación de
las distancias o diferencias entre los dos modelos permite recrear o rehacer
los objetivos de la investigación. Con
esta fase se integra fuertemente lo que se propuso diferenciar con el fin de
aclarar el proceso prospectivo. El
recrear los objetivos, permite su revisión a la luz de una caracterización mas
profunda de lo que se desea en los modelos soñados.
Esta tarea de
establecer con mayor profundidad los ideales, también permite analizar la forma
en que se realiza el modelo actual del objeto de investigación expresado en
términos de: personas, cosas,
instituciones, procedimientos, etc.
El tener claras las
diferencias entre lo que somos y lo que queremos ser, permitirá en la siguiente
etapa plantear las estrategias y acciones estratégicas necesarias para
conseguirlo.
Las diferencias
entre los dos modelos, el actual y el teórico, son los nuevos objetivos, que
con toda razón pudieran ser bastante diferentes a aquellos determinados cuando
se realizó la tercera de las etapas de todo el proceso.
El resultado de la
etapa #8 de la fase primera - el modelamiento de lo real -, se integra con el
modelamiento de los sueños, marcando especialmente las diferencias entre los
dos. Esas diferencias se deben expresar
no tanto en términos de lo que es nuevo en los objetos soñados, sino de aquello
que debe ser descartado en los modelos actuales. Sobre aquellos asuntos que permanecen tanto en uno, como en otro
modelo, deben establecerse las diferencias cuantitativas y cualitativas entre
las dos posiciones.
La octava etapa
incluye retomar los objetivos y plantear las acciones necesarias para
lograrlos, así como la determinación de las estrategias adecuadas.
Efectuando un
recuento de lo realizado hasta ahora en el proceso, se ha recreado la realidad
en la fase fenomenológica y construido – en teoría - el futuro deseado hacia
donde apuntan todos los deseos de transformación del objeto o de los objetos -
los deseos de transformación son los objetivos - en el plano abstracto. La tarea, todavía en el plano abstracto, es
construir el camino de uno hacia el otro a través de estrategias y acciones
estratégicas.
Aquí se exponen las
ideas en la terminología que usa la planeación estratégica y se hablará de las
corrientes filosóficas que subyacen y de los términos de objetivos, estrategias
y acciones que van a ayudar a conseguir el cambio en el plano abstracto. Esta fase también incluye la determinación
de la esencia de la transformación del objeto u objetos.
Hablar en términos
de objetivos, estrategias y acciones, pareciera a simple vista platicar de tres
cosas diferentes y separadas, pero generalmente no se mira que unos nacen de
transformaciones de otros. Es decir,
partiendo de un objetivo de categoría especial que no es otro u otros que los
identificados en la etapa #3 de la fase fenomenológica y que a estas alturas del
proceso ya habrá pasado por muchas re-creaciones, se puede dar lugar a la
generación de estrategias y acciones con una mecánica sencilla que integra el
todo
¿Cómo alcanzo un
objetivo? Por medio de acciones. ¿Cómo
consigo implementar o hacer realidad una acción difícil de implementar? Usando
una estrategia apropiada.
Una vez identificados los
pares de objetivos-acciones, puede regresarse a replantearse nuevos objetivos
derivados de los pares acciones-estrategias y así sucesivamente.
Aunque la
estrategia ha tenido una mayor difusión en el campo militar, no siempre se
tiene que recurrir a su definición para hablar de ella. Hoy es posible hablar además del concepto militar,
de estrategias en el campo empresarial y estrategias en el campo comunitario y
en ese orden, entonces se puede opinar de estrategias en el sentido de vencer,
competir y cooperar.
Se pudiera acoger
la definición clásica de estrategia y es la que parte de una escuela
militar. El concepto de estrategia es
en muchos autores sinónimo de pensar estratégicamente y si se analiza la
definición de Dixit y Nalebuff (1991, 85), pensar estratégicamente es “el arte
de superar un adversario a sabiendas que el adversario está intentando hacer lo
mismo con uno”. Se debe confesar
que en lo que se entiende de prospectiva, no es posible aplicar estas
definiciones ya que son residuos de una orientación militarista y aplicable a
ese campo en particular y no a otros como el que nos atañe. Mal pudiera recomendarse a una comunidad que
para salir adelante en sus planes tuviese que hablar en términos de adversarios
y oponentes, cuando en el fondo deberían buscarse soluciones y estrategias que
ayudarán al trabajo mancomunado. Cuando
los esfuerzos y los logros, en especial los de valores filosóficos y los
económicos, se logran a expensas de otras comunidades u organizaciones,
generalmente se desestabiliza el sistema y poco es lo que se obtiene; ya que
unos ganan pero otros pierden. Se
prefiere entonces, plantear la definición en los términos en que la realiza
James Brian Quinn citado por Certo y Peter (1995, 45) y que define a la
estrategia como “pauta o plan que integra los objetivos, las políticas y la
secuencia de acciones principales de una organización en un todo coherente”.
Las acciones son
aquellos proyectos – actuales o nuevos - que permiten alcanzar los
objetivos. La determinación de las
acciones debe hacerse a través de inventarios de todas aquellas que la
comunidad o la organización esté desarrollando y deben ser analizadas para encontrar
el nivel de pertinencia con los objetivos.
Aquellos proyectos o acciones que poco o nada contribuyen al logro de
los objetivos deben ser relevados a sus justas dimensiones, ya que consumen los
recursos de la organización en especial el tiempo. Otra forma de identificar proyectos nuevos es desmembrando los
objetivos en categorías de orden menor, es decir, identificando familias de
objetivos mas específicos que los considerados y a través de ellos, por
técnicas que ayuden a la creatividad de las personas, identificar las acciones
que mas pertinencia tienen para lograrlos.
Una vez repasadas
las definiciones de aquellos elementos que conforman esta etapa, se hablará de
las estrategias en detalle.
La primera de las
clasificaciones parte del poder relativo de las organizaciones o comunidades
frente al medio. El medio pudiera ser
en términos de Michel Porter lo que se denominan “Las cinco fuerzas de Porter”
y que son: (1) aquellas organizaciones
o personas que prestan los mismos servicios o productos, (2) quienes proveen
los insumos para la prestación de servicios, (3) quienes usan o se benefician
de los productos o servicios que se prestan, (4) quienes prestan servicios o
productos que sin ser idénticos a los de la comunidad u organización, cumplen en
el fondo la misma función o tienen igual utilidad para los fines que persigue
el consumidor y (5) quienes se prestan a iniciar o incursionar en la misma
línea de servicios en que la comunidad u organización se está desempeñando.
Thompson y McEwen citados
por Schein (1993, 186), afirman que la forma como una organización fije sus
metas y establezca sus estrategias, depende en gran parte en la medida en que
pueda controlar el medio versus la medida en que permita que el medio la
controle. Para tipificar las
estrategias se debe considerar la capacidad de la organización - comunidad o
empresa -, frente a lo que son las 5 fuerzas de Porter:
·
Las otras organizaciones que prestan los mismos servicios
·
Los proveedores de los insumos
·
Los clientes que utilizan los servicios
·
Las otras organizaciones que prestan servicios sustitutos
·
Otras organizaciones que desean entrar en la línea de servicios que
prestan
Estrategia de
competencia: se aplica cuando los
poderes de la organización o la comunidad son mayores que los poderes del
medio. Esto ocurre cuando por ejemplo,
los grandes grupos empresariales controlando el aparato político, logran
contener los esfuerzos de las comunidades para reglamentar la defensa ambiental.
Estrategia de
coalición: cuando el poder de la
organización sobre el medio es muy bajo, lo que se acostumbra es la realización
de coaliciones para unificar los poderes de pequeñas organizaciones y formar un
bloque de mayor poder. Un ejemplo de
esta naturaleza ocurre cuando diversas comunidades se unen para controlar a
través de iniciativas de legislatura el control ambiental.
Estrategia de
negociación: se establece cuando los
poderes tanto de la organización como del medio son comparables - ambos altos o
bajos -. Un ejemplo de este tipo de
estrategia se encuentra cuando las comunidades unidas logran hacer votar una
legislatura, ley u ordenanza que promueva la defensa del ambiente lo que logra
llamar a la mesa de negociación al poder empresarial.
Estrategia de
competencia: cuando la presión de la
organización es mayor que la coacción que el medio realiza sobre ella, las
organizaciones o comunidades pueden competir directamente contra el medio e
imponer sus propias reglas. Un ejemplo
de este tipo de estrategia es la del establecimiento de organizaciones de
seguridad para los propios fines con el que se suplanta la función que por
Constitución debe dar una nación a sus ciudadanos.
La confluencia de
estas dos teorías de Porter y de Thompson es de gran utilidad para las
organizaciones comunitarias, ya que en las comunidades los factores
intangibles, las “utilidades sociales a largo plazo” y el mismo concepto de
utilidad no monetaria, en la mayoría de las veces, hace que otros enfoques de
estrategia no tengan validez.
Las comunidades y
porqué no, las organizaciones, pueden trabajar con estos criterios en los
recursos no agotables.
Michel Porter
también identificó otro tipo de estrategias que denomina genéricas y que tiene
mucha aplicación en el campo empresarial y aún en el campo de las naciones y
que se clasifican en: (1) estrategias
de liderazgo en costo, (2) estrategias de diferenciación y (3) estrategias de
enfoque.
La definición de
cada una de ellas según Certo y Peter (1995, 88) es la siguiente:
Estrategia de liderazgo
en costos: estrategia que trata de
obtener beneficios superiores a la media en un sector. El liderazgo en el manejo de los costos se
da cuando la empresa y/o comunidad se sitúa por encima de todos los otros
actores. Conlleva la necesidad de
contar con suficientes recursos financieros para adelantarse en la adquisición
de bienes o servicios que le den mas eficiencia al proceso de producción o de
prestación de servicios.
Estrategia de
diferenciación: los diferenciadores
llevan a las comunidades a trabajar en el desarrollo de imágenes de marcas y
tecnologías exclusivas, características únicas, canales de distribución y
servicios exclusivos al cliente. Este
tipo de estrategia lleva a las comunidades u organizaciones a obtener ingresos
o posicionamientos superiores a la media en su sector, cuando los consumidores
están en capacidad de pagar “una prima” que compense su interés de beneficiarse
de un servicio adicional claramente superior al resto del mercado.
Estrategia de Enfoque: esta estrategia busca segmentar los
mercados y atraer solamente unos o pocos de los consumidores o compradores de
la organización y/o la comunidad.
Es claro que en las
organizaciones a cargo de las comunidades, el empleo de una estrategia de
enfoque pudiera parecer elitista y desprestigiaría la dirección de la
comunidad. Por ello, este tipo de
estrategia es mas apropiada para el campo empresarial. Además, las estrategias de liderazgo en
costos y diferenciación no riñen con las funciones de eficiencia, calidad y
posicionamiento de las comunidades.
Por otra parte, Schein
(1993, 189) identifica cuatro tipos de estrategia en una organización social o
empresarial cuando se consideran los niveles de certeza y consenso en cuanto a
las metas y a como lograrlas.
Estrategia de
rutina: se aplica si existe bastante
consenso en cuanto a las metas y se sabe con certeza como se van a lograr. La toma de decisiones puede ser tan
rutinaria como las operaciones que se hacen para resolver un problema
matemático una vez que se conocen las reglas.
Por consiguiente, se puede llegar a una decisión compartida para
desarrollar una acción.
Estrategia de
compromiso: se aplica si se sabe con
bastante certeza como lograr diferentes tipos de metas pero existe bajo
consenso sobre que metas buscar.
Estrategia de
juicio: se aplica si existe bastante
consenso en cuanto a las metas, pero la interacción entre el medio y la
organización es tal que no se sabe muy bien como se va a alcanzar, hay poca
certeza. Lo que se necesita es que se de un buen juicio sobre como aumentar al
máximo la probabilidad de obtener los resultados deseados.
Estrategia de
iniciativa: se aplica si no existe
consenso en cuanto a las metas, ni se tiene idea de cómo se van a lograr o sea,
hay poca certeza. Lo que se necesita es
un líder que tenga la suficiente iniciativa para combinar la habilidad de
conformar diversas coaliciones y el buen juicio para tomar decisiones que
aseguren la mayor probabilidad de que se obtengan los resultados esperados.
Analicemos la
relación entre objetivo y estrategia:
Si se preguntara ¿Qué es lo primero, la estrategia o el objetivo? Es primero
el objetivo de categoría especial. En
el campo empresarial o comunitario, este objetivo es equivalente al encargo
social que la misma sociedad le impone por la fuerza de las circunstancias a
quienes rigen los destinos de las organizaciones. Desde este encargo social se derivan pares acciones-estrategias
que a su vez se convierten en objetivos para las distintas divisiones -
jerárquicas, territoriales - como dependencias, sedes, estructuras, personas o
grupos y estas a su vez se transforman artificiosamente en acciones-estrategias
que abarcan las diferentes dimensiones - aquellas cosas conocidas como
económicas, sociales, técnicas, administrativas -. Esta transformación es un continuo en el que intervienen los
productos y servicios elaborados por las personas de esas organizaciones o
comunidades, para cumplir con el encargo social impuesto o asumido por la
fuerza de las circunstancias.
Cada par
acción-estrategia se convierte en un objetivo en términos del ¿Qué?, ¿Cuándo?,
¿Dónde?, ¿Quién? y en la dispersión estructural o dimensional puede dar lugar a
familias de acciones-estrategias respondiendo al ¿Cómo?. Esta misma conversión deriva a las acciones
cuando se logra dar respuesta a cada una de las preguntas y al estar definidas
y seleccionadas las acciones, nuevamente se pregunta ¿Cómo se
implementan?. Retornando al punto de
estrategias, no ya genéricas, sino detalladas.
Es relevante la
pertinencia entre las acciones, las estrategias y los objetivos y esto ocurre
por la limitación en recursos y medios que normalmente tienen todas las
organizaciones y comunidades. Se
requiere a la hora de iniciar las acciones – muchas que están en esta etapa ya
identificadas - y aplicar las estrategias, que haya una pertinencia elevada
entre estos factores y los objetivos.
Por la limitación en recursos y medios, pocas de las acciones se podrán
iniciar o seguir, otras deberán ser aplazadas hasta tanto se logre dar
aplicación a las estrategias de negociación o coalición o se liberen recursos o
se encuentren nuevas formas de financiación o ingresos. Una de las técnicas recomendadas para esta
etapa es la realización de “un árbol de pertinencias”
Cuando se tengan
identificadas las acciones que respaldarán las transformaciones de los objetos,
se está en disposición de emprender la tarea de documentar un plan de
desarrollo de la empresa o de la organización.
Algunos problemas
típicos de esta etapa son: falta de
información sobre los factores del medio que parecen ser los mas importantes
para asegurar el funcionamiento de la organización, incapacidad para asignar
probabilidades a determinados factores ambientales conocidos, falta de
información sobre los costos que pueda ocasionar una decisión equivocada y
limitación de recursos.
La novena etapa es
la concreción del modelo teórico, explicar los fenómenos y hechos - aparece el
objeto concreto pensado que puede ser sometido a experimentación -. A través de indicadores de desempeño debe
ser ejecutada esta tarea.
Se puede decir que
ya se está a punto de construir en el plano abstracto el modelo teórico que
permitirá lograr la transformación.
Pero para lograr una cercanía a la próxima fase de comprobación del
modelo se deben colocar todos los deseos en términos concretos. Esto se logra al poder determinar los
indicadores y las metas que llevarán a la transformación.
Esta parte se
construye sobre los objetivos, las acciones y las estrategias tanto genéricas
como especificas para cada acción y se conforma en el plano teórico - todavía no
se está en la realidad - el compromiso
de cada una de las personas y organizaciones para el logro de los cometidos en
términos de metas e indicadores.
Esta etapa trata de
“establecer la forma de medir” los resultados esperados de la transformación en
el plano teórico, en la abstracción, sin que se haya realizado ninguna acción
en concreto. Tiene implícito el
problema, los objetivos, los medios y recursos tanto actuales como soñados, las
estrategias y las acciones que se piensa van a realizarse.
Si hasta el momento
se sabe lo deseado, se conoce lo que somos y se tiene pleno conocimiento de las
acciones y las estrategias a emplear, hace falta idear las formulaciones para
medir los cambios esperados. Esas
formulaciones son los indicadores.
Aun cuando cada
proceso prospectivo tiene sus propios indicadores, hay algunos de una categoría
especial que van mas allá de lo que determina el problema en cada caso. Ellos son:
·
El número de personas que participan en el plan de trabajo versus el
número total de personas de la organización o de la comunidad. El crecimiento o decrecimiento de este
índice en el tiempo.
·
La colectivización del proceso.
·
El conocimiento que tienen las personas de la labor, frente a quien lo
tiene en mayor escala.
·
El número de personas descontentas con la actividad.
·
El número de acciones que se mencionan favorablemente en el proceso
frente al número total que realiza la comunidad o la organización.
·
La medida del conocimiento adquirido en el proceso por las personas que
participan en él.
·
La medida de la formación lograda.
Se ha concluido la
segunda fase de construcción del modelo en el plano abstracto, comenzando desde
la determinación de los componentes importantes de cada uno de los objetos, su
modelación, la determinación de las contradicciones entre ellos, el encuentro
de la esencia, la apropiación del futuro, la determinación de estrategias y
acciones y la concreción del modelo teórico a través de indicadores.
Falta la hora de la
verdad. Se conoce lo que somos y porqué
lo somos, se conoce lo que queremos ser y como lo lograremos, se es consciente
de las contradicciones entre lo que somos y lo que queremos ser y se han
planteado metas e indicadores para lograr el cometido. Ha llegado la hora del hacer. La hora de empezar a materializar el futuro.
Queda entonces
abierto el camino para la fase de ......
Esta es la tercera
de las fases en el modelo de la investigación científica y hasta el momento se
ha elaborado el modelo de lo actual y el modelo de lo soñado.
En la comprobación
empírica del modelo teórico se emplean tanto metodologías empíricas como
teóricas. Sobre las primeras, las mas
utilizadas son las de medición, entre las que resaltan las metodologías
estadísticas - descriptivas e inferenciales -, así como también en menor escala
las observaciones, encuestas, entrevistas y observaciones participativas entre
colectivos de investigadores. Pero la
principal de las metodologías empíricas es sin duda alguna, el
experimento. Entre las metodologías
teóricas, no ajenas y no tan importantes como las empíricas, se cuenta con el
análisis crítico valorando las acciones y la práctica histórico-social.
Si todo el campo de
aplicación en la prospectiva fuese cobijado por las ciencias naturales, la
comprobación tendría en el experimento la mejor herramienta, pero dado que el
campo de aplicación cubre aspectos sociales y naturales de las ciencias, no
podría entenderse el experimento como la herramienta preferida para la
comprobación del modelo por las dificultades innatas del método frente a
aquellos aspectos sociales de la prospectiva.
La metodología
experimental tiene diversas dificultades para su implementación en los campos
de las ciencias sociales, dado que se hace difícil aislar los factores en el
modelo para realizar las comprobaciones de la viabilidad. Pero en lo que respecta a aquellos objetivos
que tienen como fin la transformación del aprovechamiento de los recursos
naturales, el experimento se convierte en la mejor herramienta, aun desde la
escala-cero como forma de aislar los procesos en su forma mas reducida.
No se descarta eso
sí, la aplicación del experimento en el plano de las ciencias sociales y
bastaría tener la suficiente amplitud de mente como para no pretender aislar
aquellas variables que por su naturaleza no se pueden desligar de un todo de
las situaciones.
Una vez abierto el
espacio en el que se desarrollará esta fase respecto a los métodos a emplear,
debe darse comienzo a la sistematización de comprobación del modelo teórico
planteando que no es el control el sinónimo de comprobación, porque el control
es parte de la gestión del quehacer y no una parte aislable del proceso en sí
mismo.
El proceso debe ser
pensado, dirigido, administrado y controlado en todas y cada una de las etapas
que se realizan. No debe entenderse que
el control se realiza solo en la parte final y mucho menos confundir la fase de
comprobación - la tercera - con el control.
Cada fase y cada etapa
deben ser planeadas, deben estar claras desde el inicio de cada recorrido, las
expectativas, las técnicas que se emplearán para lograr su cometido, los
expertos o asesores que se invitarán, el número y duración de los talleres que se
realizarán, los métodos para documentar los informes y resultados, la mecánica
de medición y difusión de los resultados.
Solo de esta manera se logrará una excelencia en el trabajo realizado. Este es un llamado, especialmente para
aquellas personas que hoy en día son definidos como facilitadores de la guía,
porque no son solo ellos los que deben participar en la gestión del
proceso. Esto debe hacerse en compañía
de todas las personas que participan en el mismo.
Todo aquello que no se
planifique, que no se dirija, que no se administre y que no se controle es un
caos. ¿Se quisiera que el proceso
prospectivo fuese un caos? Si la respuesta es si, pasar por alto cualquiera de
las partes de la gestión en general lo obtendría. De otra forma no descuidar ninguna de ellas garantiza que los
resultados serán entonces óptimos y los mas deseados.
La propuesta de
desagregación de esta fase es:
1. La evaluación de
nuestra competencia en el hacer y nuestra conciencia en el obrar.
2. Los experimentos.
3. Determinación de
las responsabilidades entre los ejecutores y el esquema de poder
4. La determinación de
los reinicios de la actividad
5. El infundir
conocimiento a los nuevos investigadores
6. Validación de
resultados.
A diferencia de la
fase fenomenológica y la de construcción del modelo, ya analizadas, esta fase
no es susceptible de realizarse por etapas.
Mas que secuencias de acciones, lo que se da es un accionar en todos los
frentes en forma simultánea.
Se analiza a
continuación la primera de las etapas
…….
La tarea de
comprobación de los resultados no estará completa hasta no saber que tan
conscientes somos de nuestro conocimiento y que tan competentes seamos en lo
que sabemos hacer. ¿Porqué esta
aseveración? Porque es común que en el desempeño de las acciones no se tenga la
suficiente capacidad para realizarla.
Cualquier estrategia
por buena que sea puede producir resultados contraproducentes si se emplea sin
razón o si no se emplea en el momento adecuado. Se debe someter a una constante revisión el actuar para evitar el
colapsamiento de las acciones por omisión o por sobredimensión. Es necesario evaluar el grado de
incompetencia/competencia de las personas que intervienen en el cometido en
cuanto a la inconsciencia/conciencia frente a las acciones y estrategias que se
deben desarrollar.
Cuando con el
tiempo y los esfuerzos, las personas sean competentes y conscientes de lo que
hacen, se podrá garantizar en gran medida los resultados de las acciones y de
las estrategias, asegurando de alguna forma el logro de los objetivos.
Es común que antes
de enfrentar un reto nuevo en la vida, la competencia del individuo sea nula y
al tiempo se es inconsciente de que se necesita conocer algo respecto a aquello
que lo ocupa. Esto ocurre por ejemplo,
cuando poco después de ingresar a una universidad para realizar estudios
superiores en matemáticas, el estudiante se entera que tiene que aprender a
realizar las transformaciones de Furier - Si
Usted amable lector no sabe de que se trata, entonces es inconsciente e
incompetente en el tema de las transformadas de Furier. -. En ese momento el estudiante está en el
estado # 2 de la siguiente figura, es decir, es consciente de que no sabe como
realizar las mencionadas transformaciones, es incompetente para realizarlas y
es consciente de que no sabe. El
estudiante antes de ingresar a la universidad generalmente no sabe que las
mencionadas transformaciones existían y mucho menos sabía como
realizarlas. Este estado original es el
estado #1 o sea una incompetencia inconsciente. El estudiante está, al cabo de unos cuantos días, en capacidad de
realizar las operaciones matemáticas y las realiza de una manera maquinal. Este es el estado de la competencia
inconsciente o estado #3. Al final,
siendo el estudiante ya experto en el manejo de las transformadas, llega
finalmente a un estado de competencia consciente o estado #4.
El saber en un
momento determinado en cual de las 4 etapas se encuentra la organización o la
comunidad, es una prueba de la madurez o inmadurez que tiene frente a una
acción y/o estrategia y permite enfocar los esfuerzos bien sea a cambiar la
percepción y/o la competencia. Es común
por ejemplo, en la habilidad de conducir vehículos, que algunas veces el
conductor se comporte como competente e inconsciente cuando debería estar en el
estado de competencia consciente. El
conductor aumenta al máximo la velocidad cuando no debería hacerlo y usualmente
lo hace sin generar daños, pero en contra de las reglamentaciones vigentes.
Se debe contar con
una lista de todas las acciones que la comunidad u organización va a realizar y
que se derivó de la etapa octava de la fase de construcción del modelo teórico
llamada “determinación de las estrategias”.
Es posible que
frente a las acciones encontradas como prioritarias para realizar las transformaciones
y lograr los objetivos, el nivel de conocimiento de las mismas sea deficiente y
cuando se trata de ponerlas en práctica se aprecia que no producen los
resultados esperados. Es común entonces
decir que falló la acción o falló la estratégica o que fue mal seleccionada,
cuando en verdad lo que falla es la competencia para realizarla.
Implícito está
entonces tornar a los individuos competentes en la realización de las tareas
que emanan de las acciones estratégicas, para poder afirmar en algún momento
que son aptos o no a los procesos de transformación del objeto de estudio. Implícito está también un procedimiento de
educación en los campos correspondientes a las acciones estratégicas. Por ello la actividad es formativa.
Cada una de las
fases en el método de la investigación científica, tiene una o unas etapas que
la caracterizan y transcienden. En la
primera fase, la fenomenológica, fue la triada Problema-Objeto-Objetivo, en la
fase de construcción del modelo, fue la etapa de construcción de hipótesis y en
esta de comprobación del modelo, es la etapa de la experimentación. Pero esta caracterización se encuentra
directamente relacionada con la magnitud o relevancia del campo de las ciencias
naturales y que en nuestro caso no se presenta. De otra forma, si se hace mas énfasis en las naturales que en las
sociales, se deriva a lo que se llama planeación estratégica, donde se da mas
vehemencia a la modificación del aprovechamiento de recursos, entre ellos los
monetarios, que a la transformación de individuos y valores, entre otros.
Se preguntará
entonces amable lector ¿qué interés tienen los experimentos en el proceso
prospectivo? El interés se encuentra en
la aplicación para aquellos asuntos que no son exclusivos de las ciencias
sociales. Se pudieran también, de
alguna forma, realizar experimentos controlados en lo que se refiere a las ciencias
sociales. Por ejemplo, todo aquello que
tiene que ver con el manejo de recursos y procedimientos podría ser sometido a
experimentos. Todo aquello que tenga
que ver con ciencias sociales podría ser sometido a proyectos pilotos. Por otra parte, comúnmente se plantean
acciones estratégicas que por las implicaciones en costos y recursos consumidos
por la comunidad o la organización no conviene implementarlas desde el
principio en toda su dimensión. Se
presenta entonces la alternativa de generar pequeños proyectos a nivel
experimental desde una “escala cero” o sea en condiciones mínimas, hasta
“proyectos pilotos” que tratan de simular casi todas las condiciones de un
proyecto en toda su dimensión.
El experimento, en
palabras de Notario (1999, 51), “es el método empírico de estudio de un objeto,
en el cual el investigador crea las condiciones o adecua las existentes,
necesarias para el esclarecimiento de las propiedades y relaciones del objeto,
que son de utilidad en la investigación.”
Es por lo que hay
implícito en la definición, que el experimento en las ciencias sociales es de
difícil ocurrencia y controlabilidad, por cuanto las condiciones no pueden ser
aisladas o adecuadas tal como ocurre en las ciencias naturales. El aislamiento de condiciones no es posible,
ya que en las ciencias sociales confluyen una serie de variables, cual de todas
más dependientes que las otras y es difícil encontrar variables que con toda
tranquilidad se puedan denominar como independientes y sobre las cuales se basa
el experimento. No es posible explicar
con tanta propiedad la existencia de variables independientes como se hace en
la guía en la parte del análisis estructural, a no ser que se trate de asuntos
no sociales.
Al existir poca
probabilidad de encontrar variables independientes en las ciencias sociales, se
hace muy difícil aislar el objeto que va a estar sometido a la experimentación
y mucho menos se podrá entonces reproducir en él un fenómeno en condiciones
controladas. Siendo difícil entonces el
aislar y reproducir condiciones, será también entonces muy difícil el
modificarlas o marcar su efecto, con el fin de analizar el comportamiento en
otras condiciones que seguramente estarán explícitas en las hipótesis.
En caso de
aventurarse el investigador a hacer un experimento en el campo de las ciencias
sociales, quedará muy engorroso reproducir las condiciones en otra oportunidad
para poder predecir con seguridad los mismos resultados.
Lo anterior no
ocurre en las ciencias naturales por cuanto en ellas es posible tener variables
independientes, aislar y reproducir condiciones para comprobar las
hipótesis. Se habla aquí de
experimentos desde una escala de laboratorio, hasta proyectos pilotos donde en
una escala mayor y con inversión de recursos apreciables se comprueban las
hipótesis para después llevar el caso a la vida real en toda su extensión.
La imposibilidad de
poder predecir una aplicación en gran escala, hace del método de modelación por
medio de teorías - como la Teoría de Juegos por ejemplo - una herramienta
valiosa para conseguir los resultados esperados en el plano experimental.
Sierra y Alvarez
(1996, 47) defienden que “el instrumento fundamental de validación es el
análisis crítico y el colectivo de expertos sobre modelo propuesto y de su
concreción en el plano concreto-pensado, por el conjunto de sujetos que valoren
las ideas que se han propuesto”
Creemos que no es
este el camino fundamental de comprobación, sino que existen otros mecanismos
para predecir el comportamiento de objetos en determinadas situaciones a las
que se expondrán los investigadores y la comunidad en general en la etapa de
materialización del futuro y uno de esos caminos es la modelación por medio de
teorías.
El Grupo Vigía es
un concepto que hoy está implícito y arraigado en la guía, en especial en la
Escuela Francesa y en la Colombiana y en este trabajo no se ha querido desligar
del concepto aunque no se comparten las funciones que hoy se le asignan al
mismo, ni la forma en que se realiza el nombramiento de las personas.
Las
responsabilidades, deben ser asignadas con generosidad a TODAS las personas en
la organización o en la comunidad. Nada
mas extraño en un proceso prospectivo, que tiene dentro de sus objetivos la transformación
de cada individuo, que exista un grupo que asuma las responsabilidades del
cambio y que en el peor de los casos también tenga la función de control del
mismo.
La actitud vigía
que está presente desde los inicios de la prospectiva con Gaston Berger, no
puede aplicarse para dar inicio a la conformación de un equipo de personas que
tenga una función controladora. Es una
característica de la prospectiva que cada uno de los investigadores que
participan en la labor tengan una actitud vigía. Esta es una de las invariantes en el proceso prospectivo y que se
encuentra en cada una de las etapas por las cuales transcurre la actividad,
pero que no debe derivar a la creación de un grupo con esa función. Las funciones son de unos pocos y la actitud
es de todos.
No puede faltar en
ningún ser humano la asignación de responsabilidades en el cometido de
transformación. La menor de las
responsabilidades será consigo mismo y en mayor escala la que tenga que ver con
la renovación de las personas que integran su propia familia, su empresa, su
cuadra, su vecindario y su municipio.
Dicha responsabilidad incluye hasta el cambio de las percepciones de la
realidad para acogerse mas fácilmente a la modificación sugerida.
Hoy, este grupo de
personas denominado Grupo Vigía se define y se nombra al final de la guía
con el fin de auditar el cumplimiento de las acciones estratégicas
identificadas y se le da también el papel de asumir la actitud oteadora del
horizonte o del futuro, para determinar e identificar los cambios en el entorno
que pudieran afectar el “normal” desempeño de las acciones y estrategias.
Nada más ilógico
que esto en un mundo tan cambiante como el nuestro y con toda certeza, las
cosas cambiarán y este Grupo Vigía frente a los cambios, deberá asumir un papel
protagónico, si de verdad ha de cumplir con el papel encomendado. Así, se pierde todo el sentido de
pertinencia con la actividad y lo que fue supuestamente construido por todos
termina siendo destruido hasta por las buenas intenciones de unos pocos que
conforman el grupo Vigía.
No debe existir
dentro del proceso prospectivo un esquema de poder claramente determinado. Habrán quienes tienen una función social de
manejar los recursos, no siempre monetarios, con los que se alimenta la organización
o la comunidad; existen quienes puedan denominarse patrocinadores e impulsores
permanentes, habrán quienes puedan llamarse investigadores principales porque
tienen bajo su dirección las fuerzas motoras del cambio como son la educación y
la formación. Pero en el fondo no es su
voluntad la que mueve la transformación y muchas veces se da el caso en que la
fortaleza de la comunidad o de la organización, se impone a la opinión o
desidia de quienes tienen el mayor control sobre estas instituciones y sobre
los capitales.
Los recursos que
finalmente mueven el proceso prospectivo no son aquellos que son escasos, sino
los que están en demasía en todos los individuos de una comunidad u
organización. Por ello el poder debe
estar en cada uno, como administradores de la voluntad individual y la
motivación entre otros.
La actividad se
debe reiniciar tantas veces sea necesario y esto se encuentra implícito en el
concepto de proceso.
La necesidad del
reinicio parte de la pérdida de credibilidad en todas o algunas de las etapas
realizadas hasta el momento. Esta
pérdida de credibilidad puede nacer de la no-realización consciente de los
trabajos o por fuerzas extrañas o de ámbito global que en la mayoría de los
casos son imposibles de controlar y también de anticipar.
Existen reinicios
de categoría especial cuando la definición del problema pierde validez o se
logra. Existen reinicios de categoría menor cuando siendo aun pertinente la
existencia del problema, se requiere cambiar las estrategias, las acciones, los
esquemas de control o de medición de resultados. Este último pudiera considerarse el reinicio de menor categoría,
es decir, cambio de las formas de medir los resultados.
Pueden ser
necesarias las actualizaciones de algunas etapas que den lugar a cambios en
otras sin que se afecte la estructura completa del proceso. Esto es típico cuando se actualizan por
ejemplo las tendencias de la fase fenomenológica. Puede ser claro que en algunos casos, no se dé lugar a la
actualización del modelo fenomenológico y por ende no se cambia la evaluación
de las distancias entre los dos modelos - teórico y fenomenológico -.
En general, el
proceso debe vivir en permanente movimiento.
Dejarlo a la deriva equivale a condenarlo a la inanición y terminará
como culminan la mayor parte de los esfuerzos en muchas organizaciones: en lo que se refiere a la documentación, en
un archivo y en lo atinente a los aportes o inquietudes que la actividad haya
logrado sembrar en las personas, en un sentimiento de impotencia o de
decepción. Ambas cosas se evitan si se
logra un grado de pertinencia mayor de todas las personas de la organización o
de la comunidad. Esa pertinencia no se
consigue en la medida en que se formen grupos de presión o de poder que evitan
la participación mayoritaria de la gente o en la medida en que los resultados
se empiecen a utilizar con fines políticos o personales.
No es extraña la
ocurrencia en paralelo de varios procesos que busquen la solución a diversos
problemas de la comunidad o de la organización empresarial. Lo complicado es que de alguna forma, sus
acciones y/o estrategias vayan en contravía.
Pareciera ser que se ha querido
mitificar el concepto del investigador científico como algo alejado hasta de
las personas con la mayor educación, pero ya se olvidó que a los jóvenes desde
el inicio de la educación secundaria se les están impartiendo estos
conceptos. La investigación científica
no es mas que el arte de resolver problemas y aun hasta a un niño desde su más
tierna edad se le puede enseñar, pero no con la profundidad con la que la debe
dominar un profesional o un PhD.
Un propósito implícito dentro del
proceso prospectivo, es el de considerar que todos, como individuos dentro de
una comunidad o de una organización, son parte del problema y por ende parte de
la solución. En este orden de ideas
requieren ser transformados.
La transformación
de las personas que participan en el quehacer se inicia desde el mismo instante
en que empiezan a ser conscientes de su papel como investigadores y continúa a
lo largo del mismo cuando entienden que ellos mismos tienen que transformarse
en lo que señala el objetivo referente a las personas que hacen parte del
objeto.
Se ha querido
insistir en este punto, porque es común que se llegue a comprender fácilmente
que lo que tiene que cambiar es el resto de la creación y de la especie humana
y no nosotros como sujetos y objetos de la investigación. Pero la transformación no debe darse
solamente en el campo del ser y de la realidad, sino también en el campo de las
percepciones - con esto se aproxima un poco al método de construcción del
conocimiento de las ciencias orientales -.
El componente
educativo como parte de aquellos que conforma el proceso prospectivo incluye
entre otros aspectos, la formación de los sujetos como investigadores,
respetando sus enfoques frente a la creación - enfoque positivista e
interpretativista -. Si esta condición
no se cumpliese, el manejo del proyecto recaería necesariamente en aquellos que
se llaman a sí mismos facilitadores y/o sobre los que se supone son las
personas en las que se apuntala la actividad en su inicio.
Pudiera
argumentarse que los expertos y asesores que participan en el proceso tienen y
aportan su conocimiento sin necesidad de entender y apropiar el papel de
investigadores, pero esto llevaría a que el acompañamiento de estos aun siendo
temporal, se hiciera al margen y desconociendo los objetivos para los cuales
han sido convocados. Dicho de otra
forma, no puede citarse en la faena prospectiva ningún experto, si de antemano
no le es claro el propósito general, de otra forma sus recomendaciones pudieran
ir en contravía del mismo con el consabido efecto negativo para todas las
personas.
También pudiera
decirse – equivocadamente - que solo los investigadores más representativos deberían
tener una formación de esta naturaleza, lo que llevaría al caso en que el
esfuerzo de orientación y transformación de los objetos de la investigación -
individuos, valores, organizaciones, procedimientos y aprovechamiento de
recursos - recayera sobre ellos. Ya
está entonces planteada la contradicción acerca de las diversas alternativas
para el manejo como investigadores y la forma de solucionarla, cual es
consiguiendo que todas y cada una de las personas que contribuyan tengan una
formación en el manejo de las investigaciones científicas, conservando el nivel
de transferencia de conocimiento apropiado a la edad intelectual que posean los
receptores.
Entre las ventajas
obtenidas con esta instrucción se encuentra la de generar un ambiente de
autosostenibilidad del proceso, dado que los integrantes de las organizaciones
empresariales y sociales desarrollan la capacidad de continuarlo y pueden
llegar a contar dentro de sus individuos con facilitadores, analistas y
expertos.
Pretender
transformar algo implica conocerlo en sus componentes, en sus dimensiones, en
sus intereses y cuando se trata de individuos, la consideración alejada de las
situaciones es difícil por no decir imposible.
Conocerlo implica estar en capacidad de modelarlo en la parte fenomenológica-empírica,
a nivel teórico y estar en capacidad de comprobarlo - esto si en verdad se es investigador. -
Queda sin embargo
una duda, ¿Cómo se transforma el facilitador de hoy en la guía para cumplir un
papel en la labor prospectiva? En la guía, el facilitador cumple tres tareas
importantes a saber: (1) ser el
conocedor de los pasos en el método, (2) ser el conocedor de las técnicas y (3)
ser el anticipador por excelencia frente al grupo de expertos y actores. En oposición al papel dentro de la guía, en
el proceso prospectivo, el facilitador es parte de un grupo de personas que
conocen al detalle las fases y etapas de la actividad y es quien o son quienes
tienen la iniciativa para sugerir técnicas para lograr los fines que se
proponen en cada una de las etapas.
La verificación no
es el control en el proceso prospectivo.
El control es una de las actividades permanentes en la gestión de una
actividad – la gestión incluye la cadena de planeación, organización, dirección
y control - y está presente en todas
las etapas, procedimientos y tareas que se realizan bajo su amparo. En nuestro caso el control existe en cada
una de las etapas de las diferentes fases, pero la verificación a gran escala
solo existe cuando se hayan realizado las dos primeras: la fenomenológica y la de construcción del
modelo. Es por ello que esta etapa se
ubica al final de la cadena de sucesos presentes en nuestro proceso, el
prospectivo.
Muchos experimentos
podrán estar desarrollándose en forma paralela, pero los resultados de los
mismos en su individualidad deberán ser verificados en conjunto y no siempre se
harán experimentos porque muchas acciones estratégicas que se identifiquen en
el proceso podrán haber existido desde antes en la organización o comunidad,
solo faltará de pronto reencaminarlas para el logro de los objetivos. De esto trata entonces la verificación. No es entonces un control de cada uno de los
pasos, sino de verificar en un todo, en un sistema. Es la verificación del logro paulatino de los objetivos para que
se permita reenviar las señales apropiadas que desencadenen reinicios al
proceso, cambios de estrategias, replanteamiento de acciones, etc.
Se evalúa el papel
de los lideres, se evalúa el cumplimiento o logro de los objetivos, el
cumplimiento de los indicadores, la viabilidad de los modelos teóricos
determinados en las fases anteriores y muchos otros temas que se desagregan mas
adelante.
Debe decirse que lo
que se evalúa son los resultados, sean estos favorables o desfavorables. Se evalúan los resultados de los procesos,
de los comportamientos de los lideres y los individuos.
Cualquiera que haya
sido el plazo establecido para lograr la modificación, esta debe empezar a
evaluarse inmediatamente después de haber terminado la fase de construcción del
modelo teórico.
En una posición más
arriesgada o más aventurada, pudiera decirse que aun desde las primeras etapas
se observan resultados, como el lograr establecer el problema en la
investigación. Esto equivale a poner de
acuerdo a una comunidad u organización alrededor de una necesidad y para muchos
equivale a un resultado por cuanto es capitalizable y es de utilidad para la
misma, ya que unifica a sus miembros.
Pudiéramos decir entonces que si se logra ver resultados – buenos o malos-,
es posible entonces realizar evaluaciones.
En la medida en que
esas transformaciones se empiecen a dar, deben entonces empezar a mostrarse los
resultados a toda la comunidad/organización.
Esta es una de las formas de mantener el entusiasmo y la motivación entre
los investigadores y en todas las personas que la componen.
En el proceso
prospectivo se evalúa y se verifica también lo sistémico, lo holístico, la
participación colectiva, la educación lograda, el orden, lo sostenible, lo
realista y lo científico.
La verificación es
necesaria para entender y comprobar la eficiencia y eficacia en la asignación
de los recursos y los esfuerzos para lograr la transformación. De otra forma, se desvanecen sin lograr
ningún cometido. Se trata entonces de
evaluar que tan bien se están haciendo las actividades para lograr el cambio.
En la guía,
generalmente en las últimas actividades se conforma lo que se llama el Grupo
Vigía. Dicho grupo de personas tiene el
encargo de velar por el cumplimiento de cada una de las conclusiones del
estudio o del plan. Esto implica que el
poder que debe tener dicho grupo excede las condiciones naturales de la
autoridad que existe en la organización o en la comunidad.
En el proceso
prospectivo en vez de optar por un sistema que vele por el cumplimiento de las
acciones y la adopción de las estrategias encontradas a cargo de un equipo de
personas, se debe elegir por distribuir la verificación y la evaluación de los
resultados en todas las personas que tienen que ver con lactividad.
Al culminar esta
fase, la que viene, de conformidad del proceso a la luz de normas de Calidad,
no está reconocida en la literatura del método científico, ni por la comunidad
científica que trata estos temas.
Considérese esto como un aporte que se hace al proceso prospectivo.
Debo reconocer que
en la realización de este trabajo se enfrentó un dilema. Complementar este documento con calidad o
con ética. Finalmente se decidió hablar
de calidad. Pero esto no desmerita la
importancia de la ética que debe regir la realización del proceso prospectivo.
Fue un asunto de conveniencia, mas no un asunto de importancia el haber optado
por la calidad en vez de la ética.
En varios apartes
se ha mencionado que el proceso prospectivo es un proceso permanente, de nunca
acabar, donde siempre habrá un futuro deseado sin importar el estado en que se
encuentre la comunidad o la organización.
También se ha mencionado que en un momento determinado pueden existir
procesos en paralelo buscando la solución a varios problemas. Esto hace que se debe alcanzar una
excelencia en la realización de la labor e implica que tanto las personas
actuales como las nuevas personas que se integran a las organizaciones
empresariales o comunitarias, deben estar en capacidad de analizar y repetir
con calidad todos los esfuerzos que hasta un momento se hayan realizado.
Dicho análisis y
revisión no será una tarea fácil si desde antes no se ha formalizado,
organizado o sistematizado el procedimiento de acopio de la información, de
resultados y de análisis previos. Y de
eso trata en parte este capítulo, porque lo demás es sobre calidad.
Si aún quedara la
duda de ¿porqué hablar de calidad en prospectiva? Hay dos respuestas: una de
ellas es la satisfacción, satisfacción en el futuro soñado, satisfacción para
hacer realidad ese futuro colectivo. La
otra respuesta también se refiere a satisfacción, pero satisfacción al interior
del proceso, satisfacción en los pasos realizados, en los resultados obtenidos.
¿Pudiera decirse
que esta es la cuarta de las fases en el proceso prospectivo?
Tal vez no se pueda
analizar como una etapa mas y la figura anterior deja vislumbrar la duda. Cuando el proceso se hace por primera vez en
una organización o comunidad, es preferible adquirir la experiencia en el
proceso e ir desarrollando en paralelo la fase #4 de conformidad. Cuando ya se tenga la experiencia, se puede
adelantar todo lo posible en la documentación antes de la realización de las
etapas de las otras fases.
En un principio
esta idea se basaba en apropiarse enteramente de la normatividad de la serie
ISO 9000 para conformar todos los pasos del proceso a las condiciones de las
mismas, pero finalmente no se logró por el carácter “manufacturero” de
ellas. Se decidió adaptar la serie de
normas, que sin ser completamente las mencionadas, no se apartaran de su
filosofía.
Antes de proceder
con el asunto de las normas propias, se deben aclarar algunos conceptos según varios
autores. Jaques Horovitz define la
calidad como "El nivel de excelencia que la empresa ha escogido alcanzar
para satisfacer a su clientela clave".
Parodiando esta definición con un enfoque tanto para empresas como
comunidades, se puede decir que calidad es "el nivel de excelencia que la
empresa o la comunidad ha escogido alcanzar para satisfacer a quienes la
componen". Entendiendo que los
clientes son parte de la organización.
Por otra parte, la
calidad de un servicio o producto atiende al principio de que “lo que no se
mide, ni tampoco se le establecen parámetros de medición, no se puede controlar
y si no se puede controlar, no se puede administrar ni gestionar y lo que no se
puede gestionar, es un caos”. Igual
pudiera decirse para todo aquello que no se planea, se dirige, se administra y
se controla como se mencionó en la fase de comprobación. A continuación se dan algunas definiciones
importantes para la labor que sigue:
CALIDAD: “La totalidad de las características de una
entidad que le otorgan su aptitud para satisfacer necesidades establecidas e
implícitas.” NTC ISO 8402, numeral 2.1.
Entendiendo
“entidad” como organización y/o comunidad.
ADMINISTRACIÓN DE
LA CALIDAD: “Todas las actividades de
la función gerencial que determinan la política de calidad, los objetivos y las
responsabilidades y que las ponen en práctica por medios tales como
planificación de la calidad, el control de la calidad, el aseguramiento de la
calidad y el mejoramiento de la calidad, dentro del sistema de calidad.” NTC ISO 8402, numeral 3.2
La función
gerencial no solo es propia de las organizaciones empresariales, sino también
de las comunitarias. La gran diferencia
entre las comunidades y las organizaciones es el concepto de responsabilidad,
desafortunadamente muy disminuido en las primeras.
ADMINISTRACIÓN
TOTAL DE LA CALIDAD: “Un enfoque de
administración de una organización, centrado en la calidad; basado en la
participación de todos sus miembros y buscando el éxito a largo plazo a través
de la satisfacción del cliente y los beneficios para los miembros de la
organización y para la sociedad.” NTC
ISO 8402, numeral 3.7
Con este enfoque
TOTAL, pudiéramos decir que la calidad se planea, se controla, se asegura y se
mejora.
ASEGURAMIENTO DE LA
CALIDAD: “Todas las actividades
planificadas y sistemáticas implementadas dentro del sistema de calidad y
evidenciadas como necesarias para dar adecuada confianza de que una entidad
cumplirá los requisitos de calidad” NTC ISO 8402, numeral 3.5
La normatividad ISO
9000 ayuda a obtener un desarrollo eficiente de los procesos en cualquier tipo
de organización, concluyendo en los siguientes beneficios:
·
Eliminación de actividades innecesarias.
·
Mejora el reinicio del proceso, independiente de la etapa desde la cual
se de.
·
Mejor control, se llega a disminuir el número de fallas en la
planeación, dirección y administración del proceso y se logra aumentar los
rendimientos de los métodos y de las personas que participan en él.
·
Documentación concreta de las etapas, conservando de esta forma la
memoria de los resultados y de los pasos o actividades desarrolladas.
·
Reducción de costos y de esfuerzos, al contar con una gestión adecuada y
compatible a unas etapas organizadas.
·
Las normas logran el compromiso a todo nivel, de las personas que
participan en el proceso.
·
Sus resultados, a nivel del manual de procedimientos, sirven de insumo
para el entrenamiento de aquellas personas que se van involucrando en el
proceso, tal como los nuevos investigadores o las nuevas generaciones de
jóvenes.
·
Se genera un sentido de pertenencia elevado en todos los investigadores.
·
Reducción del control de terceros, hasta llegar al autocontrol.
Es necesario
aclarar unos conceptos antes de seguir adelante y que son el cliente, el proveedor
y el producto, según la norma NTC ISO 9001, numeral 3.0.
¿Quién es el
cliente y quien el proveedor en el proceso prospectivo? Cliente y proveedor son
las mismas personas. Se ha planteado
que todas las personas de una organización o comunidad deben participar en la
actividad prospectiva, es por ello que no es posible establecer una diferencia
entre ellos. Cada persona, cuando
inicia la labor, firma un compromiso como proveedor de productos hacia la
comunidad en general o cliente. Por
otra parte, el producto es el resultado de una actividad o un proceso y no
aquello que estamos acostumbrados a entender y que generalmente es algo
tangible, muchas veces con olor y sabor.
Queda un asunto
pendiente ¿Quién audita? Si en la guía existe un grupo encargado del control y
de la vigía, en el proceso prospectivo también existirá un equipo humano
encargado de la auditoría, pero no tiene que ser siempre el mismo equipo;
pueden ser personas diferentes las que auditan cada una de las actividades y
etapas, pero de todas formas deben ser independientes de quienes realizan las
actividades. La norma NTC ISO 10011-2
en el numeral 4.2 determina las funciones y responsabilidades de quienes
realizan esta labor de auditores.
Las etapas a
considerar en esta fase son:
1. Los requisitos del
sistema de calidad
2. La norma
fundamental
3. La documentación
de: las fases, etapas y los resultados de estas.
4. La auditoría
A continuación se
explica cada una de ellas:
La norma que mas se
asemeja a las desarrolladas por la ISO para el sistema de calidad del proceso,
es la norma ISO 9001 por cuanto abarca el aseguramiento de la calidad en
diseño, desarrollo, producción, instalación y servicio asociado. Las normas 9002 y 9003 tienen modelos mas
restringidos que el aplicado por la mencionada norma.
En el fondo lo que
se pretende por una parte, es la selección de aquellos aspectos que son mas
afines con las actividades que nos atañen y por otra, la supresión de aquellos
mas relevantes con el carácter manufacturero de la norma original.
Las partes mas
importantes de la norma 9001 se refieren a los 20 requisitos del sistema de
calidad, los cuales en su orden son:
Requisitos de la
norma ISO 9001 |
Aplicabilidad al
proceso prospectivo |
1. Responsabilidad
gerencial |
SI |
2. Sistema de
calidad |
SI |
3. Revisión del
contrato |
SI |
4. Control del
diseño |
SI |
5. Control de los
documentos y datos |
SI |
6. Compras |
NO |
7. Control del
producto suministrado por el cliente |
NO |
8. Identificación y
trazabilidad del producto |
NO |
(sigue)
Requisitos de la
norma ISO 9001 |
Aplicabilidad al
proceso prospectivo |
9. Control de
procesos |
SI |
10. Inspección y
ensayo |
SI |
11. Control del
equipo de inspección, medición y ensayo. |
SI |
12. Estado de
inspección y ensayo |
SI |
13. Control del
producto no conforme |
SI |
14. Acción correctiva
y preventiva |
SI |
15. Manejo,
almacenamiento, embalaje, preservación y entrega |
NO |
16. Control de los
registros de calidad |
SI |
17. Auditorías
internas de calidad |
SI |
18. Entrenamiento |
SI |
19. Servicio asociado |
SI |
20. Técnicas
estadísticas. |
SI |
Cuatro de los
requisitos contemplados en la norma no tienen una clara aplicabilidad a lo
largo de todo el proceso y estas son:
(1) Compras, (2) Control del producto suministrado por el cliente, (3)
Identificación y trazabilidad del producto y (4) Manejo, almacenamiento,
embalaje, preservación y entrega.
Los restantes 16
requisitos tienen una pertinencia adecuada con lo que se realizará en la
práctica y por ende, debe profundizarse con mayor detalle cada uno de los
“debe” que aparecen redactados.
Una de las etapas
fundamentales en el propósito de condicionar el proceso prospectivo a la luz de
las normas de calidad, es la de establecer el contenido del manual de calidad y
que deberá contener al menos los siguientes elementos básicos:
·
Titulo: describe de una manera
sencilla el contenido de la norma. Dos
normas distintas no pueden tener el mismo titulo.
·
Objeto: precisa sin ambigüedad
los aspectos que trata la norma y amplia la información que trata el titulo de
la misma.
·
Alcance: la etapa, proyecto o
servicio al cual se va a aplicar, precisándolo en su dimensión temporal y
espacial.
·
Definiciones, símbolos y abreviaturas:
aquí se describen los términos mas usados en la norma y se dan sus
definiciones.
·
Clasificación: en esta parte se
agrupan los servicios o procedimientos que se realizan en la norma según los
criterios apropiados.
·
Requisitos generales: en esta
parte se agrupan aquellos requisitos que no pueden por su naturaleza ser
evaluados en forma cuantitativa o aquellos que se presentan como prerequisitos
a las acciones contempladas por las normas.
·
Requisitos específicos: esta es
una de las partes fundamentales de la norma.
Aquí se discriminan todas las características cuantificables y
observables del proceso o etapa que se está documentando.
·
Procedimiento o instrucción: es
el corazón de la normalización. En esta
parte se describen tanto los insumos de entrada como los de salida, se
discriminan todos los procedimientos realizados para transformar los insumos de
entrada en los de salida, se identifican los métodos, técnicas y herramientas a
usar en la etapa que estamos normalizando.
Se clarifican los papeles de cada uno de los sujetos en la investigación
- expertos, actores, asesores, patrocinadores, facilitadores, etc. -, se
elabora una secuencia lógica del procedimiento discriminando las etapas por las
que transcurre, se describen los documentos requeridos y los producidos en el
proceso. Es típico en esta parte
utilizar el procedimiento de identificar lo siguiente:
ü
El Qué: Describir los elementos
de la norma aplicables.
ü
El Quién: El área, persona o
personas responsables de cada elemento o de cada uno de los procedimientos en
esta etapa.
ü
El Dónde: El sitio, operación,
lugar donde se va a aplicar o realizar la etapa.
ü
El Cuándo: La frecuencia y
duración en tiempo de cada actividad incluida en la etapa.
ü
El Con Qué: Recursos necesarios
para la realización de las actividades.
ü
El Cómo: los métodos, técnicas,
herramientas o procedimientos empleados en cada una de las actividades de cada
etapa
·
Control de las variables: parte
obligatoria de la normalización de normas internas. En ella se especifica la frecuencia de control de las variables y
las acciones apropiadas a realizar cuando las variables se encuentran por fuera
del rango de valores permitidos.
·
Objetivos: Se deben expresar en
términos medibles para poder evaluar la efectividad del plan de calidad y que
deben ser referidos a cada una de las etapas por la que discurre el proceso.
·
Exclusiones específicas: Cuando
se encuentre algún tipo de confusión en el alcance, puede ser necesario hacer
las exclusiones a que haya lugar en los siguientes términos: ejemplo:
aquí no se aplica aquello o lo otro.
·
Apéndice o Elementos del sistema de calidad aplicables: Los de la norma ISO 9001 que se usen como
referencia y se apliquen a una parte del proceso, fase, etapa, producto,
servicio o proyecto específico a desarrollarse. Se referencian también todas las otras normas o procedimientos
internos concatenados con la presente.
·
Anexos: aquí se proporciona la
información complementaria o adicional al procedimiento, se especifican también
los cuidados que debe tenerse en la aplicación del procedimiento cuando afecten
otros.
Los anteriores son
los elementos fundamentales que no pueden faltar al acondicionar el proceso a
la normatividad ISO 9000, a los que se han acondicionado algunas partes para
reducir el carácter manufacturero de las mismas.
Un proceso que no
se documente es un proceso y un esfuerzo perdido. Se puede imaginar por un momento que todo lo realizado en la
etapa de identificación del problema no haya sido documentado. ¿Cómo podría entonces adentrarse en la
determinación de los objetivos sin tener clara y explícita la determinación del
problema? La mente con su poder de memorización de lo dicho, no es suficiente
cuando intervienen tantas personas, cada una de ellas recordando lo que mas le
llama la atención, pero no el todo que es lo que verdaderamente interesa.
La tarea de
documentación no debe recaer únicamente en aquellos investigadores que son
llamados hoy en día facilitadores, sino en todas las personas en la medida en
que sean eficientes en esta labor.
Realizar la documentación equivale a darle vida al manual de calidad.
La documentación
debe incluir los métodos, técnicas y herramientas utilizadas en cada una de las
etapas y fases del proceso, con el fin de que sirvan de base para análisis
posteriores y como fuente de consulta de conclusiones y recomendaciones.
Debe identificarse
un sitio público para permitir el acceso a cualquier persona a la documentación
y para que sirva de fuente de consulta a los investigadores que participan en
otras fases simultáneas o secuenciales.
La norma ISO 8402
numeral 3.6 define el Sistema de Calidad así:
“La estructura organizacional, los procedimientos y los recursos
necesarios para implementar la administración de la calidad”.
El Sistema de
Calidad comprende:
·
El Manual de Calidad
·
Los Procedimientos
·
Los Instructivos
·
Los Planes de Calidad
·
Los Registros
·
Las Normas Nacionales e Internacionales aplicables.
·
Los Documentos suministrados por terceras partes
·
Las Especificaciones Técnicas - cuando sea pertinente -
La documentación de
por sí debe constituir un alto valor agregado, con ésta se pretende lograr la
evaluación, el mejoramiento y la calidad requerida del proceso; y lo que es más
importante: el mantenimiento de los
mejoramientos.
La norma ISO 8402
numeral 3.12 define el Manual de Calidad como “Un documento que enuncia la
política de calidad y que describe el Sistema de Calidad de una
organización”.
La norma ISO 10013
numeral 4.2 menciona que “Un Manual de Calidad debe constar de los
procedimientos documentados del Sistema de Calidad destinados a planificar y
administrar en su conjunto las actividades que afecten la misma dentro una
organización; o de otro modo, el manual hará referencia a dichos
procedimientos”.
La jerarquía típica
de los documentos del sistema de calidad según el anexo A de la norma NTC ISO
10013 es la siguiente:
Generalmente se acostumbra verter
todo el éxito de una gestión a las últimas de las etapas o actividades
realizadas. Pero no ocurre así en lo
que se refiere a la gestión de la calidad.
El triunfo no depende de la realización o ausencia de la auditoría. Pero, aun cuando de esta no depende el éxito
de la gestión, si se puede decir que la auditoría se inicia solo en el caso en
que se haya generado un manual de calidad de los productos – resultado de
actividades y procesos -. Lo cual es un
buen augurio del éxito en una gestión.
El fin último de la auditoría es el
de identificar la conformidad o no conformidad de los productos obtenidos en el
proceso. Es de esperar que mucha parte
de la no conformidad pueda ser identificada por los mismos investigadores en el
desarrollo de las actividades y no se tenga que recurrir a un equipo de
personas para realizar la auditoría.
Sin embargo, el sistema de calidad
tiene dentro de sus requisitos la realización de la auditoría, no por
desconfiar de aquellos que realizan la tarea, sino por acompañar otros puntos
de vista independientes que complementan la ardua labor de diagnosticar la
calidad de productos en su gran mayoría de carácter intangible.
“La auditoría de calidad es el examen
sistemático e independiente, que tiene como fin determinar si las actividades y
los resultados relativos a la calidad satisfacen las disposiciones previamente
establecidas y si estas se han implementado efectivamente y son adecuadas para
el logro de los objetivos propuestos.”
Norma NTC ISO 10011-1, numeral 3.1.
Con la auditoría de la actividad, se
relacionan directamente los reinicios del proceso prospectivo. Una no-conformidad en el resultado de una
actividad o etapa, pudiera ser motivo para arrancar el proceso desde una etapa
temprana.
Las auditorías que se pretenden en el
proceso prospectivo son las llamadas auditorías internas de calidad y sus
“debes” están indicados por la norma ISO 9001 en los siguientes términos:
·
Debe el
proveedor establecer y mantener actualizados procedimientos documentados para
la planificación y la implementación de auditorías internas de calidad para
verificar si las actividades y los resultados relacionados con la calidad estan
conformes con las disposiciones planificadas y determinar la eficacia del
sistema de calidad.
·
Se deben
programar las auditorías internas de calidad con base en el estado y la
importancia de la actividad a auditar y deben ser realizadas por personal
independiente de quienes tienen responsabilidad por la actividad auditada.
·
Se deben
registrar los resultados de las auditorías y presentar al personal que tenga
responsabilidad en el área auditada.
·
Debe el
personal gerencial responsable del área tomar acción correctiva oportuna sobre
las deficiencias encontradas durante la auditoría.
·
Se deben
verificar las actividades de seguimiento de la auditoría y registrar la
implementación y la eficacia de la acción correctiva tomada.
Por otra parte, los propósitos de la
auditoría son uno o mas de los siguientes:
1.
Determinar
la conformidad o no-conformidad de los elementos del sistema de calidad, con
requisitos específicos.
2.
Determinar
la efectividad del sistema de calidad implantado para cumplir objetivos
específicos de calidad.
3.
Proporcionar
al auditado una oportunidad para mejorar el sistema de calidad.
4.
Determinar
requisitos regulatorios.
5.
Permitir la
inscripción de los sistemas de calidad de las organizaciones auditadas en un
registro.
Aun cuando plantear la idea de la
búsqueda de la calidad en el proceso prospectivo puede tener un efecto
apreciable sobre el trabajo de construcción del futuro colectivo de una
organización o comunidad, al momento de realizar la práctica, no basta con lo expuesto
en las cortas líneas que se le han dedicado.
La puesta en práctica de cualquiera
de las etapas que conforman el proceso prospectivo generaría mucho que realizar
y teorizar para acercar a los resultados.
El solo reseñar las actividades de una cualquiera de las 27 etapas
descritas daría para la realización de un libro. Pero lo visto aquí es el precio que hay que pagar para tener
oportunidad de expresar la idea en toda su extensión.
Podemos decir que
la prospectiva lejos de ser lo que hoy es – un método de escenarios, una guía
-, puede ser enmarcada dentro de la metodología de la investigación científica
con un enfoque propositivo y no anticipatorio.
Esto permite realizar los aportes subsiguientes para finalmente aumentar
el conocimiento hasta llegar a la estructuración del proceso al nivel de una
ciencia: la prospectología.
El proceso prospectivo
cubre todas las etapas que en la lógica se deberían realizar para efectuar una
gestión o administración adecuada de una organización, bien sea empresarial o
comunitaria. Se ha evitado hablar en
los términos de otras alternativas como la planeación estratégica, que bien
pudiera ser otra forma de orientar la gestión, pero que hoy no se encuentra
estructurada y creo, pocas personas se atreven a reconocerla como ciencia.
El proceso
prospectivo tal como quedó finalmente desglosado por etapas, cumple todas
aquellas expectativas que abarca la gestión empresarial y comunitaria y tiene
como fuerza motora de las transformaciones a los actos educativos; no solamente
de las que son las nuevas generaciones - niños y jóvenes - sino de todos los
adultos. Si estos últimos no se
reeducan, los esfuerzos en la educación de los jóvenes y de los niños se verán
pero muy lejos en el tiempo.
Este trabajo está
encauzado mas hacia la transformación que a la anticipación. Ello implica que muchas de las actividades
desarrolladas van mas al esfuerzo de cambio y conocimiento profundo de la
realidad y los sueños, que a anticipar los futuros que podrán existir. Poco se ha hablado de expertos o
anticipadores y mucho de investigadores o personas comunes y corrientes que
colocan granos de arena, personas como todos nosotros, que son los que
construyen los futuros, porque contadas son las personas que los pueden
anticipar y nulas o pocas las técnicas que pueden darse el lujo de ser
presentadas como apoyo a la anticipación.
Poco se ha referido
en este escrito a las técnicas. La
prospectiva debe hacer uso de cuanta técnica pudiera existir. Como dice Granados (2000), “Si la prospectiva sigue anclada a técnicas,
éstas tarde que temprano pasarán de moda y con ellas, lo hará también la prospectiva.”
Es de resaltar el
carácter permanente que deben tener los actos de preocupación por el futuro,
por eso, la prospectiva como la disciplina o ciencia que trata de
sistematizarlos u organizarlos, también deberá ser permanente.
Defender el concepto
de la prospectiva como ciencia, mas que como disciplina, hubiese sido un gran
reto, pero ello hubiese conducido por rumbos diferentes al que ha elegido este
libro, sin embargo, hay en la prospectiva, tendencias que a cada momento, a
cada instante de la historia, han sido importantes y relevantes. Si el mundo no hubiese cambiado desde que
Gaston Berger condujo la insurrección en contra de la predicción en el año
1957, hoy se pudiera decir que viviríamos conformes con la anticipación. Pero, afortunada o desafortunadamente, la
situación ha cambiado demasiado. Hoy
por hoy, se considera que la anticipación no puede darse en las mismas
condiciones que se daban hace mas de 50 años.
La prospectiva se podrá seguir aplicando con ese carácter anticipatorio,
pero el horizonte de tiempo deberá acortarse.
Prospectiva anticipatoria como la de la Escuela Francesa y a largo
plazo, es contradictoria.
Pero aún teniendo
presente esa opinión, no deja de reconocerse que la tendencia anticipatoria es
una de las de mayor difusión en la disciplina - o ciencia - de la
prospectiva. Pudieran observarse en
esta hipotética ciencia de la prospectología varias tendencias, algunas en
estado embrionario:
·
Una tendencia previsiva
·
Una tendencia predictiva
·
Una tendencia anticipatoria
·
Una tendencia colectiva
·
Una tendencia cognitiva.
·
Una tendencia propositiva. - de
la que trata este libro -
Creo que el espacio
para los aportes teóricos y prácticos no está acotado. Todo lo contrario, hoy mas que nunca, están
abiertas las puertas para realizar nuevos aportes.
Finalmente y es el
punto mas importante, se resalta el carácter formativo y educativo que lleva
implícito y explícito la prospectiva de tendencia propositiva y sin el cual no
se logra la transformación del presente en el futuro deseado.
ACUÑA ECHEVERRÍA,
Hernán y KONOW HOTT, Irene. Métodos y
técnicas de investigación prospectiva para la toma de decisiones. Santiago : Fundación de Estudios
Prospectivos, Planificación Estratégica y Decisiones de Alto Nivel de la
Universidad de Chile – FUNFUTURO,
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GABIÑA,
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TORRE, Angel. Apuntes para un compendio
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El método científico. La Habana
: s.n. versión electrónica. 1996.
TAMAYO y TAMAYO,
Mario. El proceso de la investigación
científica. Bogotá : Editorial Limusa,
1980. 225 p.
DEDICACIÓN
A Tomas Miklos,
quien cambió mi concepción
de la prospectiva.
A Angel Notario de la Torre,
quien me ayudó a redescubrir
el método de la investigación
científica.
A Jenny, Mateo y Emmanuel,
quienes cambiaron mi
concepción
de la vida en
familia.
AGRADECIMIENTOS
A usted amable
lector por dedicar parte de su tiempo a la lectura de este libro. Al Dr. Hernando Granados Cortes –mi profesor
y asesor del trabajo de grado - por sus aportes y apoyo. A Jairo Betancur H. y Amparo Lucia Duque H,
mis compañeros de Especialización en Prospectiva Organizacional en ESUMER, por
sus aportes. A Vivianne Chavarriaga Gil
por su dedicación en la revisión de los originales.
Trabajo enviado por:
José Escobar Quijano
jbescobar@orbitel.com.co
http://www.orbitel.com.co
ORBITEL
S.A. E.S.P.
Analista de Desarrollo de Negocios
Gerencia de Relación con Operadores
Teléfono: +574-325-1707
Medellín 2000
* Sin acuerdo sobre el asunto
* En especial en Latinoamérica y España
[*] El doctor Angel
Petriella cita una definición del año 1920 en los siguientes términos "Science qui apuor objet l'etude des causes,
techniques, scientifiques, économiques et sociales qui accélérent l'evolution
du monde, et la prévision des situations qui en découlent." Diccionario Larousse de la Lengua Francesa,
"Léxico", 1920. Ciencia que tiene por objeto el estudio de las causas
técnicas, científicas, económicas y sociales que aceleran la evolución del
mundo y la previsión de las situaciones que se originen.
* Enfoques de otros autores como Mario Tamayo y Tamayo incluyen en todo el proceso 7 etapas a saber: Elección del tema, objetivos, delimitación del problema, planteamiento del problema, marco teórico, metodología e informe, el cual parece estructurado mas como modo de presentación de los resultados de la investigación que como el proceso de investigación en si mismo.
* Una técnica que estimula la interacción entre individuos para buscar conclusiones compartidas.
* Es el tipo de líder que muchos pueblos reclaman con insistencia, no el que aglutina alrededor de un ideal, sino quien toma las riendas y las decisiones.
* En el anexo F y G se mencionan muchas técnicas y herramientas que pueden estar a disposición de las personas que practican la prospectiva.
* De la realidad, para diferenciarla del modelamiento que realizaremos mas adelante, donde se hará sobre un sueño. Es decir la abstracción de la abstracción.
* Las tres últimas técnicas registradas por Michel Godet.
* Narrativa es un relato libre y espontáneo que tiene como insumos variables derivadas del modelamiento de las situaciones actuales y/o deseadas